martes, 16 de marzo de 2010

Aborto: ¿a qué juega el PP?

José Luis Requero en La Razón

Ya no caben medias tintas ni ambigüedades. Hablamos de miles de vidas humanas en juego, de libertades básicas en peligro; hablamos de una ley que forjará una nueva mentalidad, una nueva cultura; hablamos de no defraudar a tanta gente. En algunas autonomías el PP ha tenido la valentía de presentar iniciativas en defensa del no nacido, pero en el ámbito nacional todo se desvanece. Hace unas semanas me refería a la proposición de ley de protección y fomento de la maternidad que ha presentado en el Congreso. Lo que era un proyecto prometedor, que buscaba una protección eficaz del no nacido y así frenar la sangría de abortos, se ha desvanecido. Alguien ha eliminado todo lo relativo al no nacido. De verdad ¿a qué juega?

La paz social

Alfonso Ussía en La Razón

El gran criminal georgiano que gobernó con furor en la Unión Soviética durante decenios, tuvo mucho que ver con la Guerra Civil en España. Sucede que su gran aliado español, el que le abrió las puertas de par en par a sus comisarios políticos, sus soldados camuflados en las Brigadas Internacionales y sus miles de agentes distribuidos por toda la zona republicana, fue un socialista radical, Negrín, que le entregó además del culo, el oro del Banco de España. No todo, que algo se desvió por ahí. Stalin tuvo mucho que ver, como recuerda César Vidal, en la matanza de Paracuellos del Jarama y en infinidad de crímenes cometidos por su gente en las retaguardias y checas republicanas. Asesinatos que también sufrieron militantes de otras fuerzas de la Izquierda. Su bagaje, cuando los bigotes de Stalin estuvieron a punto de impedir que pudiera clausurarse su féretro, fue de casi un centenar de millones de personas asesinadas, veinticinco de ellas, en la Unión Soviética. Y no se cuentan las víctimas desaparecidas, fallecidas por las hambrunas o ejecutadas por sus agentes allá donde llegaba su poder omnímodo. Y ese personaje ha sido borrado de la «Memoria Histórica» por cinco partidos que se dicen democráticos, defensores de los Derechos Humanos, recuperadores de la verdad y amantes de la paz. 

Hambrunas progresistas

Cristina Losada en Libertad Digital

El estrecho vínculo que se ha dado en España entre los progresistas y el comunismo aumenta el grosor de la venda. El PSOE se ha negado a incluir, como tema de estudio en la enseñanza, la hambruna que Stalin provocó en Ucrania. Alega que no está claro que fuera un genocidio. Walter Duranty, célebre corresponsal del New York Times por entonces y premio Pulitzer, tenía claro que no se pasaba hambre. Los mercados de los pueblos, escribió, "están llenos de huevos, frutas, aves, verduras, leche y mantequilla... Hasta un niño puede ver que no hay hambruna, sino abundancia". Por eso murieron de tres a siete millones de personas. Nada que interese a nuestros progres. Su superioridad moral aún depende del borrado de crímenes y abusos. ¡Es tan frágil!