Estoy escribiendo estas líneas un día gris en Madrid, martes por la mañana. Es decir, más de un día después de las elecciones que tanto han reforzado a Mariano Rajoy y a su equipo dirigente del PP. Curiosamente, abriendo la web del PP me encuentro con una fotografía y un texto correspondiente al cierre de campaña en Galicia. Buscando en portada encuentro, eso sí, un vídeo con las declaraciones de Rajoy del mismo 1 de marzo. Pero nada más.
Si se entra en el área de prensa, la cosa es aún peor. Las últimas notas de prensa son del viernes. Si busca vídeos o fotografías se encontrará con un interfaz incómodo y de la época del pleistoceno, hablando en términos de internet, en el que además no hay imágenes de la última campaña. Sin duda, un sistema pensado para los periodistas, que encontrarán de una utilidad superlativa encontrar fotos de hace cinco años pero no las del día. De hecho, el vídeo más moderno es el debate de los presupuestos del año pasado. Y el evento más reciente en la agenda es de octubre del año pasado. Unos hachas.
En los enlaces del menú superior, común a todas las páginas, nos encontramos con un enlace a las elecciones ¡de 2008 ! Una web, por cierto, en la que nada más entrar se escucha el himno del PP. Muy amables con todos aquellos que no volverán a visitarlos desde la oficina. Hasta existe un vínculo a algo llamado "PP en internet". Vamos a ver, majetes. Que estamos visitando PP.es. Es decir, ya estamos en "PP en internet".
Pero mucho peor ha sido lo del Gobierno vasco. Había transcurrido muy poco tiempo desde el cierre de los colegios cuando comenzaron a llegar resultados desde Galicia. En cambio, el muy transparente Ejecutivo del PNV, ese que lleva treinta años en el poder, decidió no dar una sola cifra hasta que compareciera Balza. Y a partir de entonces los datos se suministraron sólo a los medios; los ciudadanos que querían acceder a la web electoral se encontraron con las cifras siempre a cero.
La empresa Ibermática era la encargada de gestionar la noche electoral como ganadora de un concurso por el que se le ha pagado (o se le pagarán) casi dos millones de euros. Curiosamente, o no, al hablar con los responsables de prensa de dicha empresa y de la Consejería de Interior del Gobierno vasco se notan sutiles diferencias. La compañía asegura no poder dar algunos detalles pero dan una explicación técnicamente lógica y muestran preocupación por lo ocurrido. En el Gobierno vasco aseguran –fíjense– que el problema estuvo en las líneas de comunicación entre los servidores de la web y los usuarios, cuando el fallo no estuvo en que no se pudiera acceder a elecciones.net sino en que esta web no actualizaba los datos. Y todo esto después de intentar quitarse de encima a un compañero de Libertad Digital bajo la excusa de que "no quieren crear debate" sobre lo ocurrido. Pues deberían explicar, al menos, si esos cerca de dos millones se van a pagar íntegros o al menos descontarán una parte por no haberse ofrecido correctamente el servicio.
Circula por internet una versión sobre lo sucedido en el País Vasco que centra en Telefónica el problema, pues era la responsable de servir los resultados al público en general, mientras que esta empresa centra la responsabilidad en Akamai. Pero en cualquier caso es obligación del Gobierno vasco dar información sobre lo sucedido lo antes posible. De hecho, deberían hacerlo hecho mientras tenía lugar el fallo. Es lo mínimo que esperan los internautas.
Desgraciadamente, los mínimos que todos esperamos en internet no se suelen cumplir cuando entramos en los pantanosos terrenos de la política. González Pons, que de otras cosas no sé, pero de esto sí que sabe, nos prometió un nuevo sitio web del PP que debería haber aterrizado hace semanas y del que aún no hemos tenido noticia. Esperemos que no esté al cargo el mismo equipo de funcionarios del partido que ha ido fracasando una y otra vez con cada sucesiva versión.
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