Yo no sé si Pizarro era el héroe providencial que nos pintó entonces la propaganda de la derecha; lo que sí resulta evidente es que fue rastreramente engañado por quienes quisieron aprovecharse de su brillo de resistente a los tejemanejes gubernativos y luego lo relegaron en los desvanes de la incuria, como a un trasto averiado.
lunes, 1 de febrero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario