Cuando de aquí a unos lustros se escriba la historia de estos años, resultará incomprensible que una persona, con la escasa preparación de Bibiana Aído, haya podido llegar a ser ministra. El cúmulo de despropósitos acumulados en torno a la reforma legal más brutal contra el derecho a la vida que se ha ido tejiendo en esta legislatura, es tan grande, que estoy convencido que el Tribunal Constitucional amparará la medida cautelar solicitada por el Partido Popular, para que no entre en vigor por el perjuicio irreparable -nada menos que la vida- que provocaría si no se suspendiese provisionalmente hasta que haya sentencia.
domingo, 6 de junio de 2010
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