Cristina Losada en Libertad Digital
La prenda representativa de ese terrorismo que ha perpetuado el drama palestino, se ha vuelto, en años recientes, un accesorio de moda. Así, se han popularizado versiones modernizadas de la kefiya que lucen los adolescentes y forman parte de un fenómeno de comercialización del "chic radical", como lo llamó Tom Wolfe hace décadas. En las pasarelas, como entre los artistas, se lleva –y puntúa– el "compromiso". Estar "comprometido", se entiende, con las causas que han obtenido el marchamo de políticamente correctas. Pocos se arriesgan a ir contracorriente.
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