No sabemos si de «exceso de victoria», que dijera Ridruejo, la casa que se está arruinando es esta España del antifascista García, un concejal sevillano escapado del «Juan José» de Dicenta. Interpelado sobre unos coleguillas dedicados a currar para la dictadura del proletariado con cargo al Presupuesto, dice:
—Ese periódico (ABC) es un libelo de la extrema derecha. Por tanto, ningún respeto al fascismo, ningún respeto a los fascistas.
Pobre García, que no se sabe príncipe del nuevo fascismo: el fascismo de la vulgaridad.
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