lunes, 2 de mayo de 2011

La boda de la modernidad

David Jiménez Torres en Libertad Digital

De todo lo que vemos, sólo hay algo que seguimos reconociendo como verdaderamente importante, que es el amor, o su sugerencia. Esa idea del amor tan derivada de historias como esta, esas fantasías de Disney que se parecen tanto a lo que estamos viendo: el Príncipe y la Princesa, la boda que sale bien, la plebe que se regocija ante el paso de la pareja feliz en coche de caballos. Ese beso sin lengua ante el pueblo jubiloso.

Y sin embargo hablamos poco de ello. Sería vergonzoso decir "parece que se quieren de verdad". Quizás porque ya se dijo en referencia a los padres del novio, en su día. Quizás porque otra de las incongruencias de la modernidad es seguir usando una ceremonia con aspiraciones de eternidad para un estado que aceptamos como pasajero. Sea por lo que sea, preferimos comentar el horrible vestido de tal y cual.

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