El escritor que deja de vender libros porque sus lectores los toman prestados en las bibliotecas ha tenido que aguzar su ingenio para suplir esos ingresos dando conferencias o escribiendo en periódicos. ¿Acaso el cantante o cineasta no puede aguzar el suyo? ¿O es que pertenece a una casta superior?
lunes, 14 de diciembre de 2009
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