La realidad es muy sencilla: los juegos con el toro surgen en Cataluña igual que en otras muchas regiones españolas. Los correbous son paralelos a los bous al carrer valencianos, al sokamuturra vasco, a los toros embolados, de fuego, del aguardiente...
La corrida de toros no es más que la depuración estética de esos juegos: algo mucho más racional, más respetuoso del toro y más hermoso. Prohibir las corridas y blindar los correbous significa un contrasentido reaccionario, ir contra el sentido común y contra la historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario