Juan Ramón Rallo en Libertad Digital
Disponiendo de dos alternativas para reducir el déficit y facilitar la recuperación –subir los impuestos o reducir el gasto– me quedaría sin dudarlo con el ajuste por el lado del gasto. No es cierto, como creía Keynes, que reducir el gasto sea igual de contractivo que aumentar impuestos: lo primero libera recursos para que el sector privado cree riqueza y lo segundo los concentra en el Estado para que los despilfarre. Pero es que, en este caso, ni siquiera contamos con la posibilidad de elegir cuál de las dos vías preferimos: el ajuste esencial se realizará sí o sí por el lado del gasto, lo cual no obstará para que, hasta entonces, los políticos nos vendan y aprueben unos impuestos mucho más devastadores para las clases medias que tardarán décadas en volver a rebajar a sus niveles originales.
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