Esto que señalo más arriba no es fruto de un delirio vacacional, ni de la fiebre, ni de ninguna alucinación química. El Ministerio de Igualdad existe y cursa con cargo al Presupuesto. Entiende que su responsabilidad, entre otras misiones que se nos escapan a los hombres que no somos alternativos y nos sostenemos en el clasicismo del sexo, que no del género, es buscar una nueva masculinidad y eso lo aprueba el Consejo de Ministros, no lo protestan en el Parlamento y las gentes no salen a la calle en ruidosa algarabía para clamar por el retorno del sentido común a nuestra vida pública. Así nos luce el pelo.
miércoles, 31 de marzo de 2010
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