Las fotos en el metro de Moscú, las fotos en los trenes de Atocha, las fotos en el Bali trocado de paraíso en infierno, las fotos en neblinoso polvo y humo de un Nueva York de pesadilla..., las fotos que vendrán, que seguirán viniendo, porque esta hecatombe sacrificial no está más que en su inicio, componen la única foto, en suma, del mundo nuestro: altar trágico ante el cual, extinto todo sentido y arrebatado por el duro delirio de inventarlo, alza el loco creyente su plegaria de exterminio.
miércoles, 31 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario