Queda demostrado que editar una canción cualquiera subvencionada por el Ayuntamiento de Segovia es un chollo. El editor no se da cuenta ni de la música ni de la letra. Porque para el señor Arranz, oír la música y leer la letra equivale a «darse o no cuenta de ello». De asistir a un concierto sinfónico, su alcalde le preguntaría: «Javier, ¿te has dado cuenta de la música de Mozart?». Y el concejal de Juventud respondería de inmediato. «De la música sí me he dado cuenta, pero no de la letra, porque ahí no ha cantado nadie». Lo que se llama tener cultura y expresarla con sentimiento y síntesis.
domingo, 13 de junio de 2010
En Segovia
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