La diferencia, pues, entre lo que ocurrió con Aminatu y lo que ocurre con Fariñas es que a la izquierda simplemente no le interesa el cubano: ni habrá protestas, ni se emitirán comunicados condenando la atrocidad moral que supone dejar morir a quien pide libertad para aquellos detenidos por tener ideas diferentes de las de los hermanos Castro. Recuerden a los actores haciendo cola en el aeropuerto de Lanzarote y compárenlos con su compromiso actual: ¿alguien los imagina haciendo cola en el de La Habana? Bueno, quizá sí, pero haciendo cola para otras cosas.
jueves, 8 de julio de 2010
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