De las dos formas de corrupción del sistema democrático, no hay duda sobre la peor. No es la del político chorizo que usa su cargo para enriquecerse o para vivir como un millonario. La peor es la otra, la del Estado que usa sus tres mecanismos de represión, el fisco, el fiscal y la Policía, de forma interesada, abusiva o injusta. Lo primero, el político chorizo, mina la confianza ciudadana en la clase política, pero lo segundo, el Estado abusivo, destruye la confianza en el propio Estado de derecho.
jueves, 8 de julio de 2010
El fisco, el fiscal y el poli
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