Alfonso Ussía en La Razón
Un gran financiero español, con poder en la banca, en la construcción, en la industria y en los servicios generales, ideó un cargo en el organigrama de su empresa de enorme utilidad. El de «Asistente a Convocatorias Políticas». Pongamos que su apellido era Pipiolet por si la revelación de su identidad puede herirle a estas alturas de su jubilación.
(...)
Los empresarios no pueden doblegarse ante un poder que se diluye y ya no forma parte del futuro. La fotografía que aparecerá publicada el domingo se me antoja una obscenidad. Están ayudando al gran depredador de nuestra economía a mantenerse en el poder político. Irán todos, vestidos de grandes empresarios y con la sonrisa cautelosa de los grandes empresarios a oír las falsedades establecidas. Lo importante es la foto, y ellos acuden a posar. Son los culpables, no Zapatero. De ser empresarios de verdad, en la fotografía con Zapatero sólo posarían los Pipiolet.
viernes, 26 de noviembre de 2010
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