A pesar de que el territorio está nominalmente administrado por nuestro Gobierno, y que España tiene una deuda moral con sus habitantes tras haberles dejado tirados hace más de tres décadas, ni en Moncloa ni en el PSOE quieren hacerse cargo del muerto. Se alcanza de este modo la mayor cota de servilismo hacia Marruecos de toda nuestra historia reciente. Marcelino Iglesias, secretario de organización de los socialistas, se ha limitado a "exigir" a Rabat que respete los derechos humanos y que deje trabajar a los periodistas. De condenas ni hablar, no vaya a ser que el tirano alauita se ofenda más de la cuenta y las cosas terminen de complicarse para los españoles que aún continúan en el Sahara realizando labores de ayuda humanitaria. Que Dios les coja confesados, a ellos y a los saharauis que osen seguir protestando contra la ocupación. Nuestro Gobierno sirve al de Marruecos con mejor gana que los propios marroquíes. Inaudito.
martes, 16 de noviembre de 2010
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