Carlos Rodríguez Braun en La Razón
El mayor fracaso del intervencionismo de Smiley y sus predecesores es el paro. Otra catástrofe derivada de su intervencionismo (también del de los políticos del PP) es el caos energético, marcado por el explosivo déficit de tarifa y por el oneroso delirio de las energías renovables. Cualquier persona pediría disculpas, pero Smiley hace lo contrario: saca pecho precisamente en esos dos campos. Co-responsable destacado de millones de puestos de trabajo perdidos, instruye sobre cómo crear empleo. Según el conocido estudio del Instituto Juan de Mariana, por cada empleo verde subsidiado se destruyen 2,2 empleos en el resto de la economía española. Y Smiley explica a los líderes del mundo que esa política tan hostil contra los trabajadores puede crear ¡un millón de puestos de trabajo! Sí, lo sé, todo es mentira, pero, reconozcámoslo, tiene un punto de genialidad.
martes, 16 de noviembre de 2010
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