Ignacio Camacho en ABC
El accidente de Fukushima no ha provocado todavía ninguna muerte; el terremoto y el tsunami han ocasionado diez mil desaparecidos. Nuestro alarmismo retrata una desenfocada parcialidad egoísta, una preterición moral, una obscena falta de respeto a esas víctimas que parecen no importar a nadie.
(...)
La demencial agitación apocalíptica casi obliga a aclarar que ha sido el tsunami el causante de la avería, y no al revés.
jueves, 17 de marzo de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario