Hermann Tertsch en ABC
Esta magnífica reyerta a partir del hundimiento del proyecto del zapaterismo del régimen socialista de los mil años, no debería afectarnos al resto de los españoles. No nos afectaría si Zapatero pudiera elevarse hasta la decencia necesaria para decidir su marcha de verdad. Si fuera capaz de encontrar el coraje y la dignidad de asumir que nada puede hacer ya sino arrastrarse hasta el final por el mero capricho de llegar. Eso sí, sin dejar de dañar a España, comprando sus últimas mayorías a unos nacionalismos jubilosos en sus apetitos carroñeros. Su resentimiento hacia media España le impide una vez más decidirse por el bien común. El final de una legislatura que ha sido un tormento, promete convertirse en pesadilla. Los españoles todos, seremos rehenes, del sumo sectario. Aunque no todos inocentes. Los socialistas le han echado de allí donde más daño les hace. La sociedad española, pasmosamente indolente, parece dispuesta a dejarse hacer daño, gratuitamente, hasta el final.
martes, 5 de abril de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario