José García Domínguez en Libertad Digital
Es universalmente sabido, la exclusiva discriminación pecuniaria que pesa sobre las mujeres en España reside en ese papanatismo de género que privilegia a las féminas en todos los escaparates más o menos institucionales del país. He ahí la única y positiva disparidad por razón de sexo susceptible de contraste empírico entre nosotros. Bien, pues tan irrefutable evidencia fáctica no impide a la gobernanta Aído insistir con terquedad bovina en su falacia de género favorita. A saber, ésa que postula la existencia de un arcano apartheid salarial entre hombre y mujeres. Así, propala al implícito modo la señora ministra que diecinueve años de mayorías socialistas alternas habrían empujado a las trabajadoras al siglo XIX de cabeza.
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