Ángel Martín Oro en Libertad Digital
Todo esto me lleva a una última reflexión: la decadencia moral de la sociedad. Juan de Mariana, quien escribió hace 400 años, denunció el exceso y abuso de poder del gobernante, no solo explícito sino también implícito –la inflación–, llegando incluso a justificar el tiranicidio. Thomas Jefferson –padre fundador de EEUU–, alertaba en el siglo XVIII de todo tipo de extralimitación del poder político, condenando, por ejemplo, la deuda pública. Los colonos norteamericanos se rebelaron contra los abusos de Gran Bretaña y se independizaron de ésta. La sociedad actual, sin embargo, permanece casi impasible, por mucho que se hable, y por mucha palabrería.
¿Podemos hablar realmente de progreso?
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