España es, al menos sobre el papel, una democracia liberal. Eso significa que no todo lo que se vote en un parlamento o en un referéndum es admisible, sino que tiene que ajustarse a Derecho y, especialmente, a la principal norma del ordenamiento jurídico, que es la Constitución. Los regímenes en los que lo único que cuenta es el voto pueden ser sin duda democracias, pero no presentan el aspecto que asociamos a las mismas: las de un país serio, próspero y confiable. Y es que, reduciendo al absurdo el argumento de Mas, conviene recordar que Alemania votó a Hitler, y su dirigente electo decidió asesinar a 6 millones de personas por el mero hecho de ser judíos. Según las "razones" del líder de CiU, fue un comportamiento impecablemente democrático, ya que las leyes deben estar al servicio de esa "esencia de la democracia" que es el voto, y no al revés.
viernes, 23 de abril de 2010
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