El problema de España, hoy, no es otro que el de la ausencia de una verdadera oposición, una alternativa clara y convincente que dé cauce al profundo descontento de millones de personas con una clase política corrompida hasta el tuétano, una verdadera chusma. Porque argumentos y hechos para defender la nación española frente a los falsarios y balcanizantes sobran y son conocidos, aunque ningún líder ni partido político los utilice hoy por hoy.
jueves, 1 de julio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario