No importa lo que se haga, lo esencial es decir lo contrario, siempre que se perciba que es lo más populista. Nuestros soldados están en guerra contra el islamismo y están ayudando a construir un Estado –la más pura Doctrina Bush–, mientras nuestros políticos gritan "No a la guerra" y defienden la equiparación de las lapidaciones de adúlteras o el ahorcamiento de homosexuales a las leyes occidentales.
jueves, 15 de julio de 2010
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