Golpista es lo que habría llamado la izquierda a un acto como el de la Complutense organizado por la derecha contra el Estado de Derecho y a favor de un juez conservador acusado de prevaricación, además de otros dos delitos. Antidemocrático, deslegitimador de las instituciones, extremista, fascista y alguna cosa más. Pero resulta que ese acto en el que se acusó al Supremo de cómplice de torturas fue protagonizado ayer por la izquierda y nada menos que en una de las universidades más importantes de España. Y de la mano del mismísimo rector.
miércoles, 14 de abril de 2010
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