Después de ocho años de Gobierno, los datos están a la vista. La Turquía del AKP no es un aliado de Occidente. Cuando Occidente tiene un problema con Irán por su intento de armarse nuclearmente, Turquía toma partido por Irán, no por sus aliado formales. Es la hora de advertir a Turquía de que su decisión de promover el choque de civilizaciones y su alineamiento con nuestros potenciales agresores impide seguir contándolos como aliados.
miércoles, 9 de junio de 2010
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