Gabriel Albiac en ABC
Los peores. Los peores, sin comparación posible con el resto. Aquellos a los cuales gandulería e ignorancia hicieron incapaces para vivir de otro modo que no sea a costa de la extorsión legal de todos. A eso quedó reducida una casta política que, en sus inicios, hace algo más de dos siglos, apostaba por la certeza de ofrendar su vida en grandilocuente —pero veraz— martirio sobre el altar humano. Lo único que sacrifica hoy el político es a sus conciudadanos, si no se ajustan al milímetro de cuanto se les exige.
lunes, 16 de mayo de 2011
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