miércoles, 17 de marzo de 2010

Rebelde De la Vega

Gabriel Albiac en ABC

En 1793 -que no fue un año ciertamente fácil- Condorcet daba por indistinto el uso de revolución -y de toda la cadena léxica a él ligada: revolucionar, revolucionario..., también las colaterales, rebelión o revuelta- para designar, bien el blindaje de la República jacobina, bien la restauración del más anacrónico régimen monárquico. No se enfadaba Condorcet con las palabras. Era demasiado sabio. Lo bastante como para apreciar la fuerte polisemia que carga la función política de las metáforas. En 2010 -que, la verdad, tampoco es año fácil para nadie-, la señora De la Vega bordea el colapso al escuchar en voz de Esperanza Aguirre un vocablo que juzga propiedad del clan cuya vicepresidencia ejerce: rebelión. Puesta en labios enemigos, la letanía santa es trocada en sacrilegio. Así funciona toda secta.

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