Domingo Soriano criticó en «Libertad Digital» que «Informe Semanal» de TVE saludara con entusiasmo «los más viejos y nobles ideales del ser humano» a propósito de Stéphane Hessel, que aseguró que el comunismo era «un pensamiento social ambicioso». Comprendo su crítica ante este elogioso trato al sistema más criminal que nunca haya sido perpetrado contra los trabajadores en toda la historia. Me ha interesado especialmente el motivo de la indignación de Hessel en «Indignaos», que ha vendido dos millones de ejemplares. En España lo prologa el siempre admirado José Luis Sampedro. Y están ambos indignados. Dirá usted: hombre, tienen razón: aunque ellos sean felices y longevas celebridades es plausible que nos convoquen a resistir la opresión, las mil intrusiones del poder contra nuestros derechos y libertades; cada día pagamos más impuestos, y ahora gracias a los progresistas no podemos ni fumar en los bares: ¡indignémonos! Pues no, estas dos figuras están indignadas contra…el mercado. Dice Hessel que los mercados financieros nos gobiernan. Oiga, que no. Que ningún mercado financiero bajó el sueldo de los funcionarios ni acabó con los toros en Cataluña. Que ningún mercado ha congelado las pensiones y nos ha rodeado de multas, regulaciones y prohibiciones. Si este dislate de que estamos dominados por los mercados es el referente intelectual de la izquierda, es que están aún más desconcertados de lo que parecen.
martes, 10 de mayo de 2011
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