José Antonio Martínez-Abarca en Libertad Digital
Hasta tal punto todo el mundo se permite hoy tener una opinión que se la permiten incluso los intelectuales y artistas. Pero en lo del Sahara hay que dejar hablar únicamente a los expertos, asegura Sinde. No vaya a ser que algún intelectual y artista se ponga a largar del mar y sus arenas sin permiso del Partido y descuide la cátedra de autoridades en la que sí están investidos, como la de denunciar los lunes al sol bajo el pleno empleo de Aznar.
La coincidencia física en la "manifa" pro-saharaui de los intelectuales y artistas junto con algunos miembros del PP "les debería hacer pensar", ha seguido Sinde. Y ésta era la que por sus inquietudes supuestamente no tenía tiempo para dedicarse a lo más lóbrego y simplón de las consignas de la Secta. Exactamente el mismo argumento de los que se negaron a condenar las matanzas de Stalin incluso cuando Nikita Jruschov ya lo había hecho: "para no hacerle el juego a la reacción burguesa". De eso de "jugar al papel de opinar" y al de ir a manifestaciones no autorizadas por la Academia de Cine, nada, manda Sinde. El "cordón sanitario" llega con Sinde, y no con Federico Luppi, más lejos que nunca: ahora no se puede coincidir con la derecha ni siquiera en la misma calle.
miércoles, 17 de noviembre de 2010
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