Agapito Maestre en Libertad Digital
Rajoy es a fuerza de sincero un hombre con fortuna, naturalmente, sin seso que exhibir. Su inteligencia política es inexistente. La Fortuna lo ha puesto ahí y, quién sabe, hasta puede llegar a presidir el Consejo de Gobierno. Pero no será porque aplique a la política su pasión por el deporte; al contrario, lejos de tomarse en serio el sentido deportivo de la vida para la política, separa como un vulgar gárrulo la política del deporte. Es incapaz de extraer una moraleja deportiva para la política. Por favor, señores del PP, que alguien le muestre a este hombre que el deporte enseña la necesidad de esforzarse, de entregarse apasionadamente a una tarea donde el ensayo o entrenamiento permanente es imprescindible para alcanzar un objetivo, en este caso la conquista del poder.
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