Lo que han hecho los líderes sindicales no es ético. Sería aceptable que a título personal apoyaran a Garzón, la reproducción del escarabajo verde o la puesta de largo de Rita la Cantaora. Pero que no engañen: se representan a sí mismos, no a los trabajadores. Sean honrados y no utilicen la Justicia para sus ideas políticas, porque ni siquiera lo hacen a favor de un juez, al que olvidaron vitorear cuando sus resoluciones encarcelaban a ministros socialistas. La única vergüenza democrática, el único golpe al Estado de Derecho sería que alguien estuviera por encima de la Ley, sea juez, presidente, lechero o trapecista.
jueves, 15 de abril de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario