sábado, 25 de abril de 2009

Proabortistas radicales (y violentos)

Agreden a voluntarios de Derecho a Vivir en una recogida de firmas

Si no respetan a los no nacidos, ¿por qué habrían de respetar a los nacidos?

La Tertulia con Los Catedráticos - 24/04/09

ZP y el sueño anarcocapitalista

Pablo Molina en Libertad Digital

A vueltas con las pensiones

Vicente Boceta Álvarez en Libertad Digital

Caldera, partidario de tirar de gasto público "cueste el déficit que cueste"

En Libertad Digital

"Ya lo arreglaremos después", dice con un par. ¿Quiénes? ¿Ellos?

Son ellas

Alfonso Ussía en La Razón

Efectos perversos de Bolonia

José María Marco en La Razón

Cuatro millones

José Antonio Vera en La Razón

El dedazo

Gloria Lomana en La Razón

Marsé y el rey desnudo

Ignacio Camacho en ABC

El problema principal

Manuel Martín Ferrand en ABC

Cuba, la fe y Obama

Tomás Cuesta en ABC

Una brutal paradoja

Juan Manuel de Prada en ABC

Tontos útiles y bobos solemnes

Ignacio Ruiz Quintano en ABC

Espías en el retrete

Edurne Uriarte en ABC

La calle de la pancarta

Laura Campmany en ABC

ZP in love

Antonio José Chinchetru en Libertad Digital

Al final resulta que el nombramiento de la ministra SINDEscargas y las presiones del Gobierno para que los privilegiados por los derechos de autor y los proveedores de internet lleguen a un acuerdo (por el momento estancado) para poner fin al intercambio de archivos no tienen como objetivo principal premiar a los de la ceja. Sin duda algo de eso hay, pero la causa principal es otra. El presidente del Gobierno está deseando agradar a su admirado Obama. Y, como buen siervo ante el adorado señor, quiere mostrar avances cuando el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegue a España.

Tanto criticar la relación de Aznar con George W. Bush y ahora resulta que Zapatero está dispuesto a cabrear a media España con tal de contentar al actual presidente de Estados Unidos. Curiosa plasmación de esa coletilla tan repetida la anterior legislatura de la "vuelta al corazón de Europa". Debe reconocerse que si lo que busca el inquilino de La Moncloa es agradar a Obama, ha elegido una manera inteligente de hacerlo. Aunque su calidad artística suela ser muy superior a la de sus equivalentes españoles; los cantantes, actores y directores de cine norteamericanos suelen estar muy situados a la izquierda (con casos extremos como el del baboso castrista Oliver Stone y notables excepciones como Clint Eastwood). Y claro, han sido un apoyo fundamental para Obama. Como en su día lo fueron para los fracasados Gore y Kerry.

Pero como los de aquí, también deben de cobrarse ese apoyo. Allí el precio no es aumentar todavía más la protección de esa mentira llamada propiedad intelectual. No es necesario, en Estados Unidos no existe ni tan siquiera la copia privada y numerosos ciudadanos han sufrido los efectos de una legislación que permite condenar a multas de miles de dólares por la descarga de archivos. El pago que se le exigen a Obama es, por lo que se ve, la presión sobre los gobiernos de los países que en opinión de la industria del cine y la música no combaten lo suficiente el intercambio de archivos.

Ante un ZP in love –aunque no crea en los derechos de autor, exigiré que me paguen si deciden hacer una película con ese título protagonizada por un Bardem, Penélope Cruz y Matt Damon– para Obama debe de ser muy fácil presionar con el fin de contentar al artisteo norteamericano. Cuando un actor estadounidense presente una película en España no le crea si dice que le encanta este país. En un futuro podrían dejarle sin conexión a internet para cumplir con sus deseos.

La sangría del paro y el precio del poder

Emilio J. González en Libertad Digital

¿Y ETA qué piensa de esto?

GEES en Libertad Digital

Atado y bien atado

José T. Raga en Libertad Digital

Hacia el "socialistés"

Amando de Miguel en Libertad Digital

Bicis

David Jiménez Torres en Libertad Digital

Para empezar, que dimita Zapatero

Juan Ramón Rallo en Libertad Digital

Parásitos

José María Marco en Libertad Digital

No olvides bilateralizarte

Pablo Molina en Libertad Digital

Ha sido llegar Manuel Chaves al Gobierno y alcanzar los cuatro millones de parados oficiales, para que luego se diga que el ex presidente andaluz no actúa con eficacia. Sin embargo se trata simplemente de una circunstancia casual, porque de hecho no tiene competencias en la materia (en tal caso andaríamos ya próximos a los cinco millones; no es nadie el tío).

No. Lo suyo son las relaciones bilaterales entre los distintos gobiernos, enmarcadas en un sistema multilateral con ciertas dosis de asimetría para corregir desigualdades históricas. En otras palabras, su misión es seguir unciendo las finanzas nacionales al carro del tripartito catalán para que los amigos de Karma Chacón no dejen a Zapatero con el trasero al aire en el Congreso. Propósito loable donde los haya, claro, sobre todo cuando el responsable de la fechoría hace tantos esfuerzos por disfrazarla con un metalenguaje incomprensible basado en la oscura equivalencia entre los términos bilateral y multilateral.

En la rueda de prensa tras su reunión con Montillet, cada uno junto a la bandera de su país y en la que sólo faltó el servicio de traducción simultánea para que la escena resultara perfecta, fue muy descriptiva la gravedad con la que Chaves se refirió al hecho de que la financiación per cápita de los catalanes esté por debajo de la media española. Eso es algo intolerable, vino a decir el mayor destructor de empleo de la historia de España con permiso de Corbacho, que anda pisándole los talones.

Hombre, más que intolerable se trata de una consecuencia natural de las matemáticas, porque para que se pueda calcular la media de una serie es forzoso que existan elementos por encima de ella y otros por debajo; en otro caso el cálculo carece de sentido.

Así pues, todos debemos ayudar para que la financiación per cápita catalana supere la media nacional. Pero, ¿y el resto de ciudadanos españoles que viven en comunidades igualmente por debajo de la media estatal? Para estos también tiene Chaves una receta, según la cual se trata de una circunstancia que esas comunidades deberán reclamar en el futuro, para lo que el Gobierno de Zapatero está abierto al diálogo. Ah, y sobre lo de reclamar la deuda por los incrementos de población experimentados en las regiones más prósperas, casualmente gobernadas por el Partido Popular, nada de nada, que no estamos para dispendios. Diálogo el que quieran; euros ni uno, salvo para el compañero Montillet. O sea, bilateralidad multilateral.

Mariano, te están engañando

Maite Nolla en Libertad Digital

Zapatero y empleo son términos incompatibles

Editorial de Libertad Digital