sábado, 12 de febrero de 2011

Y ahora, ¿qué hacemos?

GEES en Libertad Digital

Egipto estará todo lo atrasado que se quiera, el islam presentará tantos problemas para la democracia como de hecho nosotros creemos que presenta, pero lo único claro es que quienes iniciaron la revuelta lo hacían pensando en ser como Francia, no como Irán. Es cierto que la presencia islamista ha ido creciendo desde el principio, y han sido los días de oración cuando más andanadas se han soltado sobre Mubarak. Y por supuesto los islamistas son la fuerza mejor preparada y organizada, además de la que más dispuesta a usar la violencia contra los demás. Pero el origen de la protesta muestra que hay vida más allá del islamismo. Y esa es la que nos debe interesar.

(...)

No será Occidente el que lleve la democracia a Egipto, sino la derrota de los Hermanos Musulmanes por los demás. Pero, dada la relación de fuerzas, no llegará sóla ni será posible sin que Estados Unidos y Europa decidan que están del lado bueno. Demasiadas veces se han puesto del lado del fuerte antidemócrata: ¿se van a poner de parte de los Hermanos Musulmanes o de sus futuras víctimas?