viernes, 12 de marzo de 2010

El nido de la serpiente

Antonio Robles en Libertad Digital

Conversación intensa y tensa en el despacho del Decano. Y de pronto, Quin Molins, profesor de la facultad de políticas y responsable de la organización de la conferencia, con determinación, casi rompiendo el aire a gritos, alzó la voz: "No puedes permitir que se suspenda la libertad de expresión una sola vez, porque si se suspende una, se suspenden todas". Y le cantó las cuarenta al Decano. Este sí que le cantó las cuarenta, al Decano y al Titular infame de El Público: "La universidad canta las cuarenta a Rosa Díez". Manera concisa y obscena de resumir la condescendencia con los violentos; porque en el fondo, en este caso también en la forma, el titular fue un descerebrado más de los muchos que esa mañana mancillaron a la inteligencia en la catedral de la razón.

Otro mundo (peor) es posible

Cristina Losada en Libertad Digital

Mientras en Nueva York abundaron los mensajes patrióticos y de unidad "basada en el miedo al terrorismo", en Madrid primaron los "positivos, pidiendo paz y la construcción de un mundo mejor". Tengo para mí que los neoyorquinos también vislumbraron que otro mundo era posible. Uno mucho peor. Uno donde se mata a los infieles, rige la sharia, se lapida a las mujeres y se cuelga a los homosexuales. Y que, por ese motivo, se unieron para defender su mundo, el que solíamos llamar civilización. Una actitud que, según el criterio del CSIC, sería negativa y mero fruto del temor. Pues si matan a cientos o miles de compatriotas, lo valeroso y constructivo es izar la bandera blanca, soltar unas palomas y dejarse de provocar a los agresores. Ah, y correr las cortinas. Así nos ha ido. 

Seis años después, el silencio oficial

Editorial de Libertad Digital

La ausencia de toda referencia al 11-M en las portadas de buena parte de la prensa española no deja de ser una consecuencia más o menos inevitable de su renuncia a la obligación periodística de intentar averiguar siempre toda la verdad. Una verdad que debería buscarse aún con más ahínco en lo referido al mayor atentado de nuestra historia, atentado que además tuvo unas claras consecuencias políticas que a nadie se le ocultan.