domingo, 13 de diciembre de 2009

Mejor prevenir que matar

Como Estepaís es tan poco dado (por no decir nada) al rigor intelectual, se acaban mezclando peras con manzanas y anticoncepción con aborto. Como Estepaís es tan poco dado (por no decir nada) al rigor intelectual, me veo ante la desagradable obligación de tener que soltar dos perogrulladas. A saber:

1.- Impedir que un espermatoziode fecunde a un ovulo no es ningun delito, diga lo que diga la Iglesia católica.

2.- Impedir que un ser vivo (y humano) siga viviendo es el peor de los crímenes. Digan lo que digan las leyes.

Delito legal

Alfonso Ussía en La Razón

Los parlamentarios católicos que voten a favor del aborto podrán sufrir o no, sobre sus conciencias, el peso del pecado. Un problema individual. El otro, el del delito, es colectivo. Legislar a favor de la muerte del ser humano no deja de ser un terrible contrasentido parlamentario. La Ley del Aborto de Bibiana Aído es la Ley del Crimen del inocente. Ya sabemos que es el Parlamento el encargado de legislar. Pero convendría que alguien tuviera respuesta a la pregunta, tan elemental y sencilla, del portavoz de los obispos. O es que no la hay.

¿Saben los diputados qué votan?

César Vidal en La Razón

Sinceramente, no sé cómo hay gente que se extraña de que las viejas tricotosas contemplaran las ejecuciones en la guillotina mientras cotorreaban entretenidas ni de que determinados funcionarios escucharan plácidamente música clásica sin preocuparse de que al otro lado de la pared hubiera infelices que marchaban hacia la muerte en los campos de concentración. Claro que, a lo mejor, nuestros representantes ni siquiera saben lo que votan. Entonces quizá podríamos, como Jesús en la cruz, pedir que el Padre los perdone porque ignoran que son responsables de la muerte masiva de los inocentes.