miércoles, 27 de mayo de 2009

Grossman, un liberal que surgió del frío

Alicia Delibes en Libertad Digital

"Grossman describe un mundo en el que nadie es libre de decidir su destino, nadie puede pensar, juzgar por sí mismo ni luchar siquiera por su supervivencia, un mundo donde el individuo no existe, donde el Estado omnipotente y omnipresente piensa y decide por todos."

"Grossman, que conoció la tiranía del Estado, del "Stalinestado", como llamó al régimen en el que "el espíritu de Stalin y el espíritu de Estado eran una sola cosa", que tuvo que afrontar la vergüenza de quien pierde su dignidad por no ser capaz de plantar cara a la voluntad perversa de un Estado totalitario, se convirtió, al final de su vida, en uno de los escritores que con más ardor han defendido el valor de la libertad individual."

La tormenta perfecta

Ana Nuño en Libertad Digital

"De Ayaan Hirsi Ali a Robert Redeker, de Geert Wilders a Wafa Sultan, mujeres y hombres nacidos en países de la UE o ciudadanos europeos de nueva planta saben a diario el precio que se paga por sostener que el islamismo es el nuevo fascismo."

Contra la igualdad

Gabriel Albiac en ABC

"Cierta Universidad planea implantar una titulación universitaria «en igualdad». Si es igualdad formal, ya existe: se llama Facultad de Matemática. Si va de igualdad jurídica, Facutad de Derecho. Si se refiere a igualdad material..., se llama ignorancia; que es lo único que iguala a los humanos."

Desecho de tienta

Hermann Tertsch en ABC

El trasplante de los caras

Antonio Burgos en ABC

El brazo blando de la ley

Edurne Uriarte en ABC

Espeluznante

Alfonso Ussía en La Razón

Dormir en paz

Cristina López Schlichting en La Razón

Arrogancia fotográfica

Michelle Malkin en Libertad Digital

Deconstruyendo España

Clemente Polo en Libertad Digital

"La última remodelación del Gobierno demuestra que incluso un mal Ejecutivo puede ser reemplazado por otro notoriamente inferior. "

L'Etat c'est moi

Juan Morote en Libertad Digital

"Estos chicos se han creído de verdad que el Estado es suyo, que no tienen que dar cuenta a nadie de sus desmanes y que pueden hacer de su capa un sayo. Y ¡ojito con preguntar!, a ver si te suelto a Leire Pajín para que te llame "fascista"."

Esperanza

Manuel Llamas en Libertad Digital

¿Qué fue de la defensa europea?

GEES en Libertad Digital

Menos ladrillo y más ordenadores

Daniel Rodríguez Herrera en Libertad Digital

Anda Zapatero con la seguridad absoluta de haber encontrado el Santo Grial que nos lleve en la buena dirección y nos haga salir de esta malhadada crisis que nunca existió. Así, le ha dado por obsesionarse con un "cambio de modelo productivo" que consista en "menos ladrillo y más ordenadores". Socialista como él es, considera que semejante cambio sólo puede producirse a base de más Estado, más subvenciones, más intervencionismo. Y como si no hubieran tenido ya bastante, va a empezar a imponerlo por decreto en Andalucía, la de las cifras astronómicas de paro y corrupción, la región en que la mayor empresa y agencia de colocación es "la PSOE".

Es fácil averiguar en qué se traducen en el mundo real estas pretensiones zapateriles. Porque no es que no se haya intentado antes. Contaba Alberto Illán en el Instituto Juan de Mariana la penosa e ilustrativa historia del fabricante de móviles Vitelcom. Nacido en 2001, instalado en el Parque Tecnológico de Andalucía, forrado con subvenciones, parece un prototipo ideal de ese nuevo "modelo productivo" por el que aboga Zapatero. A ustedes, seguramente, no les sonará de nada la empresa. Eso es porque se dedicó casi en exclusiva a diseñar móviles para la marca blanca de Movistar y, claro, no hay quien consiga que la gente recuerde tu nombre cuando nunca se lo has dicho. Curiosamente, mi primer móvil fue uno de ellos: el fabuloso TSM30, y sólo supe de la existencia de Vitelcom cuando me dio problemas y busqué una solución en los foros de internet, donde todo se sabe.

Finalmente, Telefónica cambió de estrategia y, como mala empresa que vive de la subvención y no del mercado, Vitelcom se hundió porque no se había preocupado de encontrar más clientes. El dinero del contribuyente acabó en la papelera y los trabajadores se dedicaron a exigir que los recolocaran en otra parte. La PSOE, parece ser, cumplió. Una gran agencia de recolocación, la PSOE.

Esta es la historia de lo que sucede cuando se pretende crear empresas de alta tecnología por decreto. La anciana IBM, Microsoft, Google, HP, Nokia, Acer, Asus... son todas ellas empresas que conocemos y que han llegado a ser grandes, referentes dentro del mundo tecnológico en el que nos movemos. También tienen en común que no fueron creadas por decreto. Ni siquiera llegaron a funcionar jamás los planes quinquenales, que al fin y al cabo eran más modestos y sólo pretendían producir bienes y servicios básicos y conocidos de antemano. Imaginen si encima se pretende que políticos, burócratas y liberados sindicales decidan qué proyectos son innovadores y cuáles no. No sólo no lo lograrán, sino que es más que probable que haya quien decida en función de súbitos aumentos de su cuenta bancaria.

Zapatero no puede cambiar el modelo productivo. Lo pueden hacer emprendedores como los que fundaron Blusens. El Gobierno tan sólo puede dar facilidades para que surjan y tengan éxito este tipo de iniciativas, bajando impuestos, reduciendo regulaciones y eliminando trámites. Y, sí, reformando el mercado de trabajo, que es uno de los mayores obstáculos con los que se tiene que enfrentar un empresario, especialmente cuando es pequeño y no sabe si arriesgarse a crecer o no, porque los costes de equivocarse son inmensos. Pero eso es justo lo que no hará el presidente del Gobierno. Así que nos tendremos que conformar con menos ladrillo y menos ordenadores

Políticos enanos

Agapito Maestre en Libertad Digital

Bibiana "la pensaora"

José Antonio Martínez-Abarca en Libertad Digital

"Como Aído se siga liando ella sola y las alcachofas continúen a su alcance, terminará por emparentar al feto de trece semanas con unos marcianitos cabezones de origen desconocido."

Licenciado en igualitarismo

Pablo Molina en Libertad Digital

Cualquier proyecto de ingeniería social exige, en sus últimas etapas, la formación integral de profesionales dedicados a imponerlo a los demás con la autoridad intelectual que otorga un título universitario. El cambio radical de una sociedad no puede llevarlo a cabo en solitario una casta política determinada. Necesita la colaboración de un ejército de especialistas para hacer que las ideas de una agenda política sean compartidas por la mayoría de los ciudadanos a quienes van dirigidas. En lugar de la conquista violenta del poder, como antaño, la izquierda prefiere la invasión pacífica de las mentes. Las víctimas se multiplican, pero al menos no muere nadie, cosa que nunca podremos agradecer lo suficiente al socialismo conociendo su trayectoria.

Lo que sorprende del anuncio de estos nuevos estudios de grado es que se haya decidido crear una titulación específica para algo que ya se estudia de forma transversal en cualquier universidad pública española. Sólo hay que darse una vuelta por los pasillos de las facultades de ciencias sociales, tras esquivar las tiendas de campaña de los resistentes al plan Bolonia, para confirmar que las ideas que transmite el profesorado y defienden los alumnos son exactamente las que viene propagando el socialismo desde que se inventó.

La razón de crear este nuevo título universitario es, por tanto, sólo una cuestión de utilidad. Ante los futuros "licenciados en igualdad", la socialdemocracia defendida por todos los partidos ofrecerá un horizonte de grandes posibilidades. Porque nadie pensará a estas alturas que los futuros diplomados en igualitarismo van a competir libremente en el mercado laboral. No. Se trata de que, llegado el caso, el Gobierno implante la obligatoriedad de que exista uno de estos igualitaristas titulados en cada empresa, en cada colegio, en cada departamento oficial, y así hasta donde se quiera llegar. Será un ejército de comisarios políticos, impuesto por decreto a toda la sociedad, encargado de vigilar la estricta observancia de la ideología de género promovida por los socialistas. En unos años, votar a un partido no socialista será considerado no ya de mal gusto, como hasta ahora, sino directamente sospechoso cuando no abiertamente delictivo. Si la derecha continúa sin enfrentarse con coraje a este proyecto involucionista y totalitario y sigue hablando sólo de economía, merecerá todo lo que le pase en el futuro. Incluso sus votantes tendremos nuestra parte de culpa.

Ansón, Franco y el catalán

Pío Moa en Libertad Digital

El Gran Visir de Despeñaperros

José García Domínguez en Libertad Digital

El nepotismo, ese "cambio de modelo productivo"

Editorial de Libertad Digital