martes, 9 de febrero de 2010

¿Y qué?

Alfonso Ussía en La Razón

La señorita Jové sabe que va a volver a España en perfecto estado de salud y en las próximas horas. Que no va a recibir cincuenta latigazos en una plaza pública, ni va a ser apedreada hasta morir, ni se va a ver obligada a pasear detrás de su novio, si es que lo tiene, con el rostro oculto y tapada hasta los pies como una esclava perteneciente al sexo humillado por el Islam, eso tan progresista. La señorita Jové puede seguir en España defendiendo desde su libertad a los palestinos, y nadie se lo va a impedir. Otra cosa es que el Gobierno de Israel estime conveniente devolver a su nación natal a quien no ha renovado su permiso de residencia. En España se han fletado aviones negreros de vuelta a centenares, y aquí paz y después gloria.

Armaggedon

Martín Prieto en La Razón

Jerusalén cuenta con un sistema de submarinos que patrullan el mar Mediterráneo oriental con misiles de carga nuclear que podrían destruir Irán. La situación será, en breve, hirviente, mientras le damos manija a eso de la Alianza de las Civilizaciones. El fanático Ahmadineyad busca Armaggedon, el último campo de batalla del Juicio Final, previsto por el águila de Patmos, San Juan, cronista del Apocalipsis.

Palabras mordaza: derecha

César Vidal en La Razón

Los efectos que esa palabra mordaza tienen sobre nuestra situación actual son para echarse a temblar. De entrada, casi todos sustituyen la palabra «derecha» por «centro» o, a lo sumo, «centro-derecha». A diferencia de Francia o Alemania, donde la derecha se siente orgullosa de serlo y no lo oculta, en España, los representantes de la derecha –salvo que sean nacionalistas– se echan a temblar ante la misma no sea que si reconocen su condición los motejen de «fachas».