domingo, 12 de julio de 2009

Debates en Libertad: Garoña sí, gracias

Censura contra pornografía infantil

Antonio José Chinchetru en Libertad Digital

Que la pedofilia online es uno de los fenómenos, por mucho que sea totalmente minoritario, más repulsivos en internet es indudable. Que debe ser combatida resulta indudable. Sin embargo, para esto último hay que tener cuidado en no atentar contra derechos fundamentales, una prevención que no han tenido los legisladores alemanes a la hora de aprobar la ley por la cual se bloquearán las páginas con pornografía infantil a partir del 1 de agosto. La norma prevé que aquellos germanos que intenten acceder a webs de este tipo se toparán en su navegador con una señal de "stop". Hasta ahí no hay nada problemático.

Donde sí empieza a haber problemas es en quien entregará a los proveedores la lista de sitios que deben bloquear y en quien verificará que dichos listados son los adecuados. La encargada de elaborar dichas listas y transmitirlas es la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA, por sus siglas en alemán), una especie de FBI alemán formado por algo más de 5.000 agentes y dependiente del Ministerio del Interior. Trabajará bajo la supervisión de la Oficina Federal de Protección de Datos, que establecerá un comité independiente encargado de dar el visto bueno al trabajo de la BKA. Lo problemático es que no aparece la intervención judicial por ninguna parte.

Por repulsiva que resulte la pornografía infantil, el bloqueo de páginas web afecta directamente a la libertad de expresión. Por este motivo debería intervenir en todo momento un juez, dado que es algo que repercute sobre un derecho fundamental. En muchos casos resulta evidente que unas imágenes entran dentro de la categoría de pedofilia. Pero en ocasiones la frontera entre esto y el simple mal gusto no es nada nítida, y quien debe decidir en qué lado de línea divisoria se encuentran unos contenidos determinados ha de ser el poder judicial. Si no, el exceso de celo de las autoridades policiales o el abuso por parte de alguien para censurar contenidos incómodos que no tengan nada que ver con esta cuestión antes o después causarán daño a terceros.

A lo anterior se añade otro riesgo. Desde el momento en el que se limita sin control judicial la libertad de expresión por cualquier motivo, con independencia de que éste sea algo tan aparentemente justificable como combatir la pornografía infantil, se abre la puerta a mayores restricciones en esta materia en el futuro. De esta manera, se puede entrar en un proceso en el que de forma progresiva se vayan recortando las garantías ante posibles abusos por parte de las fuerzas de seguridad o el poder político.

En el pasado fue el terrorismo, desde hace unos años una de las razones es la defensa de los derechos de autor y en la actualidad, en Alemania y otros países como España, se incluye también la lucha contra la pornografía infantil. Los motivos aducidos por el poder político para reducir la libertad de expresión y otros derechos, como el de la intimidad, de los internautas no paran de crecer. Si las sociedades abiertas no quieren ir pareciéndose en la red cada vez más a China, no debe bajarse la guardia.

Los complejos de algunos los pagamos todos

Maite Nolla en Libertad Digital

"De forma increíble, pero explicable, el complejo progre ha derivado en que la izquierda ya no sea el garante de la igualdad de todos los españoles, sino que sea el garante de los derechos forales o feudales. Los ciudadanos ya no son iguales por el hecho de ser españoles, sino que dependen del lugar donde viven. Y los territorios ni siquiera son iguales entre ellos, sino que tienen diferentes derechos según la intensidad del nacionalismo. El mundo al revés. La izquierda española es el garante del caciquismo más rancio."

El abuelo ya tiene internet

Pablo Molina en Libertad Digital

Los que trabajamos para Libertad Digital, al menos los que lo hacemos en provincias, llevamos más de un mes evitando dejarnos ver demasiado por la calle. No es por un problema puntual de misantropía, sino porque el ímpetu con que la gente te pregunta cómo van a poder escuchar a Federico (y a César y a Luis) a partir de septiembre está empezando a entrar en terrenos que ponen en peligro tu integridad personal. Dios los bendiga, claro, pero estar en El Corte Inglés rodeado por varias personas que de pronto te reconocen (en las ciudades pequeñas todos nos conocemos) y acto seguido inician un acoso circular para que confieses cómo van a poder sintonizar la nueva emisora de radio de Libertad Digital, es una situación incómoda que conviene evitar en la medida de lo posible, más que nada porque en mitad de esta crisis económica habrá quien, viendo el espectáculo de lejos, te confunda con un moroso al que sus proveedores exigen el pago de numerosos atrasos.

Los hasta hoy oyentes de la COPE (en el futuro Dios y Martínez Sistach dirán) quieren seguir escuchando a los comunicadores que han hecho de la cadena episcopal la segunda de España. Y como la primera vía para escuchar la programación de esRadio fuera de Madrid será internet, a partir de septiembre se va a producir un acceso masivo de nuevos ciudadanos a lo que se ha dado en llamar la sociedad de la información. Personas de cierta edad que jamás habían pensado adquirir un ordenador y una conexión a la red, están ya recibiendo las primeras clases de sus nietos para poder escuchar una emisora cuya presencia a través de las ondas en el lugar en el que viven no está garantizada. Los habrá que aprenderán incluso a chatear para comentar la jugada en directo con sus compañeros de dominó, porque cuando hay interés y se le coge el gustillo, las posibilidades de un medio como internet son prácticamente infinitas.

Miguel Sebastián debería dar un premio a los dueños de la COPE por haber propiciado que muchos ciudadanos que ya habían renunciado a este empeño se incorporen al mundo de las nuevas tecnologías. Y eso sin contar los benéficos efectos que para el reforzamiento de los lazos familiares supone el que abuelos y nietos compartan unas horas al día de clases particulares, impartidas por el niño al que hasta hace pocos años los primeros acompañaban de la mano a la escuela.

Si Rajoy y Zapatero pensaban que se habían quitado un supuesto problema de encima, mucho me temo que a partir de septiembre lo van a tener de nuevo pero multiplicado, porque comienza uno visitando la web de esRadio y acaba leyéndose todas las noticias y la opinión de Libertad Digital, que además coge al ladito. Una tragedia, sí, pero es que Rouco escribe recto con renglones torcidos.

Una encíclica polémica y poco afortunada

Editorial de Libertad Digital

"La Historia nos enseña que toda desconfianza hacia la acumulación de poder por unas élites siempre está plenamente justificada, pues no facilita ni la libertad, ni la solidaridad ni la subsidiariedad, sino que acaba promoviendo la opresión y la tiranía."

jueves, 9 de julio de 2009

La Tertulia de LDTV con Víctor Gago, José María Marco y Carlos Cuesta - 08/07/09

Enfermos de lectura

Lucrecio en Libertad Digital

"Leer por libre es un hermoso fogonazo en el crepúsculo; una elegía por lo ya perdido. Leer, después de la generación de los Maestre, se desleirá en la nada. No quedará recuerdo. Ni verdad. Ni hombre libre. Ni enfermedad. Mundo, tampoco."

Aquí, ahora

Ana Nuño en Libertad Digital

"Está en buena compañía este libro de Federico. Que no desmerece, ni mucho menos, de sus ilustres predecesores y algunos de sus contemporáneos. Eso sí, no me hago ilusiones: el establishment literario español es mayoritariamente dado a honrar los ídolos de la tribu más políticamente correctos. En el mejor de los casos, le aplicarán el clásico ninguneo español, y no dirán nada. Lo que, dadas las circunstancias, en el fondo sería el mejor homenaje que el vicio podría rendirle a la virtud."

miércoles, 8 de julio de 2009

Auschwitz es ahora

Gabriel Albiac en ABC

"Sucedió en Madrid. Hace ocho días. Auschwitz no es aquí cosa del pasado."

Mientras, otros preparan la bomba.

Decencia, please

Hermann Tertsch en ABC

"Las botas militares no pintan nada en el debate político. Ni en Honduras ni en Venezuela ni en Cuba. ¿Estamos de acuerdo? Pero llevamos varias jornadas de escabechina en Xingjian, en el oeste de China y nuestro embajador en Pekín se siente tan feliz y cómodo como si estuviera en La Habana."

Masiva

Alfonso Ussía en La Razón

"No duden que en estos momentos todos los miembros del Sindicato de la Ceja se hallan reunidos en la casa de Pilar Bardem redactando un enérgico manifiesto de protesta por el asesinato de doscientos musulmanes a manos del régimen comunista chino."

Economía y avaricia

Cristina López Schlichting en La Razón

"Me pregunto cuánto hago para que mis hijos adoren el bien, para que lo antepongan a todo lo demás (estudios, dinero, carrera, placer, viajes). Me he quedado colgada de esa última frase de la encíclica: «Aborreced lo malo y apegaos a lo bueno. Como buenos hermanos, sed cariñosos unos con otros, estimando a los demás más que a uno mismo». Suena a otro mundo."

Maldigo mi destino

Eva Miquel Subías en Libertad Digital

"Loquillo siempre ha tenido clara su defensa sin ambages de la libertad de elección lingüística y la crítica a porcentajes idiomáticos aniquiladores en las escuelas públicas, por poner tan sólo un pequeño pero gráfico ejemplo."

¿Nadie recurrirá la Ley de Educación de Cataluña?

Álvaro Vermoet Hidalgo en Libertad Digital

"La estrategia de Alicia Sánchez Camacho consiste en que el único partido nacional que queda en Cataluña presione para que no se defiendan los derechos de los catalanes castellanohablantes ante el Constitucional."

Prohibir los enlaces para salvar los periódicos

Daniel Rodríguez Herrera en Libertad Digital

La industria discográfica no es la única que se está muriendo por no saber encarar una difícil transición. Los grandes periódicos de papel también están sufriendo lo suyo. Sin embargo, y al contrario que otros afectados por internet, lo cierto es que no pueden culpar a la piratería de sus problemas. Tampoco es que los otros sí puedan, pero al menos es una excusa plausible. En cambio, los diarios se enfrentan a un cambio de hábitos, que ha sustituido el papel por la pantalla, y el notable incremento de competencia que ese mínimo cambio ha traído consigo.

El problema para los diarios no es el cambio de soporte. Al fin y al cabo, cuando bajamos al quiosco pagamos sólo una parte del coste de escribir, maquetar, imprimir y distribuir esos cachos de papel; el resto lo sufraga la publicidad. En internet los costes de impresión y distribución se reducen a la mínima expresión, de modo que los anuncios podrían seguir pagando lo que cuestan los contenidos. Pero claro, al haber desaparecido esos costes, las barreras de entrada a la cosa periodística son ahora ridículas y los periódicos se enfrentan a la competencia de, entre otros, ¡sus propios lectores!

Como siempre que sucede un cambio fundamental, una "destrucción creativa" de esas, las alternativas se reducen a dos grandes grupos: adaptarse o morir. Curiosamente la prensa, mayoritariamente progresista en todo Occidente, parece haber optado por olvidarse de Darwin y hacerse creacionista, con lo que se ríen de los yanquis por eso. Así, en todo el mundo se suceden demandas contra Google News por el pecado de poner a disposición de los usuarios los titulares de las principales noticias y ofrecer enlaces para leerlas en los medios que las publicaron. ¿La razón? Que Google gana dinero y "utiliza nuestros contenidos", según los editores de prensa. Sin embargo, el gigante californiano no hace nada que no hagan los propios periódicos, que se hacen eco (o deberían) de las noticias de sus competidores. Simplemente lo hace de forma automática.

En éstas estábamos cuando Richard Posner entró en juego. Para quienes no lo conozcan, que serán muchos, Posner es un jurista norteamericano de reconocido prestigio (pero de verdad, no al Bacigalupo modo) que al contrario que muchos de sus colegas algo sabe de economía, lo que por otra parte probablemente le haya cerrado las puertas del Supremo. Es un "Chicago boy", con todas las virtudes y los defectos que esa etiqueta conlleva. Tiene un blog que escribe a medias con el Nobel de Economía Gary Becker, en el que ambos exponen semanalmente su visión sobre un asunto. ¿Y cuál fue el de la semana pasada? La muerte de los periódicos.

Mientras Gary Becker lamentaba, básicamente por motivos sentimentales, la suerte funesta de la letra impresa, pero admitía que no había riesgos de muerte de la prensa dada la vitalidad que ofrecía internet, Posner parecía no creer que pudiera existir forma alguna de que pudiéramos tener periodismo sin periódicos. Convencido de que hacerse eco y enlazar a las noticias de otro medio es pernicioso para esos grandes diarios que son los únicos que crean contenidos relevantes, exponía dos soluciones, que mostraban su ignorancia del negocio: prohibir el enlace y la cita a los diarios o prohibir el acceso a contenidos protegidos por derechos de autor sin permiso de eso, del autor.

Seamos serios, todos los medios en internet quieren que la gente los enlace, porque es la manera de que se los lea más y, por tanto, ganar más dinero con la publicidad y tener suficiente para crear esos "contenidos diferenciales" que tanto le preocupan a Posner. Además, ya está prohibido acceder a las noticias que los medios quieran proteger, como demuestra el Wall Street Journal; otra cosa es que quieran, porque el diario neoyorquino es el único que ha tenido cierto éxito cobrando por parte de sus contenidos.

Pero el problema de Posner es algo más profundo. Al fin y al cabo, podría haber propuesto la obligatoriedad de enlazar con la fuente del contenido, que sería una medida más razonable dentro del entorno de la web, y que podría evitar casos de vampirismo que todos conocemos. Lo malo es que todas estas medidas son un ataque a derechos fundamentales, para cuya violación las conveniencias económicas no deberían ser razón suficiente. Y perder eso de vista parece ser desgraciadamente habitual para demasiados de los Chicago Boys. Es lo que tiene ser "experto" y "tecnócrata", que a veces se pierde de vista lo más importante.

Las consecuencias de no decir la verdad

Pablo Molina en Libertad Digital

Si todos los altos cargos que han aceptado alguna vez un regalo dimitieran nos quedábamos sin clase política, algo muy higiénico por otra parte dada la calidad de nuestros profesionales de la cosa pública. Pero no serviría de mucho, porque es dudoso que los sustitutos rompieran con la más arraigada tradición de nuestra democracia, en la que la única forma de hacer negocios con la administración es "llevarse bien" con el poderoso.

Lo que llama la atención en el caso de Francisco Camps es que haya sido tan ingenuo como para provocar él mismo la decisión del tribunal de llevarlo ante un jurado popular. El presidente de la Generalidad Valenciana no dijo la verdad cuando fue interrogado por la autoridad judicial, y ningún juez acepta de buen grado que le mientan a la cara. Camps ha sostenido todo este tiempo que él personalmente pagó los famosos trajes de corte italiano, pero hasta la fecha no ha podido demostrarlo. Al contrario, las evidencias recogidas en el sumario indican que jamás lo hizo. Si le hubiera dicho al juez "mire, Señoría, estos trajes me los regalaron, sí, pero esta mañana los he pagado (aquí tiene el recibo) y he ordenado al comercio que devuelva el importe a quien fuera que los pagase, que por cierto no sé quién pudo ser". Todo se hubiera saldado con una multa y Camps se habría dado un baño de multitudes a las puertas del juzgado, con miles de votantes emocionados y agradecidos al primer político de la Historia de España que reconoce un trinque y, además, lo devuelve. Coste económico siete mil euros incluyendo la multa; coste político cero.

Pero como ningún partido político admite que en sus filas haya personajes "regalados", es difícil que el PP, en última instancia una maquinaria de votos como el resto de formaciones, le hubiera permitido semejante acto de honestidad que hubiera evitado el pequeño calvario al que ahora se enfrenta su líder valenciano. Y además con estas temperaturas, bajo las cuales ni la más fina seda italiana te evita el sofocón.

En todo caso, lo más interesante de este asunto es que no se ha producido un trato de favor a cambio del regalo, como el mismo juez reconoce en el auto, por lo que no ha habido cohecho activo ni, en consecuencia, perjuicio para los contribuyentes. Por eso sorprende que en otros casos en los que las arcas públicas sí han sido saqueadas, las fiscalías sean tan remolonas y los jueces tan pacatos. España sigue siendo diferente. Si te regalan cuatro trajes vas a juicio, en cambio si regalas tú una televisión en abierto a los amigos o diez millonazos a la empresa de tu hija ganas las elecciones. Cosas de nuestro hecho diferencial, qué le vamos a hacer.

Tras el español, prohibirán los toros

José García Domínguez en Libertad Digital

"Como es fama, quienes festejan el Correbou de Cardona, al igual que cuantos participan en esos dos centenares largos de encierros que al año se celebran en Cataluña, todos, sin excepción, resultan ser oriundos de Australia."

Menores, criminales e impunes

Editorial de Libertad Digital

"Un adolescente puede no ser del todo consciente de las gravísimas consecuencias que pueden tener ciertos comportamientos temerarios. Apalear y degollar a una chica no es uno de esos casos."

domingo, 5 de julio de 2009

Debates en Libertad: Honduras, el golpe - 04/07/09

En Honduras no hay cuento de buenos y malos

Editorial de Libertad Digital

"Los militares no se despertaron un día y decidieron dar un golpe porque sí. Y Zelaya, con sus acciones encaminadas a subvertir el orden constitucional de Honduras, había perdido todo el derecho a mantenerse en su cargo, según las propias leyes hondureñas. Resulta ridículo que la OEA decida expulsar a Honduras por incumplir su "Carta Democrática" semanas después de proponer a Cuba su ingreso en la organización, invitación finalmente rechazada por la dictadura. Pero el nuevo Gobierno de Honduras, el Parlamento y la Corte Suprema debieron tener en cuenta que un golpe de esta naturaleza era la mejor forma de legitimar a Zelaya cara al mundo, y la peor de restablecer la normalidad democrática tras el asalto del presidente a las instituciones. Han convertido en mártir a un villano."

Esclavos encantados

José Jiménez Lozano en La Razón

"Los hombres ya hemos entregado todo nuestro cuerpo y nuestra alma, nuestra vida y nuestra muerte a los poderes de este mundo, y esa entrega será plena, si ya no existe ni algún rumor de transcendencia que hacía a los hombres orgullosos, porque sabiendo que sólo eran viajeros en el mundo, ya que pertenecían a otro de individuos inefables, no se dejaban tratar como ganado."

miércoles, 1 de julio de 2009

La Tertulia de LDTV - 30/06/09

Honduras y otras honduras.

Profanación de Lorca

Gabriel Albiac en ABC

"La venganza antilorquiana del lorquismo necrófilo culmina en estos años sórdidos. Una familia, cuya sensatez primordial se cifra en saber que García Lorca es una obra. No un despojo. Y, frente a esa racionalidad atormentada de los únicos que algo tienen que decir sobre el lugar y el modo en que repose su muerto, la barbarie fría de los desenterradores. A los que, a fin de cuentas, nada duele en esta historia. Y que, del dolor ajeno, calculan sólo el número de votos cosechable."