domingo, 25 de abril de 2010

Tocata y fuga

Mientras los cristianos son marginados, perseguidos o asesinados en los países musulmanes, la Iglesia católica defiende el "derecho" (obligación, en realidad) de las musulmanas a llevar la cabeza cubierta en los países ayer cristianos, hoy en vías de islamización. ¿Y qué decir de políticos e "intelectuales"? Mejor me callo. Andan muy ocupados los "pobres" reescribiendo la Historia.

Occidente se va a hacer puñetas. Y con él la civilización occidental: cristiana, humanista, democrática... O sea, "la" civilización. Que Alá se apiade de nosotros.

Un servidor se va a escuchar a Bach.

viernes, 23 de abril de 2010

Cervantes y Shakespeare

Ignacio Ruiz Quintano en ABC

No soy biólogo, pero alguna explicación habrá para el hecho de que la literatura occidental haya pasado de Shakespeare y Cervantes a Rowling y Muñoz Molina.

Esta es sin duda la frase del día. Del Día del Libro.

Vaya semanita

Florentino Portero en Libertad Digital

La política de Obama respecto de la cuestión iraní ha sufrido una crítica constante y contundente desde que la planteara por primera vez durante la campaña electoral. Entonces era la senadora Clinton quien más duramente ponía en evidencia su inconsistencia. Hoy a ella le toca ejecutarla, con un entusiasmo fácilmente descriptible, mientras republicanos en Estados Unidos y muchos otros en todo el mundo continuamos llamandola atención tanto sobre su falta de viabilidad como, y sobre todo, las consecuencias que el acceso de Irán al arma nuclear tendrán tanto para la seguridad regional como para el más que incierto futuro del régimen de no proliferación. En pocas ocasiones ha quedado tan de manifiesto el fracaso de esta política como en esta semana, sin duda aciaga, para el presidente Obama y sus máximos colaboradores en materia de política exterior y defensa.

El secretario de Defensa Gates ha tenido que reconocer que no hay nada previsto para el caso de que fracase la vía diplomática e Irán logre dotarse de armamento nuclear. Nunca lo hemos dudado, ni los que seguimos la política norteamericana ni las autoridades iraníes. Y ese es el problema, eso es lo que echaron en cara al entonces candidato tanto Clinton como McCain. Sin la amenaza creíble del uso de la fuerza difícilmente Irán cederá en su propósito. Si de verdad se quiere resolver un problema a través de la diplomacia, lo primero que hay que hacer en temas de seguridad internacional es dejar claro que hay otra vía y que se está dispuesto a utilizarla. Obama no lo ha hecho y ha convencido a los iraníes de que es un nuevo Carter y como a tal le están tratando. El Departamento de Estado se está empleando a fondo para lograr que China y Rusia apoyen sanciones contundentes contra Irán en el Consejo de Seguridad. Al final algo lograrán, pero será tarde e insuficiente.

Un acuerdo franco-norteamericano permitió una acción conjunta para aislar a Siria tras el asesinato de Hariri. La política funcionó y el Gobierno de Damasco se resintió, cediendo posiciones. Con la Administración Obama se ha dado un giro importante en la idea de que se puede avanzar más desde el diálogo que desde la coacción. Ha nombrado como embajador a un veterano en estas lides que, cuando estaba cerrando las maletas, se encontró con la noticia de que Siria está pasando misiles Scud a Hizbolá como preparativo para una guerra con Israel que cada día sentimos más próxima. Desde luego no hay nada como el diálogo, sobre todo cuando en el camino se ha perdido la autoridad. Como apunté en su momento, junto con otros muchos comentaristas, el famoso discurso de Obama en El Cairo ha tenido como primer efecto una pérdida de credibilidad de Estados Unidos. Si para el presidente norteamericano es importante ser bien visto por el conjunto del islam, está perdido. En esa parte del mundo el respeto se gana con coherencia y disposición al combate para defender los intereses nacionales. Cualquier otra vía sólo logrará convencer de la propia debilidad.

Desde la llegada de Obama a la Casa Blanca, Irán se siente menos presionado y Siria mucho más aliviada de la presión a la que fue sometida. Juntos arman y aleccionan a Hizbolah, el ariete con el que provocarán la próxima guerra con el objetivo de movilizar a la opinión pública musulmana en su favor y de romper la ligazón entre Israel y el bloque occidental. Ellos saben lo que quieren y están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias. Nosotros tenemos claro lo que no queremos y, como no estamos dispuestos a hacer lo necesario para evitarlo, al final nos encontraremos con el peor de los escenarios.

No es lo mismo vender que robar

Jorge Valín en Libertad Digital

Desde un punto de vista económico, si nosotros consideramos que el iPad es un "sacacuartos", no lo compramos. Da igual la opinión del presidente de Apple. No nos puede imponer comprar nada. En cambio, si el Gobierno considera que algo vale la pena, lo impone mediante una combinación de persuasión y fuerza sin preguntar a nadie.

Pobres pero campeones

Rogelio Biazzi en Libertad Digital

Está bastante claro que dentro de la función de utilidad de ZP no está ni por asomo España. Al menos en el sentido altruista de desear que sus compatriotas vivan lo mejor posible, sentimiento que, dicho sea de paso, debería estar en todos los políticos. Esto no se aplica a cualquier ciudadano de a pie que, aunque pudiera serlo, no tiene por qué buscar el bien común. Pero sí debería formar parte del ADN de quien se dedica a la política... como a los jueces debería preocuparle la justicia, a los médicos la vida y a los cooperantes el desarrollo de los pueblos. Lo que sí motiva a ZP es el poder y el deseo de ser recordado por algo bueno, algo grande. Y así es que a nuestro leonés le brillan los ojos de ilusión al verse levantando la copa del mundo y festejando junto a una multitud enardecida ser el presidente que llevo a España a la gloria más alta. Aunque la alegría de la gente duré un segundo, unos días, semanas o incluso meses, eso a él le durará para siempre.

El velo y su camuflaje

Cristina Losada en Libertad Digital

Los socialistas tienen que camuflar, antes que nada, la vinculación del velo islámico con la religión, así que lo definen como un símbolo de identidad cultural. El islam no es una religión, ¡es una cultura! Por ello, esos apóstoles del laicismo pueden ser tolerantes con el hiyab y hostiles con los crucifijos y las tocas de las monjas. Y, como se trata de una cultura, la inferioridad de la mujer respecto al hombre también es aceptable y encantadora. La sociedad occidental viola la sagrada diversidad cuando intenta imponer la igualdad de la mujer a otras culturas. Tal es el mensaje.

Descomposición total

Agapito Maestre en Libertad Digital

Podemos tener mucha fe en el poder intelectual, o mejor, en los medios propios de la vida intelectual, por ejemplo, la crítica, la comunicación pública, la argumentación, la investigación, etcétera, pero nada de eso, reitero, tiene lugar en el espacio público. Y si no existe una vida pública normal en el ámbito intelectual, entonces no vale para nada tener una idea imaginativa, una solución técnica contra la crisis económica o, sencillamente, exhibir el poderío público de un buen argumento. En otras palabras, podemos seguir trabajando por un público vivo, exigente, despierto, pero reconozcamos lo obvio: no se crea opinión pública. La mayoría de los medios de comunicación, incluidas las tertulias políticas radiofónicas o televisivas, lejos de crear una comunicación política sana, están al servicio del Gobierno.

España se rompe

Emilio Campmany en Libertad Digital

Ahora, socialistas y populares se dedican en las comunidades autónomas que gobiernan a defender sus intereses particulares frente a los del resto de comunidades y, por supuesto, en contra del interés general que, al parecer, ya nadie defiende.

Claro que España se rompe. Lo hace poco a poco, pero con decisión. Está cerca el momento en que podamos gritar satisfechos: "¿lo veis como yo tenía razón?". Entonces, los ciegos, tibios e insensatos que nos prometieron y aun hoy prometen que España no se rompe no tendrán más remedio que dárnosla. La pena es que será demasiado tarde y ya nada podrá hacerse.

¿Y si el mal fuera el catalanismo?

Antonio Robles en Libertad Digital

Desenmascarar su naturaleza antiliberal, no será sencillo. Serán necesarias altas dosis de pedagogía y salvar de su desvarío los legítimos derechos culturales y lingüísticos que ha secuestrado para abrir zanjas entre unos catalanes y otros y entre unos catalanes y el resto de españoles. No será fácil separar, hacer comprender a todos los que de buena fe creen ver en él el instrumento para defender con eficacia la lengua y cultura propias, que esos y otros derechos quien los garantiza de verdad no es la quimera de una nación romántica futura, sino el Estado de Derecho que todos nos hemos dado y que garantizan las reglas constitucionales. Precisamente esas reglas que quieren romper una vez más, como vulgares españolazos.

La insurrección de CiU

Editorial de Libertad Digital

España es, al menos sobre el papel, una democracia liberal. Eso significa que no todo lo que se vote en un parlamento o en un referéndum es admisible, sino que tiene que ajustarse a Derecho y, especialmente, a la principal norma del ordenamiento jurídico, que es la Constitución. Los regímenes en los que lo único que cuenta es el voto pueden ser sin duda democracias, pero no presentan el aspecto que asociamos a las mismas: las de un país serio, próspero y confiable. Y es que, reduciendo al absurdo el argumento de Mas, conviene recordar que Alemania votó a Hitler, y su dirigente electo decidió asesinar a 6 millones de personas por el mero hecho de ser judíos. Según las "razones" del líder de CiU, fue un comportamiento impecablemente democrático, ya que las leyes deben estar al servicio de esa "esencia de la democracia" que es el voto, y no al revés.

jueves, 22 de abril de 2010

¿Dónde está Bibiana Aído?

Edurne Uriarte en ABC

Proclamó Bibiana Aído hace dos años que «las tradiciones culturales que no respetan a la mujer no han de ser respetadas». Pero le cayó un rapapolvo de De La Vega y desde entonces huye de la defensa de la igualdad de las mujeres musulmanas como de la peste, como ayer en el Congreso. Que se las arreglen, como los homosexuales y calvos con Evo Morales.

Samaranch y la memoria

Hermann Tertsch en ABC

Quede claro que mi respeto por el señor Samaranch y su trayectoria es máximo. Como lo es por tantos hombres y mujeres que lograron desde dentro y fuera del pasado régimen una transición pacífica a la democracia. Pero tiene gracia que aquellos que ahora agitan el fantasma de la Falange cuando no es nada se olviden o oculten que Samaranch fue mucho en la Falange cuando ésta lo era todo.

Legitimidad carismática

César Vidal en La Razón

Si los tribunales se pliegan ante los que impulsan visiones alternativas de la legitimidad podemos dar por liquidada la democracia y por instaurado un régimen liberticida. Incluso aunque, como dejó de manifiesto Mussolini, el rey continúe algún tiempo en el trono.

Partitodictadura

Alberto Gómez Corona en Libertad Digital

Así como la falta de competencia en la televisión degenera en la televisión generalista y ésta en la telebasura –que es el mínimo común denominador morboso de sexo, violencia y escándalos que maximiza la audiencia– la supresión de las ideas políticas diferentes a las de los líderes genera una degeneración de la política hacia su propio mínimo común denominador, que maximiza el número de votos.

Aguantó

Clemente Polo en Libertad Digital

De nada sirve que los nacionalistas catalanes y la Generalitat afirmen que los niños catalanes conocen el castellano tan bien como el resto de los españoles –aseveración, por cierto, que dista mucho de ser verdad. Esa no es la cuestión: lo que se dirime es el derecho constitucional de los catalanes a educarse en castellano. Como tampoco la cuestión era si los catalanes aprendían bien el catalán en su casa durante la dictadura de Franco, sino el reconocimiento del derecho a educarse en catalán. En ocasiones, haciendo gala de un cinismo vergonzante, los nacionalistas catalanes afirman que no hay demanda de educación en castellano. Pues si tan convencidos están de ello, ¿por qué no permiten a los colegios ofrecer educación en castellano?

Adhesión inquebrantable

Serafín Fanjul en Libertad Digital

Si los unos pretendían arrebatarnos por "rojos" (aunque cada uno fuésemos de nuestro padre y nuestra madre) hasta la nacionalidad y la esencia, los otros intentan despojarnos, por "fachas" (ellos deciden quiénes lo son), nuestros derechos civiles y políticos.

A por los católicos

GEES en Libertad Digital

Como bien decía Irving Kristol hace ya años, no nos equivoquemos: se puede pedir a los jóvenes que caminen con ceniza en la cabeza y de rodillas hacia Roma, pero no se puede transigir con quien pretende destruir la Iglesia, ni aguar las convicciones para contentar a los que no solamente no se van a contentar sino que están empeñados en aniquilar cualquier ansia por la verdad y el bien allí donde los vean.

Nunca se está demasiado frustrada

Cristina Losada en Libertad Digital

Cuando se es una privilegiada por la fortuna (en este caso, del marido) y, al tiempo, progresista, hay que compensar. Digamos: "No me falta de ná, pero no os podéis imaginar qué mal lo paso".

Samaranch

José García Domínguez en Libertad Digital

Concedidos los Juegos, supremo capital político que podría exhibir el PSC, el ya absuelto Samaranch pasó a ser admitido como "un dels nostres".  Asunto que en Cataluña nunca resulta baladí.

Tajo de muerte al Estatuto

Editorial de Libertad Digital

Lo que se debe buscar en un estatuto son normas, lo más claras y menos numerosas posibles, acordes todas ellas a la ley suprema que es la Constitución. Pretender, por el contrario, que los estatutos sean una especie de programas de Gobierno –para colmo sumamente intervencionistas– es convertirlos en mamotretos políticos que, lejos de limitarse a señalar claramente a lo que deben atenerse las comunidades autónomas, parecen invitarles a inmiscuirse en cosas tan ridículas como el folclore o, por no salirnos del tema, la regulación de los caudales de los ríos que las atraviesan.

miércoles, 21 de abril de 2010

¿Qué sería de nosotros sin ella?

Maruja Torres vuelve a España "excitada" para luchar contra la "extrema derecha"

¿Qué sería de los españoles sin Maruja Torres? ¿Qué sería de la izquierda, siempre tan moderados ellos, sin la "extrema derecha"?

Desmemoria histórica

Carrillo defendía la Amnistía en 1977: "Queremos hacer cruz y raya sobre la guerra civil de una vez para siempre" (Fernando Díaz Villanueva en Libertad Digital)

Adiós al «juez Hércules»

Benigno Pendás en ABC

Montesquieu no podría reconocer su teoría de la división de poderes en nuestra democracia mediática. Antes neutro y casi invisible, el poder judicial se transforma a día de hoy en elemento activo y partidario. Basta con ser ambicioso y osado para encontrar el hueco en una sociedad de masas que necesita identificar al responsable de la noticia y muestra una antipatía natural hacia el lenguaje abstracto y el servicio objetivo a las instituciones. Por esta vía espuria, un vendaval encarnado en jueces falsamente justicieros irrumpe con fuerza en el imaginario colectivo, ya sea para impulsar con argumentos creativos una justicia cósmica, ya sea para disputar a los políticos el lugar principal en las portadas y las tertulias. 

O velo o ciudadanía

Gabriel Albiac en ABC

No, el hiyab -como las otras variantes del velo islámico- no es ornamento ni atuendo. Es signo litúrgico. Que dice lo que dice. Lo que el Libro al cual debe fe el musulmán dicta: la propiedad sobre la hembra del varón. En suma, lo anticiudadano. Eso prohíbe la nueva ley francesa. Nadie puede, en la República, desposeer a nadie de la condición ciudadana. Ni de sus símbolos. O velo o ciudadanía. No ambos.

Desenjaulemos a Sonsoles

Antonio Burgos en ABC

Según anuncia «Vanity Fair», que es como el BOE para el pijerío de izquierdas (sector Visa Oro), Sonsoles está hasta el mismísimo Logroño de vivir en la Moncloa. Se siente enjaulada. Como en una sartén hirviendo. La señora añora la tranquilidad de la vida en provincias. ¡Qué lástima de hija! Se impone, pues, organizar una campaña (electoral mismo) para que esta pobre mujer deje de sufrir. No hay derecho a que esta señora lo esté pasando tan mal viviendo de gañote en la Moncloa. ¿No salvan al lince de Doñana? ¿Por qué no hemos nosotros de salvar a Sonsoles de la Moncloa? Si se siente enjaulada, hay que desenjaularla inmediatamente, ¡Puerta, Camino y Mondeño! Y si añora la vida en provincias, debe volverse inmediatamente a León. De donde nunca debía haber salido. Ni ella ni el marido.

La princesa enjaulada

Ignacio Camacho en ABC

Una vez, en alguno de esos gélidos salones en cuya penosa intimidad laten los problemas de España, el presidente Zapatero -lo ha contado él- levantó la vista de un mazo de informes y le hizo a su mujer una confidencia estremecedora: «Ni te imaginas, Sonsoles, la de cientos de miles de españoles que podrían ser presidentes del Gobierno». He ahí el autorretrato de una política, la de Míster Chance. Cualquiera podría hacerlo igual: es tan fácil, no tiene mérito ni importancia, no se requiere preparación ni competencia, sólo estar en el sitio adecuado en el momento oportuno. Y sin embargo, no cientos de miles, sino varios millones de ciudadanos, ingratos y desabridos ellos, estarían encantados de que el presidente fuese alguien con un poco más de cualificación y responsabilidad, aunque gobernar le costase más trabajo. Y otros tantos vivirían con sumo agrado y holgura en el inconfortable palacete que consume con su aislamiento forzoso los bríos de independencia de su sacrificada inquilina.

La sartén hirviendo

Ángela Vallvey en La Razón

Como dice el cura que casó a Sonsoles y a José Luis: ahora Sonsoles es más rebelde que cuando era joven. Y yo también. Supongo que debido a la influencia de su fenomenal marido (al menos en mi caso, no sé en el suyo).

Romance del beso

Alfonso Ussía en La Razón

Ni Romeo, ni Julieta,/ ni Julieta, ni Romeo,/ ni antaño Sergio y Estíbaliz,/ o Grace Kelly con Rainiero,/ o el Marqués de Santillana que era un salido tremendo/ con la Mozuela de Bores/ que le puso en grande aprieto,/ porque sintió entre sus calzas/ sospechosos movimientos,/ ni Rubén velando nubes/ y sollozando en el pecho/ de aquella niña con rizos/ toda temblando de miedo,/ han conseguido un amor/ tan puro y tan verdadero/ como el de Alberto y Pilar,/ como el de Pilar y Alberto.

¿Son arte los videojuegos?

Daniel Rodríguez Herrera en Libertad Digital

Hará cosa de cinco años, Roger Ebert, crítico de cine del Chicago Sun-Times, provocó una airada reacción del mundillo de los videojuegos cuando escribió que no sólo no eran arte, sino que nunca lo serían. Ahora ha vuelto a insistir sobre el particular. Su argumento principal parece consistir en que un juego no sólo es algo interactivo, sino que es algo que se puede ganar o perder, algo que escaparía a su definición de arte. Por otro lado, los videojuegos no son la expresión de nadie particular, sino un producto industrial en el que participan muchas personas, sin que la, digamos, visión de ninguno de ellos tenga una importancia tal sobre el producto final que pueda calificarle de artista.

El debate seguramente seguirá con nosotros durante bastantes años, al menos hasta que alguna universidad con más o menos renombre decida hacer cursos sobre el arte de los videojuegos y éstos pasen oficialmente a convertirse en el noveno arte, o el que sea, que no llevo mucho la cuenta. Es decir, cuando el establishment académico decida que uno pueda ganarse la vida en la universidad con el sesudo estudio de las virtudes artísticas de los trabajos de Sid Meier o Will Wright. No acaba de estar claro qué es arte y qué no lo es, si existen requisitos estéticos, si debe expresar necesariamente ideas o emociones... llevamos ya más de un siglo con esta discusión, y no creo que llegue a terminarse nunca.

Aunque pueda suponer no definirme mucho, creo que al final terminamos llamando arte a lo que en general la gente considera arte. De ahí que las bazofias que inundan los museos de arte contemporáneo, y que me disculpen los fans de cuadros monocromos por semejante atrevimiento, reciban el epíteto de "arte" y, sin embargo, tuvieron que llegar los sesudos cinéfilos franceses para que John Ford fuera considerado un artista. Es un problema padecer semejante indefinición, especialmente siendo uno un informático acostumbrado a los unos y los ceros, el sí y el no.

En cualquier caso, los argumentos de Ebert parecen más producto de tener clara la conclusión a priori, y estar buscando razones para mantenerla. El videojuego no se diferencia mucho de una película en cuanto a su carácter industrial, y al igual que hacemos rutinariamente con el cine, no es difícil distinguir las obras de autor. Y en cuanto a que en ellos se gana o se pierde... ¿consideraría Ebert que un videojuego no es un arte, pero sí cuando es jugado por alguien y otro lo observa, convirtiéndolo entonces en algo más similar a una película?

No cabe duda de que los videojuegos contienen arte: sus bandas sonoras no tienen mucho que envidiar a las del cine y, de hecho, en ocasiones sus compositores alternan las películas y los juegos; los modelos en 3D de los personajes se diferencian de la escultura en que no hay que tallar nada y muchos gráficos poco tienen que envidiar a las pinturas, aunque no se usen pinceles. ¿Es arte el conjunto? ¿Es sólo artesanía? Pues si la "mierda de artista" es arte, aunque sea lo que su título indica, no tengo duda de que muchos videojuegos también lo son.

¿Importa este debate? Hasta cierto punto. Que los videojuegos sean arte podría permitir a sus creadores buscar que sus gobiernos los subvencionen, algo que ya van camino de conseguir en España, donde todo pedigüeño encuentra excusa para vivir del Estado. Pero también facilitaría que se frenaran al menos algunos de los intentos por prohibir su venta o cambiar sus contenidos para edulcorarlos. No los de Venezuela, claro, pero quizá sí los de Alemania o Suiza. Una cosa es restringir su venta para asegurarse que sólo lo compren adultos y otra es, directamente, prohibirlos. Pero fuera de ahí, que los juegos sean arte o no sólo afecta al íntimo orgullo de jugones, que quieren que lo suyo tenga algo más de prestigio, y profesionales de las demás artes, que no quieren repartir lo suyo con más gente.

Tan infame como inconstitucional

Pablo Molina en Libertad Digital

En la España de Zapatero es suficientemente conocido que la evidencia de que una norma es inconstitucional no representa el menor desprestigio para sus autores. De hecho, cualquier disposición emanada de una comunidad autónoma que no vulnere dos o tres capítulos enteros de la Carta Magna hace quedar a su clase política como un puñado de meapilas, incapaces de avanzar en la construcción de la España plurinacional, cuando no como traidores contumaces hacia las aspiraciones del noble pueblo que representan. La observancia de la jerarquía normativa, con la Constitución Española en el vértice del ordenamiento jurídico, sólo es ya el entretenimiento de juristas ociosos que ya han renunciado por consunción de turnos a la cátedra universitaria.

Sin embargo, aunque no de facto, la CE sigue vigente en el papel, y en ella podemos leer, llegados a su artículo 149, una serie de competencias atribuidas con carácter exclusivo al Gobierno de la nación entre las que figura en el lugar vigésimo segundo (o veintidosavo si nos lee algún Solana Madariaga) tal que la siguiente: "La legislación, ordenación y concesión de recursos y aprovechamientos hidráulicos cuando las aguas discurran por más de una Comunidad Autónoma".

En otras circunstancias sorprendería que ni un sólo partido de ámbito nacional reparara en que ninguna comunidad autónoma puede atribuirse la capacidad de decisión sobre el agua de los ríos que transcurren parcialmente por su territorio, pero hemos llegado a una situación en que la sumisión a los preceptos constitucionales es considerada una traición al terruño con efectos devastadores en términos electorales.

El intenso paripé, ausente del menor atisbo de vergüenza ajena, que están protagonizando PP y PSOE para intentar salvar la votación de mañana sólo certifica que, tras el aldabonazo del estatuto de Cataluña, España es ya un territorio de bandolerismo político en el que todo vale salvo respetar las leyes. La situación es de un bochorno tan siniestro que si el PP votara mañana en contra del estatuto castellano-manchego en un arrebato de sensatez, su secretaria general y candidata a la presidencia de esa comunidad autónoma sería declarada enemiga del pueblo y con toda seguridad perdería las elecciones del próximo año.

El estatuto de Castilla-La Mancha vulnera la constitución, como todos los de cuño reciente, y condena al desastre económico a las regiones del Levante, a las que impide el aprovechamiento de los recursos hídricos sobrantes que, exactamente igual que los que resultan necesarios, no son de una comunidad autónoma sino de todos los españoles. La vergüenza nacional, si alguien no lo remedia, se consumará mañana en la comisión constitucional del Congreso. En la presidencia, Alfonso Guerra, hermano de "mienmano" y asesino confeso de Montesquieu. La España de Zapatero no podría encontrar otro político más apropiado.

Aguas mayores

José García Domínguez en Libertad Digital

Aquí, en materia de garrulería pedánea y ombliguismo caciquil, no hay siglas que valgan. Lo mismo da que la marca de la franquicia nacional responda por PSOE o por PP, el interés siempre mezquino de la aldea ha de imperar sobre aquello que en tiempos no tan lejanos se llamaba el bien común. ¿Aunque quién recuerda ya que el trasvase Tajo-Segura, ése que tanto irrita a Barreda, lo materializó Franco siguiendo a pies juntillas el proyecto de Indalecio Prieto, que era socialista a fuer de español y no por haber morado en tal o cual terruño? ¿O que fue Josep Borrell, otro socialista con sentido del Estado, el hacedor del Plan Hidrológico que luego apadrinaría aquel difunto PP regeneracionista y nacional de Aznar? Cospedal seguro que no.  

La honradez de Rajoy

Pío Moa en Libertad Digital

Rajoy tiene dos convicciones firmes: el poder y la economía, o una combinación de ambas, el poder de la economía o la economía del poder. Su programa consiste en eso: "es preciso echar al Gobierno actual y colocarnos nosotros en su lugar". Y mucha gente sólo sueña con que se vaya Rodríguez, sin pensar en quién será el sustituto, es decir, un señor que ha dado sobradas pruebas de su disposición a traicionar cualquier valor o promesa en nombre de la economía y el poder.

Bono y sus amigos

Agapito Maestre en Libertad Digital

¿Podrían alguien decirme cuál es la principal obra política de Bono? ¿Alguno de sus amigos, de los cientos que exhibe, podría relatarme su gran obra en la Junta de Castilla-La Mancha o al frente del Ministerio de Defensa? Sospecho de este hombre, en efecto, porque no tiene una sola idea de Estado dentro de la nación española. Decir Bono es decir impostura política. Todo en este parlamentario es impostado. Su última impostura va, sin embargo, más lejos: porque se ha negado a ser investigado, como cualquier otro parlamentario, por una Comisión, puede afirmarse que eso no es engaño ni impostura. Eso se llama secuestro de la institución parlamentaria por parte de su presidente. He ahí la prueba más relevante de mi sospecha política. 

El insostenible despilfarro autonómico

Editorial de Libertad Digital

Mientras que las comunidades son "autónomas" para decidir en qué se gastan o malgastan el dinero del contribuyente, no lo son sin embargo para responsabilizarse ante ellos del costo político que supone su recaudación. Así, mientras la administración central debe soportar el coste en términos electorales que implica una política fiscal expansiva, las comunidades autónomas se dedican tan sólo a gastar el dinero que le transfiere la administración central. Así se anulan en la práctica los controles al gasto que sí podría generar una auténtica descentralización liberalizadora y competitiva como la que se daría si cada autonomía fuera la responsable de recaudar aquello que pretende gastar.

martes, 20 de abril de 2010

El problema con Irán

GEES en Libertad Digital

Israel se está quedando sólo ante un peligro que no sólo afecta al Estado judío, sino a toda la comunidad internacional, empezando por los regímenes tradicionalistas del Golfo y acabando en los Estados Unidos, tras pasar por Europa. Hacer que la bomba iraní sea un problema exclusivo de Israel no sólo es una grave injusticia, sino un error estratégico.

La corrupción del intervencionismo estadounidense

Ángel Martín Oro en Libertad Digital

Todo esto me lleva a una última reflexión: la decadencia moral de la sociedad. Juan de Mariana, quien escribió hace 400 años, denunció el exceso y abuso de poder del gobernante, no solo explícito sino también implícito –la inflación–, llegando incluso a justificar el tiranicidio. Thomas Jefferson –padre fundador de EEUU–, alertaba en el siglo XVIII de todo tipo de extralimitación del poder político, condenando, por ejemplo, la deuda pública. Los colonos norteamericanos se rebelaron contra los abusos de Gran Bretaña y se independizaron de ésta. La sociedad actual, sin embargo, permanece casi impasible, por mucho que se hable, y por mucha palabrería.

¿Podemos hablar realmente de progreso?

La Justicia que padecemos

Ignacio Moncada en Libertad Digital

Suele decirse que el liberalismo es tan abierto que no hay dos liberales iguales. Pocas corrientes de pensamiento disfrutan de tanta riqueza ni de tanta diversidad. Mientras el sectarismo es la argamasa que unifica otras ideologías más monolíticas, el liberalismo lo suple con dos o tres principios irrenunciables de los que cada cual extrae las consecuencias con las que va conformando su forma de pensar. La fuerza de este núcleo ideológico es la que ha convertido al liberalismo en una de las filosofías políticas y económicas más influyentes de la historia reciente. Y uno de estos principios es la necesidad de una administración de la Justicia lo más eficiente e independiente posible. No le vendría nada mal a España, a día de hoy, repasar este punto.

La Justicia que padecemos

Gabriel Moris en Libertad Digital

A nuestros comentarios sobre los posibles autores materiales e intelectuales del atentado, partiendo siempre de lo que en su día se convino en llamar "versión oficial", el juez [Bermúdez]nos hizo un comentario que todos grabamos en nuestra memoria: "Olvidaros de los moritos, éstos no tienen capacidad para llevar a cabo un atentado tan técnico como el de los trenes". Basaba su afirmación en su dilatada experiencia sobre el terrorismo islamista. Ante nuestra pregunta sobre quién podía ser el autor de los atentados nos respondió que "ello era fruto de una mente diabólica". No nos precisó más ni nosotros insistimos sobre el asunto.

Una policía política

Guillermo Dupuy en Libertad Digital

Ya no reclaman abiertamente para sí todo el poder, tal y como hacia Lenin para los soviets, pero está visto que las pulsiones totalitarias del socialismo siguen ahí. Si la proclama guerrista de que "Montesquieu ha muerto" les sirvió para atentar contra la división de poderes, la obsesión de los socialistas por controlarlo todo ha llegado en esta legislatura hasta el Cuerpo Nacional de Policía. Según publicaba El Mundo este lunes, desde que el PSOE se hizo cargo de la seguridad del Estado, los cargos de "libre designación" en el Cuerpo Nacional de Policía se han incrementado en un 25,16 por ciento. Así, y gracias a la reforma del Catálogo de Puestos de Trabajo que el Gobierno de Zapatero aprobó el año pasado, todos los comisarios principales, los comisarios y los inspectores jefe son ahora "cargos de confianza" de los mandatarios socialistas.

El fin de los bloques

Cristina Losada en Libertad Digital

Zapatero y compañía quieren hacer pasar por progresista la fragmentación de la nación española, la liquidación de la soberanía del pueblo español y la creación de feudos con traje y complementos de naciones. Sostienen que sólo se oponen a ese lindo proyecto los conservadores, la derecha, la caverna y cuantos desean regresar al centralismo de la época de Franco. Pues bien, ahora es un magistrado progresista, estudioso de Manuel Azaña, el que cuestiona el Estatuto. ¿Dirán que se ha pasado al PP, como afirmaron del Defensor del Pueblo? Y, ya puestos, ¿en qué bloque meterán a Azaña?  

Belén Esteban

José García Domínguez en Libertad Digital

Será que Esteban simboliza la definitiva democratización del glamour; el final metafórico de la lucha de clases con el asalto del pueblo llano, de las masas que se decía cuando entonces, al papel couché, esa última trinchera, la del exhibicionismo social, que aún no habían rendido las viejas elites en retirada. De ahí, quizá, la ecuménica fascinación que despierta el personaje tanto dentro como fuera de Ferraz. Aunque también representa algo más esa Esteban, a saber, la irreversible fractura del canon cultural que, generación tras generación, se había encargado de mantener en pie la escuela. Así, de modo parejo a Sinde y el propio Zerolo, la tal Belén ilustra con su vida y milagros que el éxito nada debe al trabajo ni al esfuerzo personal.

Zapatero no se va a ir por consejo de su mujer

Editorial de Libertad Digital

Es posible que advierta que el único modo de llegar a la Moncloa es presentando batalla en la Oposición. A José María Aznar le costó dos legislaturas completas de desgaste porque, a veces, la uva, aunque esté muy madura, no termina de caerse y se pudre colgada de la vid. Esperar que Zapatero se vaya a ir por consejo de su mujer es asegurarse la derrota dentro de dos años, la última que Rajoy puede permitirse al frente del PP por muy búlgaro que saliese el Partido tras el congreso de Valencia. Y Rajoy lo sabe. Ahora sólo es necesario que actúe.

lunes, 19 de abril de 2010

Los que se la juegan por Cuba

Gina Montaner en Libertad Digital

Mientras todavía (aunque cada vez son menos) hay cantantes como Joaquín Sabina o actores como Willy Toledo que se niegan a firmar un manifiesto a favor de los derechos humanos en Cuba, figuras como los Estefan o el reconocido actor cubanoamericano Andy García han dedicado gran parte de sus exitosas carreras a abogar por que en su país de origen, al que nunca han regresado, se acabe de una vez la dictadura de los hermanos Castro. Ni la intérprete de Oye Mi Canto, ni su marido, artífice del mítico grupo Miami Sound Machine, ni García, quien triunfó en Hollywood muy joven, tenían necesidad de implicarse en una lucha que heredaron de su padres; sin embargo, eligieron el deber moral de la denuncia en una industria donde otras causas son más populares: el calentamiento global, la Guerra en Irak o los atropellos en Guantánamo.

Granma contra Silvio Rodríguez

Carlos Alberto Montaner en Libertad Digital

Ellos saben que nadie cree esas mentiras, pero el propósito de repetirlas no es exactamente tratar de desacreditarme, sino construir artificialmente una descalificación que me deshumanice para hacer imposible cualquier trato. El mensaje al interior de Cuba, a los intelectuales y a los políticos es muy claro: los adversarios de la dictadura cubana no son personas. Son monstruos y con los monstruos no se habla, se les denigra y aplasta.

¿Dos Estados pero ninguna solución?

Clifford D. May en Libertad Digital

¿No podría Israel llegar a un acuerdo solamente con Abbás y la facción política más laica de Fatah en Cisjordania y luego esperar a que Gaza también quiera vivir en paz y con todas las ventajas que eso conlleva? Claro, pero ¿cómo sacar a Hamás de Gaza? Es cierto que Hamás llegó al poder hace más de cuatro años a través de un proceso electoral. Y Hamás podría estar dispuesta a tolerar otra ronda electoral si siente que puede ganar tranquilamente. Pero es imposible imaginarse a Hamás permitiendo su derrota en las urnas. La opinión de Hamás, como la de otros islamistas, es que la democracia es como un autobús: si los lleva donde quieren ir, entonces está bien, pero una vez que han llegado donde querían, es hora de bajarse.

El juego de Kirguizistán

GEES en Libertad Digital

Rusia no ha dejado de marcar puntos en su política de destripar las democracias y recrear una sólida esfera de influencia en el espacio de la antigua URSS y muchos europeos orientales temen que si lo consigue extenderá sus ambiciones hacia el Oeste.

Metafísica del "golpito"

Pedro de Tena en Libertad Digital

Nunca como desde la llegada al poder de Zapatero se acumularon tantos "golpitos" sucesivos a la búsqueda de no se sabe qué utopía como no sea la permanencia perpetua en el poder de un único partido, el científico y el bueno, que es la misma de siempre. Desde la moral religiosa y civil a la lucha contra el terrorismo, desde el tratamiento político y judicial del 11-M al uso de jueces y fiscales amigos en la lucha contra el adversario, la acumulación de golpitos es ya impresionante. Uno de los más importantes y actuales es el golpito catalanista, por el que un estatuto no revalidado por un Tribunal Constitucional se pone en marcha legal mientras se acojona a magistrados y parlamentarios con una debacle sociopolítica si no se logra lo que el nacionalismo, también socialista, quiere. Esto es, "si mi golpito no sale bien, entonces voy al golpe descarado". ¿O no es así? Dicho de otro modo, o el juez me absuelve o el juez es un "comprado", un "sicario", un "verdugo", un "torturador". Y cómo no, alguien que se atreve a criticarme o a juzgarme, por más que los hechos sean tan contundentes como la catedral de Burgos, es un fascista y un franquista (aunque ni tengan años para lo último).

El mito del ladrillo

José Carlos Rodríguez en Libertad Digital

Esa campaña, partidista y totalitaria, que dice "esto sólo lo arreglamos entre todos", no tiene en cuenta que los españoles ya lo están arreglando a base de ahorrar, hasta casi el 25 por ciento de su renta disponible. Estamos desapalancándonos y preparándonos para un futuro plagado de riesgos e incertidumbres. Purgaremos los pufos del pasado, aunque tendremos que hacerlo durante muchos años. Y volveremos a crecer a buen ritmo y a crear empleo, aunque para ello tengamos que esperar a la segunda mitad de la década. Y seguiremos intentando crear un patrimonio. Yo espero que para entonces haya servido de lección la crisis actual y se tenga en cuenta que la compra de una casa es una buena opción, pero no siempre. Y que hay otras opciones, como la de invertir en las empresas y participar de sus rendimientos, gracias a la Bolsa. Que los trabajadores sean también capitalistas y participen de la feracidad de este sistema económico. Una sociedad de propietarios plural es también una sociedad de personas independientes.

¿Neocentralismo español?

Agapito Maestre en Libertad Digital

Hay que tener mucha mala fe y, sobre todo, ser un indigente intelectual para mantener que existe aquí y ahora, en la España de 2010, una fuerza política defensora de un nuevo centralismo español. Por favor, sean serios, y reconozcan algo evidente: es la debilidad de esa fuerza política central, o mejor, su carencia, precisamente, la única capaz de explicar el drama de España. Más aún, la desaparición de las instituciones democráticas es el resultado, en efecto, de un asalto a la nación, que tiene en los defensores del Estatuto de Cataluña, entre los que destaca el propio presidente del Gobierno, sus principales valedores.

El Tribunal Constitucional no tiene la culpa

Emilio Campmany en Libertad Digital

El Tribunal Constitucional está para resolver cuestiones de constitucionalidad en casos de alguna complejidad técnica cuando chocan dos derechos constitucionales contradictorios y es necesario deslindar hasta dónde debe llegar uno y dónde debe empezar el otro. Para lo que no está el alto tribunal es para frenar a buena parte de la clase política, la izquierda y los nacionalistas, cuando deciden violentar media Constitución y encima exigen que los magistrados les aplaudan.

Paro y déficit

Carlos Rodríguez Braun en Libertad Digital

El aparente rigor del punto de partida oculta una falacia: el déficit y el paro no son alternativas entre las cuales elegir sino dos males en cuya generación el intervencionismo político y legislativo cumple un papel relevante, con lo cual no puede ponderarlos como si fuera un observador exterior que decidiera asignar sus propios recursos entre dos objetivos incompatibles.

Adéu, Estatut

José García Domínguez en Libertad Digital

En El estandarte, novela ambientada en el instante último del Imperio austro-húngaro, deplora un personaje: "A veces los hombres destruyen edificios que han construido las generaciones anteriores como si no fueran nada. Son capaces de quemar palacios tan sólo para calentarse las manos". Así el Solemne.

Bono y la hipócrita izquierda acaudalada

Editorial de Libertad Digital

Cuando la izquierda reclama dureza contra los ricos nunca piensa en la riqueza que han amasado los propios políticos gracias –y dejando de lado la corrupción– no a haber servido a los ciudadanos, sino, en la inmensa mayoría de las ocasiones, a haberles esquilmado y dificultado sus vidas. Ahí tenemos a toda la "izquierda caviar" nacional –desde nuestros autodenominados "intelectuales" a los empresarios afines al PSOE– e internacional –desde los Castro a Slim, pasando por los actores hollywoodienses– que es inmune a estas peticiones de arrimar el hombro y la cartera. Al parecer, toda su riqueza tiene un justo origen gracias a la pureza ideológica del propietario.

Inventario de cenizas

Gabriel Albiac en ABC

Desde hace cuatro días, la aviación europea se colapsa. ¿La causa? Un avatar natural de lo más tonto: la muy finita erupción de un volcán de nombre enrevesado en la mínima Islandia. Y las máquinas más indispensables para la comunicación en una sociedad moderna, los aviones, quedan súbitamente colapsados. Por tiempo indefinido. Del infinito al cero. En medio, todas las ridiculeces con que un par de avispados sinvergüenzas han logrado inundar de fe la, tan dada a la fe, mente de los bichos hablantes: los humanos somos tan, tan deíficamente poderosos y, al tiempo, tan, tan demoníacamente desalmados, que estamos a punto mismo de trastrocar los climas, enfebrecer al planeta y, apocalípticos como somos, destruirlo. Palabra de Dios. En este tipo de materia, la enormidad no erosiona la creencia. A mayor desmesura, fe más alta.

Cinco años de Benedicto XVI

Juan Manuel de Prada en ABC

La ofuscación de nuestra capacidad de juicio nos permite llamar luz a las tinieblas y tinieblas a la luz, según profetizara Isaías. Sólo así se explica que un Papa que invita a predicar en un sínodo a un rabino judío sea caracterizado como un enemigo de los judíos. Sólo así se explica que un Papa que se ha esforzado por presentar a Dios como logos, que se ha preocupado por trabar diálogo con el pensamiento filosófico de su época haya tenido que renunciar a visitar una Universidad. Sólo así se explica que el Papa que ha incorporado a la comunión a un sector del anglicanismo y limado asperezas con las iglesias ortodoxas sea tildado de antiecuménico. Sólo así se explica que un Papa que se ha esfozado por revitalizar el legado del Concilio Vaticano II, favoreciendo su injerto en el tesoro de la Tradición, sea acusado de retrógrado. Y, en fin, sólo así se explica que un Papa que desde el comienzo de su pontificado, y aun antes, se ha empleado con denuedo en combatir la suciedad que anida en el seno de la Iglesia, adoptando medidas quirúrgicas sin que jamás le haya temblado el pulso y extremando el celo en el escrutinio de las vocaciones religiosas, haya sido acusado sin pruebas (o con pruebas tergiversadas de forma soez) de amparar abusos sexuales, en una campaña desquiciada que pretende presentarlo ante el mundo como un delincuente.

Extrema izquierda

Ignacio Camacho en ABC

Cada vez que ha visto amenazada su hegemonía o embarrancada su gestión al frente del Gobierno, el PSOE de Zapatero ha dado alas a la radicalización política y social con el objetivo de aislar al centro-derecha y alejarlo de cualquier expectativa de regreso al poder. Casi siempre le ha salido bien; desde las algaradas del 13-M de 2004 hasta la reciente resurrección de los fantasmas del franquismo, pasando por el Pacto del Tinell o los «cordones sanitarios», la estrategia de la confrontación funciona como catalizadora de demonios históricos que provocan la movilización de izquierdas y nacionalismos en una especie de frente común del que el presidente acaba sacando rentables réditos electorales.

Soldados de España

Félix Madero en ABC

Qué paradoja, no hay guerras, pero los soldados españoles mueren. No hay guerra, sólo terrorismo, nos acaba de decir Obama. Es mentira. La guerra está entre nosotros. Ocurre que el hombre inventa las palabras y tiene la facultad de cambiarles el significado. La guerra que nos declara la Naturaleza nos parece la mirada turbia de Dios. La que trae la pobreza y la miseria la cubrimos de explicaciones geográficas e históricas. La guerra de la estupidez, la de no querer saber es la más cruel de todas. No sé si los soldados españoles que han muerto en Haiti viendo a un enemigo feroz e inerme encontraron algunas respuestas. Pero el final de sus vidas es la respuesta para muchos que hoy verán por la televisión sus funerales. Mueren por España y por otros que no saben nada de España. Mueren porque cuando fueron llamados no pudieron y no quisieron decir no. Rilke tiene un ruego a los cielos que empieza así: Detén mi corazón y latirá mi cerebro/ y si incendias mi cerebro/ te llevaré en mi sangre. Cómo siento que hayan muerto sin leer estos versos.

¿Y cómo se sostiene esto?

Juan Velarde Fuertes en ABC

Estamos, pues, introduciéndonos cada vez más en aquello que llamó Myrdal por primera vez en aquel libro sugestivísimo titulado «An American Dilemma» (Harper, 1944), con antecedentes en la obra fundamental de Wicksell, «Interés y Dinero», una «causación acumulativa -o circular- negativa», esa que, si no es atajada a tiempo, engendra, no una crisis temporal, sino una decadencia que puede prolongarse indefinidamente.


La situación es infernal

César Alonso de los Ríos en ABC

Zapatero nos ha metido a los españoles en una situación infernal. Allá donde podamos mirar nos enfrentamos a tensiones que él ha creado y que suponen la ruptura de la convivencia. Respecto al pasado, se ha dedicado a actualizar los odios derivados de la guerra civil y del franquismo. Respecto al futuro nos propone una nación de naciones y un Estado confederal. Y, por si fuera poco, defiende políticas sociales y morales que dividen a la sociedad más allá de las opciones partidarias. Por ejemplo, el aborto libre o el laicismo.

La ruina institucional

Tercera de Ángel Expósito en ABC

Aquí alguien se está volviendo loco o nos estamos volviendo locos todos. Lo que construyeron los padres de mi generación está siendo destruido sin consideración alguna; a lo bestia, paso a paso. España va camino de un deterioro institucional sin precedentes, porque lo ocurrido el pasado martes en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid en contra del Tribunal Supremo, y en supuesto apoyo al juez Baltasar Garzón del que él mismo reniega, supone un antes y un después en el desbarajuste de los cimientos del Estado. Más allá de ideologías y de Gobiernos concretos o de partidos políticos y líderes con nombres y apellidos, lo que está pasando en España debería hacernos pensar. Es más, debe preocuparnos.

Banderillas en Islandia

Paco Reyero en La Razón

Islandia también ha hecho tambalear la sentencia, llevada a la práctica, del cortijero que se empachaba diciendo: «El mundo empieza en invierno en Écija y acaba en verano en El Puerto de Santa María». Apenas 200 kilómetros de distancia en los que se tendrán que incluir un desvío al volcán Eiyafajajokull. Aunque sólo sea para hacer ver, como hace unos meses con Haití, que la realidad que hemos construido es más frágil y diversa que lo que consta en la promoción de los blindajes de este frenético orden de vida. Los aeropuertos se han convertido en albergues y hemos vuelto al XIX buscando un tren.

Sacco, Vanzetti... y Garzón

César Vidal en La Razón

Gracias a un asesino, a un cretino sectario y a la acción de la Komintern nacía uno de los mitos fundamentales de la izquierda. Rememoro esta historia porque el procesamiento del juez Garzón por tres causas de notable gravedad ha deparado a la izquierda y a los nacionalistas una ocasión envidiable para avanzar en su tarea de demoler el Estado de Derecho y de intoxicar a los ciudadanos con una propaganda guerracivilista. Si Garzón, finalmente, resulta absuelto, tanto la izquierda como los nacionalistas podrán felicitarse porque han logrado doblegar al Tribunal Supremo y acabar con uno de los pocos vestigios de independencia judicial que aún quedaban. Si, por el contrario, Garzón es condenado, tanto la izquierda como los nacionalistas contarán con un mártir al que, en términos generales, aborrecen, pero al que podrán agitar como una supuesta señal del regreso del fascismo, un fascismo imaginario que sólo podrá ser conjurado votando a ZP y a sus aliados nacionalistas.

El ejemplo de Polonia

José María Marco en La Razón

Con la Transición se dictaron toda clase de medidas de reparación y se procedió a amnistiar, con la más amplia generosidad imaginable, a los responsables de los crímenes (es imposible escribir criminales). El gesto de perdón era, en sí mismo, un programa político: nunca más. Aquello no implicaba en modo alguno la censura, y de hecho desde entonces ha predominado en todas las esferas la versión de quienes se consideran (¿por qué?) herederos de los vencidos. Es difícil de comprender que treinta años después de este ejercicio, y setenta años de la guerra, el Gobierno español se empeñe en dinamitar el trabajo que hizo posible primero la prosperidad y luego la convivencia en libertad de los españoles.

Injusto esperpento

Enrique López en La Razón

En nuestra transición la mayoría de españoles, inspirados por una extrema generosidad, miraron hacia delante y juntos caminaron hacia el momento más próspero de nuestra reciente historia. Se desarrolló un modelo de transformación política, sin rupturas, pero con una profunda reforma legal, de ley a ley. En esto estamos la mayoría, salvo este grupo de nostálgicos que tratan ahora de curar su cobardía creyéndose los dueños de nuestra democracia, haciendo lo peor que se puede hacer, restar legitimad al adversario. Pero lo que es mas grave es engañar a las víctimas, hacerles creer en la existencia de falsos procesos, de soluciones penales imposibles; en España hace ya mucho tiempo que se han inciado los procesos reparadores, que no tienen que ir unidos a procesos penales, sino a claros y sinceros esfuerzos de reparación, los cuales no pueden ir unidos a la búsqueda de responsables penales ya fallecidos. Esta utilización de las víctimas es, además de profundamente injusta con las mismas, un engaño infame que al final se volverá en contra de los que las utilizan.

domingo, 18 de abril de 2010

Debates en Libertad: ¿Por qué vuelve la guerra civil? - 17/04/10 (esRadio-LDTV)



Eso es lo que nos preguntamos la mayoría de los españoles. Unos pocos, sin embargo, seguro que saben muy bien el porqué.

viernes, 16 de abril de 2010

Callejón sin salida

Estepaís no tiene arreglo. Tanto da si hablamos de las dos Españas como de las diecisiete. Del pasado, del presente o, es de temer, del futuro. España está en un callejón sin salida. Con un gobierno inútil, una oposición no mucho más hábil, un pueblo "desalfabetizado" y unas "elites" sociales y culturales impresentables. La mejor manera de salir de un callejón sin salida es dando media vuelta y haciéndolo por donde se ha entrado. O, en el peor de los casos, saltando una tapia. Pero conociéndonos a los españoles, lo más probable es que acabemos dándonos de cabezazos. O lo que es peor: estampándonos unos a otros contra ella. Ojalá me equivoque.

No a la guerra con Bush, sí con Obama

Editorial de Libertad Digital

Como en tantas otras cosas en esta España en que nada es bueno ni malo en sí mismo, sino aceptable por ser de izquierdas e inaceptable por provenir de la derecha, el levantamiento por la guerra de Irak no fue más que un gigantesco ejercicio de hipocresía colectiva. Y no sólo del PSOE o el famoseo progre, sino también y muy especialmente de los ciudadanos que entonces se manifestaron y no han vuelto a preocuparse de qué sucede en Irak. Aquellos que cogieron aquella bandera porque estaba de moda y les hacía sentirse bien consigo mismos, pacíficos, solidarios. Aquellos a quienes jamás preocupó qué vida les esperaba a los iraquíes entonces ni qué tienen hoy día por delante.

Cada maestrillo con su librillo

Florentino Portero en Libertad Digital

Cuando George W. Bush llegó a la Casa Blanca trató de no definir una política sobre la crisis israelo-palestina, a la vista del fracaso de la iniciativa de su predecesor en Camp David y Taba. Diplomáticos y asesores coincidían en que las concesiones hechas por el entonces presidente Barack eran lo máximo a lo que podía llegar un Gobierno israelí. Puesto que Arafat lo había rechazado de forma clara y consciente, no había nada que hacer en mucho tiempo. Sin embargo, Bush descubrió pronto que eso era imposible, que los intereses norteamericanos en Oriente Medio y Europa exigían que el presidente fijara una agenda y unos objetivos. En otras palabras, era necesario vivir en la ficción de que había un proceso de paz. De aquel duro descubrimiento surgió la "hoja de ruta" que marcó ocho años de historia. Ocurrió lo previsto: que no funcionó. El problema no estaba en cómo gestionar la negociación, sino en la falta de disposición palestina a aceptar una paz posible. Sin embargo, se empleó tiempo y dinero en justificar la nueva metodología. Si Clinton había apostado por una negociación total, en la que se trataban al mismo tiempo todos los temas delicados, Bush optaría por una aproximación por fases, a lo largo de tres períodos en los que cada una de las partes tendría que realizar concesiones precisas. No se pasó de la primera.

Ahora Obama llega con su guión. Era evidente que la "Hoja de ruta" había quedado en el archivo de la anterior Administración y que este presidente, como le ocurrió a su predecesor, no puede actuar en la región sin un plan, sea cual sea su formato u objetivos. Primero fue una columna de David Ignatius en el Washington Post del pasado día 7, en el que trascribía la información que había recibido en el Consejo de Seguridad Nacional. Luego un comentario del propio presidente. Ayer un largo artículo en el New York Times. La presentación está en marcha. Ahora sólo falta conocer el contenido.

¿Qué podemos adelantar? Por lo pronto tres hechos.

El primero es de carácter argumental. En los años de Clinton era necesario lograr la paz para garantizar la seguridad de ambos pueblos, poniendo fin a una situación inaceptable que se venía prolongando desde hacía demasiado tiempo. En los años Bush a las razones anteriores se sumaron otras, características del nuevo marco estratégico. El islamismo se nutría de la desesperanza y de la humillación. La dramática situación del pueblo palestino se estaba convirtiendo en un pilar de la publicística radical. Más aún, estaba alimentando el islamismo entre los propios palestinos. Urgía poner fin a esta situación para quitar al fundamentalismo musulmán una de sus causas de referencia. La nueva Administración ha hecho suyo un argumento esgrimido previamente por el general David Petraeus, comandante en jefe del Mando de Asia Central (CETCOM), por el que la seguridad de los soldados desplegados en aquella región, y muy especialmente en Irak y Afganistán, depende de la imagen de Estados Unidos derivada de la gestión de la crisis palestina. La asociación de Estados Unidos con la defensa de los intereses israelíes y en detrimento de los palestinos dificultaría, en su opinión, seriamente la consecución de los objetivos previstos. En otras palabras, no serían vistos por la población como un ejército amigo sino como uno opresor.

El segundo es el hecho de que las relaciones entre Estados Unidos e Israel pasan por un pésimo momento, debido al rechazo de las presiones norteamericanas para que Israel realizara concesiones unilaterales y a las prisas del presidente norteamericano por demostrar al mundo musulmán su buena voluntad, en línea con su famoso discurso en El Cairo.

El tercero es algo obvio a lo que hemos hecho referencia en ocasiones anteriores: el campo palestino está roto entre nacionalistas e islamistas, el actual Gobierno no representa a casi nadie y, desde luego, no es un interlocutor válido para asumir compromisos importantes.

En estas circunstancias es difícil ser optimista. Por ahora lo que toca es esperar a que Obama mueva ficha y nos explique su "visión".

Placas

Salvador Ulayar en Libertad Digital

Recuerdo el discurso del Rey y los políticos tras cada atentado en estas últimas décadas. Cientos de veces apelaron a la debida confianza de los ciudadanos en general y de las víctimas en particular, en ese Estado de Derecho que, al cabo, derrotaría a la banda y nos protegería. Y me lo creí. Aquel discurso de la épica democrática frente a los malos, contrasta con la realidad. Hoy la negociación con los asesinos sigue viva y sedicentes grupos musicales se descojonan de las víctimas, como por ejemplo ahora en Sevilla, bajo la protección de partidos y de ese Estado de Derecho. Entre tanto ciertos políticos, instituciones y entidades se suman afanosos en la colocación de placas en las calles a la memoria de los muertos. Necrófagos, "viven" de placas, jornadas, conciertos, libros, leyes de víctimas, homenajes y piedades varias de orden lacrimógeno. Tras la placa marmórea del campo santo se enterraron los cuerpos de los asesinados. Ahora, tras las placas metálicas de nuestras calles, entierran su ciudadanía española.

¿Habrá sentencia?

Raúl Vilas en Libertad Digital

No tengo ni repajolera idea. Dada la deriva del Tribunal Constitucional desde que se aprobó el requeteinconstitucional Estatut de Zapatero, cualquiera hace pronósticos sobre la cuestión. Los caminos de María Emilia son inescrutables para el común de los mortales, aquellos que no tenemos acceso la tribuna de autoridades en los desfiles militares para dedicarle reprimendas públicas, como la vice De la Vega. La separación de poderes, oiga.

Llevan reunidos dos días y anuncian que este viernes seguirán. En este negocio nuestro en seguida montamos revuelo. Necesitamos noticias como los yonquis un chute, y cuatro años de mono esperando una dosis tan importante como la sentencia son muchos años. La semana pasada, al conocerse la convocatoria de los dos plenos, las redacciones se convulsionaron. Ahora, cuando la calma había vuelto, se citan un día más y de nuevo el runrún. Basta que diga que no habrá sentencia para que sí la haya, o viceversa. Pero metidos a pitonisos, sería raro raro raro que, en caso de que algún día se resuelva el recurso del PP –no estaría yo tan seguro–, sea antes de las elecciones catalanas. De la Vega, la señorita rottenmeier particular de la presidenta del Constitucional, advirtió hace poco que los tribunales no interferían en las campañas electorales. Como indicio, no está mal.

Esta ópera bufa a la que asistimos desde hace cuatro años ha conducido a un desprestigio tan enorme como justificado del Tribunal Constitucional. A estas alturas nadie duda que su funcionamiento responde exclusivamente a criterios de conveniencia política, de obediencia a los partidos políticos, auténticos secuestradores de la soberanía: la partitocracia.

Que el Estatuto es inconstitucional de cabo a rabo –más aún, la voladura de la Constitución– es menos secreto que el sumario del Gürtel. Lo sabe desde Zapatero a los camisas pardas de la Esquerra y los meapilas de Unió, pasando por Rajoy y Alicia Sánchez Camacho, aunque todos desean que el TC diga lo contrario. Eso es lo de menos. Los magistrados no discuten, Constitución en la mano, argumentos jurídicos; negocian, carné de partido en la boca, un arreglo lo menos dañino para sus amos, los políticos. Si quitamos nación de aquí, la ponemos allí; si damos por buena la totalitaria imposición del catalán, recortamos un poquito la independencia judicial...

La fecha del parto no lo sabemos. Pero la naturaleza de la criatura sí: un apaño que rubricará la defunción de la soberanía nacional. De la democracia.

14 de abril, Día de la Cheka

Federico Jiménez Losantos en Libertad Digital

Lo que hoy, 2010, representa la bandera tricolor no es la República, sino la Cheka. Si los inquilinos dinásticos desertan como Alfonso XIII en 1931, cosa nada descartable, vendrá una república, de eso no hay duda, pero de momento la única que se perfila es la II bis, la del 31 hasta el 34, masónica y despótica, y, tras el golpe de Estado del PSOE y ERC en el 34, la del 36 al 39, soviética, totalitaria y genocida. El PSOE actual tiene, como el de la II República, dos proyectos políticos: el masónico a la mexicana y el chekista a la soviética, cubana o venezolana. Los dos se sientan en el Consejo de Ministros. Y Zapatero utilizará el segundo, el soviético, para hacer más digerible el primero, el mexicano. Pero lo terrible es que, como en el 31, como el 34 y como el 36, la derecha política no tiene nada preparado: ni para resistir el cambio ilegal e ilegítimo de régimen, ni para combatir el despotismo masónico ni siquiera para evitar la cheka, destino inevitable de esta casta de cobardes y cretinos que pastorea la Derecha actual, hoy más cobarde que nunca pero tan cretina como siempre.

Haga su Nüremberg, Zapatero

Cristina Losada en Libertad Digital

Será mala suerte si ese proceso afecta a su amigo Carrillo. Si los familiares de los asesinados en Paracuellos y en las checas, los del POUM, los anarquistas, el maquis y los comunistas liquidados por el PCE exigen su porción de memoria y justicia. Daños colaterales. Deje de jugar con el dolor de tanta gente y hágalo de una vez. ¿Qué se lo impide?

La Fiscalía y la insurrección contra el Supremo

Guillermo Dupuy en Libertad Digital

Conde Pumpido, con tal desacreditar la denuncia interpuesta contra Garzón, ha tenido la desfachatez de presentar la encomienda que la Constitución hace al Ministerio Fiscal para que defienda y promueva el interés general ante los tribunales como una especie de monopolio sin cuya condescendencia o apoyo, no ya los falangistas sino ningún ciudadano debería tener derecho, según él, a recurrir a la Justicia. El fiscal general del Estado ignora así un artículo de la Constitución, que, como el artículo 125, consagra explícitamente que "los ciudadanos podrán ejercer la acción popular".

El provocador

Alfonso Ussía en La Razón

España tiene una izquierda que todavía no ha superado la primera mitad del siglo XX. Un Gobierno que sostiene una campaña contra la independencia del Poder Judicial, es un Gobierno golpista y antidemocrático. Si eso lo hace un Gobierno del Partido Popular, hay tiros. Claro, que también habría estallado la violencia social con cinco millones de parados. Ahí la izquierda tiene suerte. Los sindicatos no protestan cuando quien los mantiene es de los suyos. Pero soplan muy malos vientos por España. Y el provocador, mira, contempla y sonríe.

A lo tonto

Cristina López Schlichting en La Razón

Ha dicho Santiago Carrillo que así, «sin darnos cuenta, están reapareciendo las dos Españas». Los hay que no aprenden o que no quieren aprender. Sin darnos cuenta, a lo tonto, a lo tonto, se organizó la guerra civil. Que si una iglesia quemada, que si un cura toreado, que si un diputado asesinado… es lo que hay, que la gente tiene poca capacidad de encajar. Sin darnos cuenta tenemos un presidente cuya referencia moral es un abuelo republicano idealizado y para el que la Segunda República es el antecedente de la democracia actual. Sin darnos cuenta la Ley de Memoria Histórica y las discusiones sobre el pasado nos han dividido de nuevo. Y ahora, sin darnos cuenta, llega un juez y decide romper con la amnistía y con la transición.

Peligrosa deriva

José Antonio Vera en La Razón

La izquierda ultra y el Gobierno que le ampara quieren juzgar y condenar a todos los que no piensan como ellos. Y por supuesto absolver de cualquier culpa a los políticos implicados en los crímenes del Frente Popular durante los años de la República. Aquellos no fueron crímenes. Eran acciones necesarias para defenderse preventivamente del fascismo. Éste es el lenguaje que nos ha caído del cielo treinta y cinco años después de que España decidiera mirar al frente y al futuro en vez de a su miserable pasado de tiros y pistolas. Que es lo que quieren rescatar ahora los de la zeja y sus fiscales defensores en una deriva más que peligrosa.

El retorno de los brujos

Ignacio Camacho en ABC

Cada vez que el presidente está en apuros echa mano de las banderas del izquierdismo de barraca. La crisis lo ha dejado sin argumentos y no encuentra el modo de levantar las encuestas, así que ha decidido incendiar los rastrojos del divisionismo para movilizar a unas bases sociales cada vez más frías ante su poder de seducción. El espectro del franquismo, por gastado que esté, funciona siempre como galvanizador de reyertas; simplifica los esquemas y provoca una enorme humareda sociológica. Cuando no hay manera de crear un «marco conceptual» más sofisticado, el zapaterismo dibuja escenarios de brocha gorda.

Los banqueros de la ira

Carlos Herrera en ABC

La ira no es ajena a la historia de ningún pueblo; el español conoce bien alguno de esos pasajes recientes en los que su manejo ha sido profuso y particularmente diestro, en los que han incendiado todas las relaciones transversales de los ciudadanos y en los que las consecuencias han sido, evidentemente, sangrientas. Ahora, en el 2010, la ira está tintando las estrategias de los arqueólogos de fantasmas y espectros hasta el punto de movilizarse en pos de desestructurar el pacto de convivencia sin revanchismos ni rencores que los ciudadanos nos hemos venido dando. Quienes están incendiando la mecha, quienes están echando gasolina a las brasas de un fuego condenado a apagarse, quienes hacen del odio un argumento político, quienes quieren reverdecer enfrentamientos fraticidas, quienes viven en la nostalgia del guerracivilismo, están prestando un pésimo servicio a su país y puede que también a ellos mismos.

La Internacional Antifascista de romería

Fernando Fernández en ABC

Su ejercicio totalitario de agitación y propaganda tiene un pequeño problema: Franco murió hace treinta cinco años y el franquismo, mal que les pese, no tiene expresión política alguna. Como sí la tiene la izquierda totalitaria. La derecha rompió hace muchos años con esa parte de su historia; ése es el gran servicio que Fraga ha prestado a la democracia española. La izquierda, que lo intentó y casi lo consigue con Felipe González y su Bad-Godesberg particular, ha sido secuestrada por una pandilla de irresponsables que añoran los tiempos del Lenin español.

La pareja progresista

Ignacio Ruiz Quintano en ABC

¡Menudo «ticket» electoral se han buscado las fuerzas de progreso! Gómez en la Puerta del Sol para la cosa de la boina, que eso es la Comunidad, y en la Cibeles, para la cosa del adoquín, que eso es el Ayuntamiento, Gabilondo, un tío que disfruta planchando mientras cavila las cosas de la vida. ¿El aborto? «Yo tengo un problema, y es que soy de metafísica y por tanto necesitaría un buen rato para decidir qué es un ser humano». ¿Alguien que vota, quizás? No sabe. Necesita otro buen rato. Necesita que le pasen otro juego de sábanas para que las planche, y quizás luego... Gómez y Gabilondo pertenecen a un partido que en concepto de medida de estímulo económico ha enviado al municipio burgalés de Iglesiarrubia la cantidad de... ¡0,48 euros!

jueves, 15 de abril de 2010

Cuídense todos

Hermann Tertsch en ABC

Tengan todos mucho cuidado. Porque gente como Jiménez Villarejo nos meterían a la mitad de los españoles en una cheka. Ese sujeto que era fiscal en el año 1962, fiscal entonces sin abrir la boca y hoy acusa a otros de complicidad con el franquismo. Un señor que cuando condenaron a muerte a Grimau podría haberse siquiera quejado. Un valiente ahora, aferrado como antes al poder y que nos es antifranquista furibundo ahora, con Franco muerto hace 35 años. ¡Qué dignidad, Dios mío! ¡Qué valentía! La villanía, está claro, tiene ahora su época de gloria. De ahí la apología constante del asesino de Paracuellos, el Katyn español, que se llama Santiago Carrillo, que llevan a cabo los medios oficiales, comprados o cautivos. Son indolentes o ineptos ante la ruina de este país. Pero son inmensamente eficaces en defenderse a sí mismos en su combate guerracivilista. Cuídense todos. Porque el acto miserable de la Complutense con ese personaje incalificable que es su rector al frente, con los sindicatos pagados por este Gobierno y toda su tropa sectaria detrás no sólo es detestable. Es para tener miedo.

Almodóvar, el demócrata

Edurne Uriarte en ABC

En la presentación del encierro por Garzón, con aquellas glamurosas gafas de sol de interior, Almodóvar me recordó a otra botarate ilustre, Meryl Streep, que afirmó en San Sebastián aquello de que ella se exiliaba y se iba a vivir allí si Obama no ganaba las elecciones. Con el desparpajo tontuno de quien no había leído jamás una sola línea sobre ETA.

Franco, ese fantasma

Ignacio Camacho en ABC

El Gobierno que no ha sabido o querido salir al paso de toda esta interesada patraña es el que tiene ahora la responsabilidad de deshacerla, aunque ello le suponga la obviedad de proclamar que, por mucho que se empeñen Garzón y sus defensores, el franquismo es una página olvidada en la realidad cotidiana de una democracia firme, sin cuentas pendientes ni atrasos históricos. La tentación de aceptar la tesis contraria para presentarse como depurador salvífico de los residuos dictatoriales no puede constituir siquiera una hipótesis de trabajo. El problema es que al zapaterismo le cuesta templar este trastornado descalzaperros porque aunque se desmarque de las formas parece compartir los argumentos de la confusión interesada. Y tal vez se sienta a gusto peleando contra falsos molinos franquistas como un Quijote de barraca.

Smolensk y la memoria

Javier Moreno en Libertad Digital

Se dice que la memoria es frágil. Muchos de nuestros recuerdos parecen haberse sumergido en la laguna Estigia del olvido. Pero un olor evocador, como el de las magdalenas de Proust, puede hacerlos reaparecer, vividos y nítidos.  

No es la fragilidad, sino la imperfectibilidad de la memoria, lo que ahora se está constatando en la investigación psicológica. En cada ocasión que hacemos emerger un recuerdo lo transformamos, guiándonos inconscientemente al hacerlo por nuestras circunstancias, influencias y creencias presentes.  

A todas luces la memoria sirve al presente, que a su vez sirve como plataforma temporal para proyectarse en el futuro. No es una foto fiel del pasado. Es la foto que más nos interesa en este momento, sepámoslo o no. De ahí que las memorias de los testigos directos de los grandes sucesos del pasado sean tan dudosas como testimonio histórico. La memoria no es ni objetiva ni rigurosa.

Traud Junge, la que fue secretaria de Adolf Hitler en el período final del nacional socialismo, escribió y reescribió las memorias en las que más tarde se basaría la polémica película El Hundimiento. Los historiadores han encontrado en sus escritos numerosos errores. Uno de sus recuerdos se refiere a las noticias recibidas sobre un atentado fallido al Führer. Visitaba éste al ejército del centro del frente ruso en la ciudad de Smolensk. Un par de hombres pusieron una bomba en su avión, pero el mecanismo de la misma falló y Hitler volvió sano y salvo a la Guarida del Lobo. Con independencia del buen o mal funcionamiento de los mecanismos de la citada bomba o de la memoria de Junge, en Smolensk la vida de Hitler pudo haber estado pendiente de un hilo, y con ella la Historia (con mayúsculas) en juego.  

La pasada semana la Historia pasó de nuevo por Smolensk, para quedarse. Volvía el presidente de Polonia de un homenaje a los miles de soldados polacos desarmados asesinados por Stalin en Katyn y su avión se estrelló, con él y cien personas más dentro.  

La matanza de Katyn fue una más de las muchas aciagas consecuencias que tuvo el secreto Pacto del Acero entre nazis y soviéticos, entre Hitler y Stalin, para repartirse Polonia. Nazismo y comunismo, los dos grandes totalitarimos del tumultuoso siglo XX, se daban la mano y mostraban su naturaleza común. Después Hitler traicionó el pacto e intentó conquistar Rusia con el fin de lograr el ansiado espacio vital ario.  

Algunos están tan obsesionados, hoy, con demostrar la barbarie de los regímenes catalogados como de derechas, que olvidan selectivamente los bárbaros actos perpetrados por los autodeclarados de izquierdas. Así, en nuestro país tenemos un presidente más preocupado por resaltar la maldad de Franco y Hitler que por hacer lo propio con la de Carrillo y Stalin. De ahí que su avión no volara al homenaje a las víctimas de Katyn como antes lo hiciera a otros homenajes.  

Esta memoria histórica suya es un intento de convertir la ciencia histórica, con todos sus controles y exigencias, es algo más parecido a una memoria humana individual. Con este artefacto legal se pretende servir, por supuesto, al presente y a un futuro proyectado, pero no al de todos, sino al de un grupo de políticos y sus intereses personales y/o partidistas. Prueba de que la verdad histórica importa poco a las izquierdas de esta nación en disolución es la reciente metedura de pata de un miembro de ICV, que pedía cambiar el nombre de la base Alfonso XIII de Melilla por tratarse de una exaltación franquista.

¿Hay que cambiar la Ley del Menor?

Ramón Villota Coullaut en Libertad Digital

Esta ley tiene sus efectos positivos, pero en su redacción se olvidó un hecho de capital importancia: que no sólo se está actuando sobre menores que realizan pequeños delitos, sino también sobre los que realizan delitos de mayor calado, como homicidios o asesinatos, y que estos delitos deben ser sancionados de una forma acorde al delito cometido.

Liberalismo caliente

Albert Esplugas Boter en Libertad Digital

Puede replicarse que los impuestos se utilizan para pagar servicios necesarios o para ayudar a los más desfavorecidos. Esto es muy discutible, pero es otro debate. La realidad sigue siendo que el Estado utiliza la coacción para financiar sus actividades. Ya lo dice un aforismo: si la gente se comportara como Estados, llamaríamos a la policía.

Gente de orden

Bernd Dietz en Libertad digital

El liberalismo es edificante, Hayek y los suyos. Es epistemológicamente útil. Intelectualmente consistente. Mas requiere el concurso de cierta inteligencia consecuente, de estirpe estimuladora, de imperativo categórico: las antípodas de Torquemada. En poco nos auxilia si miramos alrededor. Porque el vecino al que sonreímos cortésmente cada mañana en la escalera no está en tales cábalas. Le sonarían a herejía, si pretendiéramos su complicidad. Nos miraría peor, cavilando sobre lo que le apetecerá hacernos cuando le levanten la veda.

La imposible reforma laboral

José García Domínguez en Libertad Digital

Josep Pla, que tenía muy calado al paisanaje patrio, solía repetir que nada hay en el mundo más parecido a un español de izquierdas que un español de derechas. Y si uno no se deja aturdir por el griterío ambiente, esa reyerta tabernaria que aquí siempre suple al debate de ideas, ha de conceder que el maestro no andaba muy lejos de la verdad. De ahí, por ejemplo, que el ministro Sebastián yerre cuando sentencia, ingenuo de él, que Franco ha muerto. Muy al contrario, Franco, esto es, la España carpetovetónica, estamental, reglamentista, corporativa, antiliberal y castiza, el viejo país ineficiente que hastiara a Gil de Biedma en memorable verso, contra las falsas apariencias, mantiene las constantes vitales intactas.

Gallina de piel

Eva Miquel Subías en Libertad Digital

No sólo se me ponen los pelos como escarpias al pensar en una sociedad cada vez más populista y demagógica y cómo de ella pueden surgir los líderes de pasado mañana, dentro de unas instituciones cada día más descafeinadas, sino que, como al cabecilla del Dream Team, la gallina enterita se me pone de piel.

El lifting sentimental de la izquierda

Cristina Losada en Libertad Digital

Mira que han tenido tiempo. ¿Cómo han tardado treinta y dos años, Villarejo, Méndez, Toxo y compañía, en recordar el deber inexcusable de procesar a Franco? ¿Por qué reprimieron esas ansias de justicia? Y, una vez llegada la ocasión, ¿cómo no se amotinaron contra la Fiscalía y el Gobierno que se opusieron al benemérito intento del juez? Vanas preguntas, inútiles razonamientos, ante una operación de lifting sentimental de la izquierda. El franquismo y la Guerra Civil son los parques temáticos a los que acude para remozar su fachada. Allí recrea sus mitos originarios, recompone su frágil identidad y recarga superioridad moral. Porque allí, el enemigo resucita y toma cuerpo y renace el odio, ese gran motor de la peor política.

La justicia según el New York Times

Pío Moa en Libertad Digital

Hay otro aspecto en este turbio asunto, y es la influencia de la propaganda de la Comintern sobre la guerra civil española, influencia que persiste de forma apabullante, debido al escasísimo sentido que existe en la derecha española sobre el valor de la información internacional. De este modo, Willi Münzenberg sigue ganando batallas después de muerto, como una parodia del Cid. El NYT tiene un gran prestigio internacional, pero también una enorme arrogancia y una honestidad profesional harto dudosa.

El Gobierno también se levanta contra el Supremo

Editorial de Libertad Digital

Además de que no es tarea ni de un juez ni de ningún político "reparar" algo tan subjetivo y personal como es la memoria de cualquier ciudadano, si Garzón se sienta en el banquillo no es por la existencia de la Falange, sino por su inobservancia, presuntamente deliberada, de la ley. Si esto no lo entiende el ministro de Fomento, que se vaya a casa y que lea la Constitución. Ni siquiera aspiramos a que concluya su carrera de Derecho.

La checa de ayer

César Vidal en La Razón

Llegué a pensar por unos instantes que la mayoría de los presentes eran incautos jubilados de la tercera edad de esos que traen a Madrid para asistir al teatro a los que algún progre desalmado había dicho que asistirían a la función de «Vamos a contar mentiras» para luego llevarlos al acto en pro de Garzón. Total, con lo que se oyó tampoco es que el título hubiera desentonado mucho. Y es que los presentes andaban en la labor de injuriar al Tribunal Supremo porque ha tenido la imperdonable osadía de aplicarle la ley al juez Baltasar Garzón sin proporcionar un solo argumento jurídico de mediana entidad más allá del «como toquéis a uno de los nuestros porque quebranta la ley, os vais a enterar». En fin, ya lo dice la canción: «Me asomo a la ventana y veo a la checa de ayer».

Artistas y artistazos

Paco Reyero en La Razón

No investigan al superjuez por perseguir la dictadura, sino por saltarse la Ley, que se aprueba en el Parlamento democrático. Esto es un Estado de Derecho y Garzón una leyenda impropia de un oficio donde los laureles debieran ser: el feliz anonimato, el orgullo íntimo de impartir justicia y la soldada a fin de mes. Pero no, Baltasar está sobre los cuernos de la Luna, celestial y para la izquierda «almodo-bolivariana», liberado como un buda del ordenamiento que obliga al resto de bípedos con DNI en vigor.

No es golpismo

José Antonio Vera en La Razón

Lo que de verdad indigna es lo de los liberados sindicales. En teoría cobran por defender a los trabajadores. Pero ahora hemos sabido que a lo que se dedican de verdad es a armar bronca. Por orden de Méndez, fueron los encargados de organizar el griterío pro-Garzón. Para que luego digan que no dan golpe.

¿Y los trabajadores?

Reyes Monforte en La Razón

Lo que han hecho los líderes sindicales no es ético. Sería aceptable que a título personal apoyaran a Garzón, la reproducción del escarabajo verde o la puesta de largo de Rita la Cantaora. Pero que no engañen: se representan a sí mismos, no a los trabajadores. Sean honrados y no utilicen la Justicia para sus ideas políticas, porque ni siquiera lo hacen a favor de un juez, al que olvidaron vitorear cuando sus resoluciones encarcelaban a ministros socialistas. La única vergüenza democrática, el único golpe al Estado de Derecho sería que alguien estuviera por encima de la Ley, sea juez, presidente, lechero o trapecista.

Defensa del Estado de Derecho

Editorial de La Razón

Bajo la cortina de humo del franquismo y de la dignidad de las víctimas de la dictadura, se tildó de fascistas y de torturadores a los magistrados del Tribunal Supremo y se atacó abruptamente a la independencia judicial. Fue un acto de exaltación del frentismo y del sectarismo con discursos que recordaban tiempos pasados de una izquierda que esconde demasiados fantasmas en los rincones de su particular historia como para dar lecciones.

miércoles, 14 de abril de 2010

El calvario de una niña gallega de diez años por utilizar el castellano en el colegio

Olivia Moya en Libertad Digital

Todo comenzó en el inicio de este curso en un colegio concertado de Lugo. La pequeña, a la que denominaremos con la inicial S., dejó claro en su ficha a su tutora que era castellanoparlante. La profesora, que en otros tiempos no dudaba en llamar "paletas" a las niñas que llegaban de las aldeas y que hablaban en gallego según denuncian, la “marcó” delante de todos sus compañeros. Tras decir en alto su nombre y apellidos, manifestó: “Qué penita me dan estos niños, tienen una pobreza cultural tan grande…” Y ahí comenzó el calvario de la pequeña S.

La Rima XXXIII según Carcaño

Antonio Burgos en ABC

Está bien que juzguen al indeseable de Carcaño, al cani de la sudadera de capucha con mirada desafiante. Pero ya que abren juicio oral, se debería aprovechar la collada y el vagón de estos carísimos trenes baratos para hacerle también un proceso a la sociedad que engendra estos monstruos, a la España que ha perdido colectivamente la vergüenza y la dignidad, la que implantó como lo más progre y moderno del mundo un sistema educativo donde los que no quieren ir al cole por las mañanas son los maestros, por miedo a los alumnos, y donde las asociaciones de padres dan siempre la razón al estudiante holgazán y agresivo, y no al profesor que trata de imponer la excelencia a través del esfuerzo.

Golpistas

Edurne Uriarte en ABC

Golpista es lo que habría llamado la izquierda a un acto como el de la Complutense organizado por la derecha contra el Estado de Derecho y a favor de un juez conservador acusado de prevaricación, además de otros dos delitos. Antidemocrático, deslegitimador de las instituciones, extremista, fascista y alguna cosa más. Pero resulta que ese acto en el que se acusó al Supremo de cómplice de torturas fue protagonizado ayer por la izquierda y nada menos que en una de las universidades más importantes de España. Y de la mano del mismísimo rector.

Vudú en la Universidad

Ignacio Camacho en ABC

Lo último que cabía esperar de la institución universitaria era este destemplado exorcismo de aluvión, este conciliábulo mitinero en el que para apoyar al procesado sus abigarrados participantes la han emprendido a navajazos retóricos, al grito de falangista el último, contra el sistema judicial y hasta contra la arquitectura legal de la democracia. Semejante deslegitimación institucional sería deplorable por la relevancia de sus protagonistas incluso en el marco de una manifestación callejera dominical, pero en el escenario de la primera universidad nacional resulta sencillamente desolador.

Abusar de la memoria

Gabriel Albiac en ABC

He conocido a gentes que sufrieron más de lo que un humano debiera tener que sufrir en esta puta vida. A gentes cuyas vidas fueron rotas, aun antes de nacer, por la dictadura franquista. Algunas me son demasiado cercanas para atreverme a evocar la dimensión de sus tragedias. Y claro que sé que tragedias paralelas las ha habido en la orilla opuesta. Y claro que sé que existe incluso algún caso biográfico en que el nombre del gestor de las tragedias de unos y otros es el mismo; el mismo ilustre nombre de padre de la escénica España en que vivimos: Santiago Carrillo. (...)

Hagan la historia los historiadores. Cumplan la ley los jueces.

Aclarando ideas al señor Carrillo

Pío Moa en Libertad Digital

Afirma usted que no se trata "tanto" de juzgar: o sea, que se trata también de juzgar. Pero ocurre que ustedes quieren declarar inválidos los juicios de posguerra. En tal caso habría que volver a juzgarlos todos, pues los crímenes existieron, como usted mismo admite. Si se quiere juzgar los de un lado, habrá que hacerlos también con los del otro necesariamente, si se quiere hacer algo parecido a la justicia.

(...) Los juicios sobran a estas alturas. De lo que se trata es de clarificar la historia y acabar de una vez con unos mitos que están envenenando de nuevo a la sociedad española.

Charlotada insurreccional

José García Domínguez en Libertad Digital

Que Una memoria sin fronteras, ese airado manifiesto en reclamo de impunidad para Garzón, vaya encabezado nada menos que por Pasqual Maragall, célebre escudero y chico para todo de José María Porcioles, el sempiterno alcalde de Barcelona durante la dictadura, indica que nuestros neo-antifranquistas necesitan yacer con urgencia en el diván de un buen psicoanalista, a ser posible porteño. Mejor argentino porque, por el mismo precio, habría de ilustrarlos acerca del abismo ético que media entre las leyes de punto final de los milicos y la amnistía votada por las Cortes Españolas en 1977.

Un apoyo guerracivilista y totalitario a Garzón

Editorial de Libertad Digital

Aunque los fundadores de Libertad Digital se enfrentaron a la dictadura en tiempos en que Jiménez Villarejo ejercía de fiscal del régimen franquista, en un Estado de Derecho lo único que puede limitar los derechos de los ciudadanos, incluidos los falangistas y su derecho de apelar a los tribunales, es la ley. Y es precisamente la ley lo que Garzón se saltó a la torera cuando pretendió ignorar sus competencias jurisdiccionales, la extinción de responsabilidad penal por fallecimiento, los plazos de prescripción de nuestro Código Penal o la vigente Ley de Aministía de 1977 que le impedían abrir su delirante causa penal contra el franquismo. También lo hizo con ley que le impedía gravar las conversaciones entre un acusado y su abogado, como hizo en el caso Gurtel, o con la ley que le obligaba a apartarse de la causa que archivó contra el presidente del banco del que había recibido unos cuantiosos fondos para financiar sus cursos en Nueva York.