Contra la degeneración de los regímenes democráticos no podemos, en efecto, cerrar los ojos ni prestar asentimiento, reclamando la convocatoria de un referéndum sobre una ley que conculca el derecho a la vida. Pues, más allá de lo que deparase ese hipotético referéndum, se está aceptando que mediante votación se pueda legislar sobre los fundamentos éticos que garantizan la supervivencia de la comunidad humana, y hasta su propia calificación de «humana».
lunes, 8 de febrero de 2010
¿Por qué cobran los políticos?
Representar no es un oficio; es un deber moral entre hombres libres. Al que cualquier sujeto digno debiera aspirar. Del cual ningún sujeto libre debiera extraer un céntimo. Tampoco perderlo. Sea. De otro modo, cortaríamos en seco la aspiración de los perjudicados. Pero eso no plantea problema técnico: el Estado debiera garantizar a los representantes electos la continuidad de la media de ingresos percibidos en su privado oficio, conforme a su declaración de la renta de los últimos años; y cargar, además, con las dietas y gastos extraordinarios -religiosamente justificados- que el ejercicio del cargo genere. Y ni un céntimo más. Ni uno menos.
¿Habrá algún polítco "profesional" dispuesto a defender esto?
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