jueves, 21 de enero de 2010

Acabar con los supervivientes

Pablo Molina en Libertad Digital

El mercado negro es la válvula de escape de la sociedad civil cuando la coacción estatal y las condiciones del entorno hacen inviable otra fórmula para establecer relaciones comerciales. Es un fenómeno tan viejo como la humanidad, que actualmente sólo pervive en grandes proporciones en los regímenes de inspiración marxista. Si el Estado no te permite intercambiar tus productos o tu trabajo o lo hace imposible con sus regulaciones, los ciudadanos seguirán enriqueciéndose mutuamente a través de intercambios privados a espaldas del fisco.

El deseo de los seres humanos de prosperar aprovechando las oportunidades de negocio que les ofrece el mercado no desaparece por mandato del Boletín Oficial del Estado. Sólo hay que darse cuenta de lo que ocurre en Cuba o Venezuela para constatarlo, a menos que el antifaz del socialismo nuble la visión del observador. En el caso de España está ocurriendo algo parecido pero el Gobierno, fiel a su ideología marxistizada, prefiere actuar al contrario de lo que dicta el sentido común, algo habitual desde que Zapatero llegó a la Moncloa.

Si Salgado quiere acabar con la denominada "economía sumergida", lo que debería hacer es rebajar la presión fiscal y eliminar regulaciones para que la sujeción de la actividad comercial a los usos legislativos vuelva a ser rentable. En lugar de eso, el Gobierno se propone cerrar también la válvula de escape que los emprendedores utilizan para seguir participando en el proceso económico. El resultado será un mayor empobrecimiento general sin ningún efecto sobre la recaudación.

Los primeros que desearían operar dentro de la legalidad son los propios protagonistas, pero si el Gobierno, los gobiernos, se lo ponen imposible, el instinto de supervivencia empresarial siempre será más fuerte que las amenazas coactivas de los poderosos. Un mayor nivel de coacción institucional siempre trae aparejados más pobreza y más mercado negro. También ocurre lo contrario, pero el Ejecutivo ha decidido optar por lo primero y, además, destruir a los supervivientes. Sálvese quien pueda.

Rosa Díez y los peperos

Raúl Vilas en Libertad Digital

Que Rosa Díez no es la perfección es evidente. Que le sobran defectos lo sé de sobra. Que difiero de muchos de sus planteamientos lo tengo claro. No esperen un panegírico. Ni la conozco ni aspiro a ser su amiguito, frente a esa tendencia tan repugnante como dominante en la prensa española de maridaje entre periodistas y políticos.

La clase política que nos ha tocado padecer es peor que una maldición bíblica. Y no es accidental. Esta casta es el reflejo de una masa de hooligans sectarios que ven siglas antes que ideas. Entre ellos los peperos. Desde que fundó UPyD dedican buena parte de su tiempo a desacreditar a Rosa Díez. Están ociosos, no hacen oposición.

Dicen de ella que es socialdemócrata, menudos genios. Lo han descubierto. Enhorabuena. Nunca lo ha ocultado, que yo sepa. Quien engaña deliberadamente es quien se presenta como "liberal" cuando no lo es. Por ejemplo Rajoy, el líder de esta panda. Reto a cualquiera a que, programa económico en mano, me demuestre en qué es más liberal el PP que UPyD. Es más, ¿cuándo ha sido liberal el PP? Ni ahora ni nunca. Uno puede ser del pepé, del papá o del pipí, me importa un rábano, pero dejen ya de hablar en nombre del liberalismo. Ya basta. Si el bueno de Hayek –por citar a un liberal moderado– pudiese observar la gestión del PP allí donde gobierna o ha gobernado, se le pondrían los pelos de punta. Ser liberal no es obligatorio: si uno no lo es o no tiene arrestos para ser consecuente con sus postulados, que lo diga. Que no pasa nada. No se va a condenar. En España no hay ninguna opción política liberal, ni nada que se le parezca. Absurdo, pues, optar por un partido u otro en base a esta premisa.

Dicen de ella que es ambiciosa, una política profesional. Manda huevos. ¿Y el resto qué? Rajoy lleva más de 30 años en política. Zapatero lo mismo. Es raro encontrar un presidente autonómico que esté en el cargo menos de diez años. Después, jubilación dorada en el Senado o en Bruselas. Y ahora resulta que el problema de Díez es ése.

Dicen de ella que ha cambiado de ideas. Que antes defendía una cosa y ahora está en otra. Como si eso fuera necesariamente malo. Léanse el libro de Somalo y Noya y dejen de decir bobadas.

Dicen de ella que es abortista. Ocho años de Gobierno Aznar: crecimiento exponencial del número de abortos. ¿Qué hicieron? Nada. Ah sí, ahora votaron en contra de la nueva ley. UPyD también.

Dicen de ella que es una peligrosa laicista. Por defender la separación real entre Iglesia y Estado. Y luego presumen de liberales... Leo en el decálogo para una reforma de César Vidal, punto 10: "Separación real de Iglesia y Estado impidiendo a éste la regulación e intromisión en asuntos relacionados con las confesiones religiosas". Otro agresivo laicista, como todo el mundo sabe.

Dicen de ella que es autoritaria dirigiendo su partido. Probablemente. No milito ni pienso, no puedo saberlo con certeza. Ahora, no me parece una tragedia que en el partido de Rosa Díez mande Rosa Díez. UPyD es el único partido que elegirá a sus candidatos por primarias. Igualito que los congresos búlgaros del PP.

Dicen de ella que no es de fíar. Que cuando toque poder traicionará los principios que ahora defiende. Veremos, imposible saberlo todavía. Sí sabemos quién lo hace cada día, lo de traicionar principios: precisamente el PP.

¡Cuánta hipocresía! De las otras cosas que defiende, las más importantes –no hace falta que las recuerde– no dicen nada. ¿Por qué será?

El Mundo menstrúa

Javier Moreno en Libertad Digital

Lo de Haití es una manera un poco aparatosa -pero una manera, al final- de limpiar el planeta. Así se pronuncia Salvador Sostres, excolumnista de Avui y columnista de El Mundo. Con salvadores del mundo de esta catadura, nuestro pequeño país terminará por sucumbir a los temblores de tierra políticos. Lo de Haití –esto es, un temblor de la vieja tierra bajo nuestros pies– no puede suceder aquí. Esto es debido a que España se halla situada ligeramente dentro en su placa litosférica.

Desde que Alfred Wegener propusiera su teoría de la deriva continental, a principios del siglo XX, la investigación en geología ha avanzado considerablemente. Ahora sabemos que la tierra es un planeta dinámico, que vivimos sobre placas que se mueven, si bien lentamente, y que una de las consecuencias que se derivan de esta deriva son los terremotos. Allí donde confluyen las placas oceánicas y las continentales, o las continentales entre sí, existen inevitables fenómenos sísmicos, que acaecen en momentos impredecibles. Del choque de la India con Eurasia, por ejemplo, surgió la cordillera del Himalaya.

"El mundo menstrúa", dice Sostres. Desde abajo de las placas litosféricas, donde se halla el infierno del denominado manto, se elevan los minerales ardientes que, en los fondos marinos, forman nueva tierra que empuja y desplaza a la antigua (movimientos que son el lejano origen de los terremotos). Pero Sostres no se refiere a ese magma hirviente vomitado desde las profundidades terrestres cuando habla de menstruación. Otorga al planeta una especie de voluntad perversa, o de naturaleza evolucionada perversa, que lo lleva a exterminar en un holocausto despiadado a cientos de miles de personas de cuando en cuando. Es una atribución igual de absurda que la hecha por el gorila rojo –que me disculpen estos grandes simios– con la Marina de los Estados Unidos.

Aunque es cierto que a lo largo de la historia de la evolución se han dado extinciones masivas, como la del Pérmico o la del Cretácico, y muertes en masa provocadas por diversas circunstancias geológicas, sugerir siquiera que los terremotos sean un mecanismo de limpieza del planeta, y más aún, de limpieza de una humanidad convertida en plaga, excede toda medida no ya de inmoralidad, sino de lógica.

Este pequeño nazi de provincias se considera capacitado para juzgar lo que el mundo necesita o –lo que es peor– aquello de lo que debe prescindir sangrientamente. Para exponer metafóricamente sus ideas radicales y genocidas no duda en utilizar los procesos biológicos y los geológicos. Un tipo que llegó a afirmar "me siento superior a los españoles, estamos varios escalones por encima en la escalera evolutiva" es la clase de tergiversador que más daño puede causar a una sociedad libre. Ya no es sólo que ignore qué es y cómo ha operado la evolución biológica, teniendo de ella una idea muy parecida a la de los nazis genuinos –raza superior necesitada de su espacio vital–, es que pretende que la realidad se amolde a sus designios, siendo estos designios la exclusión y el sometimiento de la mayoría por una minoría de la que él, como es natural, forma parte. Debería decir, si hubiera en él un asomo de irónica autocrítica, eso de Groucho Marx de "no deseo pertenecer a ningún club que acepte como socio a alguien como yo".

El Mundo menstrúa, si. El periódico El Mundo –club que ha aceptado a este miembro o, con anterioridad, a personajes como Antonio Ruíz de Elvira, calentólogo catastrofista– terminará por desangrarse como siga en esa línea.

República popular de Massachusetts, tocada

GEES en Libertad Digital

Junto al bloqueo de una ley que significa una gran expansión del estado que contradice los valores americanos y que incrementaría gravemente el déficit en condiciones de crisis, la nueva situación parlamentaria significa también que Obama no va a poder seguir nombrando magistrados izquierdistas en el Supremo cuando se produzcan nuevas vacantes. De esto se habla poco en las campañas pero importa mucho a los electores de uno y otro bando. Otros muchos mitos de la izquierda respecto a su entronque popular se los lleva el ventarrón electoral que sopló en Boston y aledaños. Es la confirmación de un cambio que ya estaba en marcha y al que muy difícilmente se podrá dar la vuelta. 

Histórica derrota demócrata en el primer año de Obama

Editorial de Libertad Digital

En cualquier caso parece innegable que el apoyo público que Obama ha dado a la candidata demócrata ha perjudicado a esta más de lo que la ha beneficiado. Y es que, tal y como reflejan las encuestas de Gallup, en tan sólo un año el presidente estadounidense ha pasado de tener un indice de aprobación inicial cercano al 80 por ciento, uno de los más altos de la historia reciente, a tener uno del 57 por ciento, en una de las caídas más acusadas de las que se tienen constancia.

Todos somos hermanos

Cristina Losada en Libertad Digital

La prioridad socialista es fabricar un universo maniqueo, único entorno en el que respira a sus anchas y puede superar el vértigo de sus contradicciones. El Gobierno mutó del "papeles para todos" a los cupos para la detención de ilegales. Y Zapatero se jactaba, días atrás de que había expulsado a "la inmensa mayoría" de los sin papeles. Pero, ¿hay que echarlos o hay que acogerlos? Mientras se aclaran, póngase ZP de acuerdo con su ministro del Interior. Quiere "darles una educación" a los hijos de inmigrantes que, según su jefe, ya han sido repatriados.

La imposición bilingüe

Albert Esplugas Boter en Libertad Digital

Imponer una educación bilingüe atenta contra los derechos individuales de las personas, que son los que cuentan aunque la Constitución no lo diga. Las consecuencias agregadas de la elección de lengua (como el futuro del catalán o el uso de la lengua con fines nacionalistas) son secundarias. ¿Contra quién atenta el padre que quiere escolarizar a sus hijos solo en castellano (o en inglés o en chino) porque ya habla catalán con la familia y consideran que tiene que reforzar mucho más el otro idioma? ¿A quién agrede el padre que quiere que su hijo se eduque sólo en catalán porque cree que el castellano ya se aprende fuera de las aulas? La libertad de uno acaba donde empieza la de los demás, y la elección de lengua de los padres no interfiere en la de nadie.

La alegre España ignorante

José García Domínguez en Libertad Digital

Una patología que, por lo demás, es fruto directo de la sistemática demolición de la red de instrucción pública en todos sus tramos, desde la Primaria a la Universidad. Empezando por la indiscriminada estabulación forzosa hasta los dieciséis años de la población reclusa en la ESO; continuando por el nanobachillerato de bolsillo de la Señorita Pepis; y acabando con la lonja de pescado donde hoy se rifan los títulos universitarios. ¿Y ahora dicen que van a arreglarlo con un pacto educativo? A buenas horas, mangas verdes.