miércoles, 18 de mayo de 2011

Las "fuerzas del progreso"

Se mueve (es un decir) la izquierda últimamente entre eso del Socialismo Real YA (¿o era democracia?) y el derecho de pernada, como acertadamente ironiza José García Domínguez, del Gran Kahn (o mejor Kahn Kahn, habida cuenta de su nacionalidad y aficiones.) Y en medio, ZP con sus cinco millones de parados. Porque "en este país" gobierna la izquierda. Hace siete años. Por más que algunos parezcan no haberse enterado aún. En resumen: el progreso que le dicen. Y a ver quién detiene al progreso. Como no sean los polis de Nueva York...

Viñeta de Montoro en La Razón

El trolas

Alfonso Ussía en La Razón

Entra con holgura en el ámbito de la honestidad ser el propietario de un hermoso chalé en Carranque. Espero no ser objeto de una perversa interpretación. Pero no entra con holgura en el ámbito de la coherencia hacer demagogia con el argumento de la gente común cuando no se forma parte de dicho apartado. Tener un chalé es legal pero no es común. Tener una parcela de quinientos metros cuadrados a cuarenta kilómetros de Madrid es tan agradable como legítimo, pero no es común. Presentarse como el candidato de la gente común sin ser común es otra trola de Gómez. Con lo sencillo que resulta decir la verdad. «Me llamo Tomás Gómez, quiero ser presidente de la Comunidad de Madrid, tengo un chalé en Carranque, Toledo, y les pido su voto». (...) Y finalizo recordando los nombres de los seis magistrados del Tribunal Constitucional que después de abrir las puertas de las instituciones a los proetarras, y cumpliendo la obediencia debida al Gobierno, pretenden tumbar la «Doctrina Parot». Pascual Sala, Eugeni Gay, Elisa Pérez Vera, Pablo Pérez Tremps, Luis Ignacio Ortega y Adela Asúa Batarrita. Nada tiene que ver con el artículo, pero es lo que hay.

Erótica del poder

Ángela Vallvey en La Razón

Si DSK es culpable la gente se preguntará: «¿En qué manos estamos, en las de personas que sólo poseen el talento de la ambición de poder, pero carecen de disciplina y autocontrol…?». Y si DSK resultara inocente, pocos se compadecerán de él; pensaremos que lo que está sufriendo el político francés son los «efectos colaterales» del poder, no una injusticia, y que alguna desventaja tenía que tener llevar el mundo colgando de las manos como si fuese un llavero. La pasión del poder provoca de todo menos compasión.

Strauss-Kahn no es Corcuera

Antonio Burgos en ABC

De ocurrir en España, lo de Strauss-Kahn no habría pasado, para ventura del euro y del FMI. Aunque el francés hubiese querido que una camarera del Ritz o del Palace le hiciera el ídem, se hubiera aplicado no la Ley Corcuera, que es una patada en la puerta, sino la Doctrina Corcuera, que es el «usted no sabe quién soy yo».

Cierto doble rasero

Ramón Pérez-Maura en ABC

La diferencia radica en que si el que estuviese encerrado hoy en la cárcel de Rikers fuese el actual primer ministro italiano, toda la «intelectualidad» de izquierda —disculpen la redundancia— así como los programas de telebasura —con la excepción de Tele5 y Cuatro, por supuesto— estarían desollando al cabrito. Bien estaría. Pero claro, eso a un señor de izquierda en el que tantas esperanzas se habían puesto para desalojar al réprobo Nicolas Sarkozy en Francia no se puede hacer.

Cría cuervos y...

Juan Morote en Libertad Digital

La verdad es que nos estamos enfrentando a un fenómeno complejo, causado por un conjunto de factores. En primer lugar, estos niñatos que protestan en el asfalto y bajo la luz artificial son los hijos de los que soñaron con haber estado en París en el 68, si hubieran sido franceses les llamaríamos bo-bos, o lo que es lo mismo ciudadanos bohemios, aunque, como señaló Brooks, los miembros de este colectivo sólo comparten sus patrones de consumo. En segundo lugar, son pseudomarginales desencantados con una sociedad que pretende obligarles a esforzarse y trabajar para tener una oportunidad. Y en tercer lugar, son una panda de andrajosos malcriados que suben al Mercedes de papá con los pantalones rotos bien arrastrados por el asfalto.

Indígnense, nenes

José Antonio Martínez-Abarca en Libertad Digital

¿Rebeldes, éstos? Son los mismos que, encuesta universitaria tras encuesta universitaria, dicen querer cambiar el mundo de mayores por el procedimiento de meterse a arrojados funcionarios. Son los que claman por la llegada de una fantasmagórica "Sociedad del Conocimiento" cuando ni se han molestado en saber que en castellano hay un signo de apertura de exclamación en el tontuelo "¡Indignaos!" (al menos, que se "indignen" ortopédicamente exclamando como es debido). Estos aspirantes a arreglar todo lo que está mal en el mundo volviéndolo mucho peor aún hacen estos días sentadas en la vía pública. Para eso sí sirven: para esperar a todo sentados. Llevan desde que Rodríguez Zapatero ganó sus primeras elecciones pasándoselo teta y corroborando que vivían "en la mejor situación española de la Historia", y ahora que parece que hay que ponerse a trabajar un poco para arreglar lo que ellos mismos han contribuido a perpetuar se acuerdan de que la paga que les había prometido el Estado se volatiliza y que tienen que madurar de repente, sin tener la edad para ello. Es decir, como si tuviesen esos mismos cuarenta o cincuenta años, en cualquier caso menos de sesenta, que ya tiene a sus espaldas el actor Willy Toledo, quien se sienta en la calle estupendamente, a mover el rumbo del planeta.

La izquierda europea pierde los pantalones

Pedro Fernández Barbadillo en Libertad Digital

La socialdemocracia ha constituido una clase moralmente superior y ha empapado a toda la sociedad de su pudibundez: no fumes, no hagas chistes, no discrimines, no pienses sólo en ti... Ahora se la juzga con la misma vara con la que mide a los demás. Un sacerdote italiano de izquierdas, Filippo di Giacomo, calificó así a los políticos izquierdistas de su país con motivo de un acto social y político: "en las primeras filas estaban sentados algunos de los personajes más ricos de Italia, todos ellos recién llegados de sus villas en el Caribe, Kenia o Thailandia. Esa es hoy la izquierda italiana, una especie de nouvelle cuisine, nada en el plato y todo en la cuenta. El más pobre tiene siete casas. Los mileuristas no fueron invitados al discurso, estaban en el guardarropa cuidando de los abrigos de piel". Los abrigos de piel, que antes llevaban las señoras de derechas ahora los llevan las queridas de los progres.

Y la gran esperanza de la socialdemocracia europea para recuperar el trono de Francia ha sido encarcelada en Estados Unidos por violación de una empleada de la limpieza. Un episodio de folletín del XIX: el casero que se aprovecha de la joven viuda que no puede pagar la renta, el marqués que acosa a las aldeanas de su feudo. Pase que el socialista Dominique Strauss-Kahn sea banquero y rico, pero que no pueda contener su lujuria como si se tratase de un mono en celo...

Tanto Twitter para esto

Daniel Rodríguez Herrera en Libertad Digital

En la concentración de este martes en Sol se gritaba como consigna "Queremos salir en Telemadrid". Tanto rollo dospuntocero, tanta cosa de que con internet no hacían falta medios de masas, y al final lo que quieren los revolucionarios de las redes sociales es salir en la tele, que si no parece que nadie les hace caso.

Discúlpenme que no se me levante el entusiasmo, pero la primera revuelta de Twitter en España se parece mucho a las manifas antifas de toda la vida, sólo que con un montón de despistados que se han unido creyendo que eso es otra cosa, gracias a lo cual hay más de dos gatos. Ha sido lo mismo de siempre, consignas anticapitalistas y piedras contras las lunas. Sólo que con gente de corbata y vaqueros de moda haciendo bulto.

En Twitter se puede poner #15m todas las veces que se quiera, pero cuando llega el día D y la hora H alguien ha tenido que organizar el cotarro, poner las pancartas, preparar las consignas, ejercer de equipo de seguridad y hasta pedir permisos a la delegación del Gobierno. ¿Creen que eso lo han hecho los internautas que empezaron repitiendo el #nolesvotes como unos posesos y ahora están en la puerta del Sol? No, claro. Lo han hecho quienes tienen la experiencia, capacidad e iniciativa de hacerlo y, gracias a ello, se han hecho con el liderazgo del movimiento.

Así, la organización de todo este sarao ha corrido a cargo de la extrema izquierda de siempre, de los okupas de toda la vida. La voz cantante ha corrido a cargo no del "pueblo" en general, sino de unos personajes muy en concreto. Allí se presentó Willy Toledo, uno de los principales apoyos de la tiranía castrista en España, sin que nadie lo echara a gorrazos, pese a que los organizadores se autodenominan "Democracia real ya", que debe ser el nuevo pseudónimo de las democracias populares de antaño. Antes lo hizo Carlos Taibo, uno de los más conocidos soportes dizqueteóricos de los antiglobalización españoles. El manifiesto es un recorrido por los tópicos de la izquierda más rancia, esa que lo pide todo del Estado y se cree que al mismo tiempo puede haber empleo y prosperidad y que los políticos no se conviertan en una casta.

Las manifestaciones contra la guerra de Irak fueron multitudinarias porque acudió gente de todo el espectro político. A una escala infinitamente menor, algo similar está ocurriendo ahora. Sin embargo, entonces mucha gente se fue descolgando según se dio cuenta de que aquella protesta teóricamente apartidista no era más que una pantalla para promocionar a la izquierda. Quizá el punto de inflexión fue aquel vándalo barcelonés que aprovechó el ambiente para asaltar El Corte Inglés y llevarse un jamón.

Cuando los del Twitter se den cuenta de que alguien quiere llevarse el jamón, abandonarán a la extrema izquierda. Y entonces acabará la #spanishrevolution.

¡Servidumbre Real YA!

Juan Ramón Rallo en Libertad Digital

Es cierto que las ideas de 'Democracia Real YA' no resisten un análisis de más de cinco segundos, pero no por ello hay que negar su existencia: de hecho, lo mismo sucede con nuestra clase política y con la mayoría de los autodenominados intelectuales. No ocultemos sus propuestas, saquémoslas a la luz y expliquemos cuáles son sus consecuencias: más desempleo, más impuestos, más déficit y más bancos (públicos) quebrados que rescatar. Quieren regenerar la política, pero no para incrementar la exigua esfera de libertad de los individuos a costa de la reglamentación estatal, sino para terminar de convertirlos en las mulas de carga de la casta gobernante. Sorpresa: la nueva izquierda no es otra cosa que la izquierda de toda la vida.


El socialismo del post-it

Pablo Molina en Libertad Digital

Los gobernantes de todos los niveles están de acuerdo en la necesidad de agilizar los trámites burocráticos y reducir el número de documentos en papel que maneja la administración, pero los socialistas les llevan al resto de competidores al menos dos décadas y media de delantera.

Porque esto de dictar actos administrativos en un papelito adherente no es un invento de los responsables del departamento de trabajo de la Junta de Andalucía, sino toda una tradición en el socialismo autonómico desde que la marabunta progresista se hizo con estos abortos jurídico-políticos que son las comunidades autónomas.

Éste que suscribe ha visto en sus tiempos de funcionario papelitos de esos, firmados por el consejero del ramo y dirigidos al jefe de servicio de personal, con la indicación "méteme en nómina a este amigo" (sic), y a continuación el nombre completo y el DNI del afortunado nuevo empleado público. El responsable de recursos humanos de entonces, hombre sabio proveniente de la administración franquista y por tanto legalista hasta la extenuación, guardaba esos papelitos como oro en paño por si algún día el fiscal le llamaba a declarar y, de paso, rezaba para que llegara pronto la fecha de su jubilación. Afortunadamente se jubiló sin que el asunto explotara, entre otras cosas porque lo primero que hizo el PP al llegar al poder en 1995 fue quemar simbólicamente esos varios cientos de papelitos y pasar página (o "post-it") como manda el centro-reformismo.

Como en Andalucía todavía no ha habido un cambio en las estructuras del poder autonómico, es lógico que perduren los procedimientos administrativos más queridos por el socialismo, con la nota adhesiva como principal herramienta para la agilización de los procesos burocráticos, siempre tan pesados.

Un pequeño billete de estos sirve para quintaesenciar las resoluciones administrativas haciendo mención expresa solamente de lo sustantivo. En el caso denunciado por Javier Arenas, en lugar del informe jurídico emitido por la oficina correspondiente y el necesario expediente administrativo que siga los trámites previstos por las normas dictadas por la propia comunidad autónoma, el director general resume en una sola frase manuscrita a quién hay que darle un trinque presupuestario y bajo qué condiciones, que es lo que realmente importa. El resto del proceso es un asunto mecánico, porque después de haberse pulido setecientos millones en "jere", que diría el campeón de Arenas, trincar un dineral sin tener derecho a ello es algo al alcance incluso del hermano de "mienmano".

Sólo cabe esperar que cuando llegue el equipo de Arenas al poder andaluz envíe todas esas notas manuscritas a la Fiscalía y no las queme como sus colegas en el resto de autonomías que han ido cayendo del lado popular. Más que nada porque a tenor del número de post-it emitidos, el fuego podría acabar arrasando el Palacio de San Telmo.

Salgado y el chimpancé

José García Domínguez en Libertad Digital

Salgado echa en falta más respeto. "Hay que ser un poco más respetuoso", se ha lamentado. Y ahí sí que no le falta razón. Esos yanquis, tan zafios ellos, ni el derecho de pernada respetan.

Movimiento 15-M: Títeres de la izquierda

Editorial de Libertad Digital

Basta echar un vistazo a las propuestas de Democracia Real YA –la plataforma ciudadana que promovió las manifestaciones del pasado domingo en más de 60 ciudades de España– para darse cuenta de que, lejos de ser un legítimo, espontáneo y transversal movimiento de protesta contra la falta de alternativas y de soluciones que ofrece nuestra clase política, se trata de un movimiento muy bien organizado por parte de la izquierda para apropiarse del justificado malestar social y proponer políticas aún peores que los problema que ya padecemos.

Más que a un mayor grado de democracia, a lo que parecería que aspiran los miembros de Democracia Real YA es a una adulteración de la misma. No en vano, la democracia no entiende de adjetivos, sean éstos real, orgánica o social. Siempre que se quiere matizar su clarísimo significado original asociándolo a diversos calificativos, sólo cabe descubrir un subyacente deseo por socavarla.

No es de extrañar, por tanto, que partidos como IU o el PSOE hayan querido sacar rédito de esta protesta ciudadana –por ejemplo, vinculándose a través de su página web con el manifiesto de la plataforma–, como si estos partidos no formaran parte de esa clase política que es legítimamente percibida por los ciudadanos como el tercer principal problema de nuestro país, o como si esta plataforma ciudadana de izquierdas no promoviera las ideas que en gran parte son responsables de la crisis que padecemos.

La izquierda es experta en el agitprop y en valerse electoralmente de la crispación, como bien quedó demostrado con los movimientos, también falsamente espontáneos, del "Nunca mais", el "Hay motivo" o el "No a la guerra". Ahora, con casi cinco millones de parados, y ante la nula iniciativa del principal partido de la oposición para liderar el malestar ciudadano, es evidente que esa izquierda quiere ocupar semejante vacío, aunque ello suponga convertir una protesta a favor de la democracia en una destinada a pervertir sus bases y a mejorar las perspectivas electorales del PSOE.