viernes, 16 de abril de 2010

Callejón sin salida

Estepaís no tiene arreglo. Tanto da si hablamos de las dos Españas como de las diecisiete. Del pasado, del presente o, es de temer, del futuro. España está en un callejón sin salida. Con un gobierno inútil, una oposición no mucho más hábil, un pueblo "desalfabetizado" y unas "elites" sociales y culturales impresentables. La mejor manera de salir de un callejón sin salida es dando media vuelta y haciéndolo por donde se ha entrado. O, en el peor de los casos, saltando una tapia. Pero conociéndonos a los españoles, lo más probable es que acabemos dándonos de cabezazos. O lo que es peor: estampándonos unos a otros contra ella. Ojalá me equivoque.

No a la guerra con Bush, sí con Obama

Editorial de Libertad Digital

Como en tantas otras cosas en esta España en que nada es bueno ni malo en sí mismo, sino aceptable por ser de izquierdas e inaceptable por provenir de la derecha, el levantamiento por la guerra de Irak no fue más que un gigantesco ejercicio de hipocresía colectiva. Y no sólo del PSOE o el famoseo progre, sino también y muy especialmente de los ciudadanos que entonces se manifestaron y no han vuelto a preocuparse de qué sucede en Irak. Aquellos que cogieron aquella bandera porque estaba de moda y les hacía sentirse bien consigo mismos, pacíficos, solidarios. Aquellos a quienes jamás preocupó qué vida les esperaba a los iraquíes entonces ni qué tienen hoy día por delante.

Cada maestrillo con su librillo

Florentino Portero en Libertad Digital

Cuando George W. Bush llegó a la Casa Blanca trató de no definir una política sobre la crisis israelo-palestina, a la vista del fracaso de la iniciativa de su predecesor en Camp David y Taba. Diplomáticos y asesores coincidían en que las concesiones hechas por el entonces presidente Barack eran lo máximo a lo que podía llegar un Gobierno israelí. Puesto que Arafat lo había rechazado de forma clara y consciente, no había nada que hacer en mucho tiempo. Sin embargo, Bush descubrió pronto que eso era imposible, que los intereses norteamericanos en Oriente Medio y Europa exigían que el presidente fijara una agenda y unos objetivos. En otras palabras, era necesario vivir en la ficción de que había un proceso de paz. De aquel duro descubrimiento surgió la "hoja de ruta" que marcó ocho años de historia. Ocurrió lo previsto: que no funcionó. El problema no estaba en cómo gestionar la negociación, sino en la falta de disposición palestina a aceptar una paz posible. Sin embargo, se empleó tiempo y dinero en justificar la nueva metodología. Si Clinton había apostado por una negociación total, en la que se trataban al mismo tiempo todos los temas delicados, Bush optaría por una aproximación por fases, a lo largo de tres períodos en los que cada una de las partes tendría que realizar concesiones precisas. No se pasó de la primera.

Ahora Obama llega con su guión. Era evidente que la "Hoja de ruta" había quedado en el archivo de la anterior Administración y que este presidente, como le ocurrió a su predecesor, no puede actuar en la región sin un plan, sea cual sea su formato u objetivos. Primero fue una columna de David Ignatius en el Washington Post del pasado día 7, en el que trascribía la información que había recibido en el Consejo de Seguridad Nacional. Luego un comentario del propio presidente. Ayer un largo artículo en el New York Times. La presentación está en marcha. Ahora sólo falta conocer el contenido.

¿Qué podemos adelantar? Por lo pronto tres hechos.

El primero es de carácter argumental. En los años de Clinton era necesario lograr la paz para garantizar la seguridad de ambos pueblos, poniendo fin a una situación inaceptable que se venía prolongando desde hacía demasiado tiempo. En los años Bush a las razones anteriores se sumaron otras, características del nuevo marco estratégico. El islamismo se nutría de la desesperanza y de la humillación. La dramática situación del pueblo palestino se estaba convirtiendo en un pilar de la publicística radical. Más aún, estaba alimentando el islamismo entre los propios palestinos. Urgía poner fin a esta situación para quitar al fundamentalismo musulmán una de sus causas de referencia. La nueva Administración ha hecho suyo un argumento esgrimido previamente por el general David Petraeus, comandante en jefe del Mando de Asia Central (CETCOM), por el que la seguridad de los soldados desplegados en aquella región, y muy especialmente en Irak y Afganistán, depende de la imagen de Estados Unidos derivada de la gestión de la crisis palestina. La asociación de Estados Unidos con la defensa de los intereses israelíes y en detrimento de los palestinos dificultaría, en su opinión, seriamente la consecución de los objetivos previstos. En otras palabras, no serían vistos por la población como un ejército amigo sino como uno opresor.

El segundo es el hecho de que las relaciones entre Estados Unidos e Israel pasan por un pésimo momento, debido al rechazo de las presiones norteamericanas para que Israel realizara concesiones unilaterales y a las prisas del presidente norteamericano por demostrar al mundo musulmán su buena voluntad, en línea con su famoso discurso en El Cairo.

El tercero es algo obvio a lo que hemos hecho referencia en ocasiones anteriores: el campo palestino está roto entre nacionalistas e islamistas, el actual Gobierno no representa a casi nadie y, desde luego, no es un interlocutor válido para asumir compromisos importantes.

En estas circunstancias es difícil ser optimista. Por ahora lo que toca es esperar a que Obama mueva ficha y nos explique su "visión".

Placas

Salvador Ulayar en Libertad Digital

Recuerdo el discurso del Rey y los políticos tras cada atentado en estas últimas décadas. Cientos de veces apelaron a la debida confianza de los ciudadanos en general y de las víctimas en particular, en ese Estado de Derecho que, al cabo, derrotaría a la banda y nos protegería. Y me lo creí. Aquel discurso de la épica democrática frente a los malos, contrasta con la realidad. Hoy la negociación con los asesinos sigue viva y sedicentes grupos musicales se descojonan de las víctimas, como por ejemplo ahora en Sevilla, bajo la protección de partidos y de ese Estado de Derecho. Entre tanto ciertos políticos, instituciones y entidades se suman afanosos en la colocación de placas en las calles a la memoria de los muertos. Necrófagos, "viven" de placas, jornadas, conciertos, libros, leyes de víctimas, homenajes y piedades varias de orden lacrimógeno. Tras la placa marmórea del campo santo se enterraron los cuerpos de los asesinados. Ahora, tras las placas metálicas de nuestras calles, entierran su ciudadanía española.

¿Habrá sentencia?

Raúl Vilas en Libertad Digital

No tengo ni repajolera idea. Dada la deriva del Tribunal Constitucional desde que se aprobó el requeteinconstitucional Estatut de Zapatero, cualquiera hace pronósticos sobre la cuestión. Los caminos de María Emilia son inescrutables para el común de los mortales, aquellos que no tenemos acceso la tribuna de autoridades en los desfiles militares para dedicarle reprimendas públicas, como la vice De la Vega. La separación de poderes, oiga.

Llevan reunidos dos días y anuncian que este viernes seguirán. En este negocio nuestro en seguida montamos revuelo. Necesitamos noticias como los yonquis un chute, y cuatro años de mono esperando una dosis tan importante como la sentencia son muchos años. La semana pasada, al conocerse la convocatoria de los dos plenos, las redacciones se convulsionaron. Ahora, cuando la calma había vuelto, se citan un día más y de nuevo el runrún. Basta que diga que no habrá sentencia para que sí la haya, o viceversa. Pero metidos a pitonisos, sería raro raro raro que, en caso de que algún día se resuelva el recurso del PP –no estaría yo tan seguro–, sea antes de las elecciones catalanas. De la Vega, la señorita rottenmeier particular de la presidenta del Constitucional, advirtió hace poco que los tribunales no interferían en las campañas electorales. Como indicio, no está mal.

Esta ópera bufa a la que asistimos desde hace cuatro años ha conducido a un desprestigio tan enorme como justificado del Tribunal Constitucional. A estas alturas nadie duda que su funcionamiento responde exclusivamente a criterios de conveniencia política, de obediencia a los partidos políticos, auténticos secuestradores de la soberanía: la partitocracia.

Que el Estatuto es inconstitucional de cabo a rabo –más aún, la voladura de la Constitución– es menos secreto que el sumario del Gürtel. Lo sabe desde Zapatero a los camisas pardas de la Esquerra y los meapilas de Unió, pasando por Rajoy y Alicia Sánchez Camacho, aunque todos desean que el TC diga lo contrario. Eso es lo de menos. Los magistrados no discuten, Constitución en la mano, argumentos jurídicos; negocian, carné de partido en la boca, un arreglo lo menos dañino para sus amos, los políticos. Si quitamos nación de aquí, la ponemos allí; si damos por buena la totalitaria imposición del catalán, recortamos un poquito la independencia judicial...

La fecha del parto no lo sabemos. Pero la naturaleza de la criatura sí: un apaño que rubricará la defunción de la soberanía nacional. De la democracia.

14 de abril, Día de la Cheka

Federico Jiménez Losantos en Libertad Digital

Lo que hoy, 2010, representa la bandera tricolor no es la República, sino la Cheka. Si los inquilinos dinásticos desertan como Alfonso XIII en 1931, cosa nada descartable, vendrá una república, de eso no hay duda, pero de momento la única que se perfila es la II bis, la del 31 hasta el 34, masónica y despótica, y, tras el golpe de Estado del PSOE y ERC en el 34, la del 36 al 39, soviética, totalitaria y genocida. El PSOE actual tiene, como el de la II República, dos proyectos políticos: el masónico a la mexicana y el chekista a la soviética, cubana o venezolana. Los dos se sientan en el Consejo de Ministros. Y Zapatero utilizará el segundo, el soviético, para hacer más digerible el primero, el mexicano. Pero lo terrible es que, como en el 31, como el 34 y como el 36, la derecha política no tiene nada preparado: ni para resistir el cambio ilegal e ilegítimo de régimen, ni para combatir el despotismo masónico ni siquiera para evitar la cheka, destino inevitable de esta casta de cobardes y cretinos que pastorea la Derecha actual, hoy más cobarde que nunca pero tan cretina como siempre.

Haga su Nüremberg, Zapatero

Cristina Losada en Libertad Digital

Será mala suerte si ese proceso afecta a su amigo Carrillo. Si los familiares de los asesinados en Paracuellos y en las checas, los del POUM, los anarquistas, el maquis y los comunistas liquidados por el PCE exigen su porción de memoria y justicia. Daños colaterales. Deje de jugar con el dolor de tanta gente y hágalo de una vez. ¿Qué se lo impide?

La Fiscalía y la insurrección contra el Supremo

Guillermo Dupuy en Libertad Digital

Conde Pumpido, con tal desacreditar la denuncia interpuesta contra Garzón, ha tenido la desfachatez de presentar la encomienda que la Constitución hace al Ministerio Fiscal para que defienda y promueva el interés general ante los tribunales como una especie de monopolio sin cuya condescendencia o apoyo, no ya los falangistas sino ningún ciudadano debería tener derecho, según él, a recurrir a la Justicia. El fiscal general del Estado ignora así un artículo de la Constitución, que, como el artículo 125, consagra explícitamente que "los ciudadanos podrán ejercer la acción popular".

El provocador

Alfonso Ussía en La Razón

España tiene una izquierda que todavía no ha superado la primera mitad del siglo XX. Un Gobierno que sostiene una campaña contra la independencia del Poder Judicial, es un Gobierno golpista y antidemocrático. Si eso lo hace un Gobierno del Partido Popular, hay tiros. Claro, que también habría estallado la violencia social con cinco millones de parados. Ahí la izquierda tiene suerte. Los sindicatos no protestan cuando quien los mantiene es de los suyos. Pero soplan muy malos vientos por España. Y el provocador, mira, contempla y sonríe.

A lo tonto

Cristina López Schlichting en La Razón

Ha dicho Santiago Carrillo que así, «sin darnos cuenta, están reapareciendo las dos Españas». Los hay que no aprenden o que no quieren aprender. Sin darnos cuenta, a lo tonto, a lo tonto, se organizó la guerra civil. Que si una iglesia quemada, que si un cura toreado, que si un diputado asesinado… es lo que hay, que la gente tiene poca capacidad de encajar. Sin darnos cuenta tenemos un presidente cuya referencia moral es un abuelo republicano idealizado y para el que la Segunda República es el antecedente de la democracia actual. Sin darnos cuenta la Ley de Memoria Histórica y las discusiones sobre el pasado nos han dividido de nuevo. Y ahora, sin darnos cuenta, llega un juez y decide romper con la amnistía y con la transición.

Peligrosa deriva

José Antonio Vera en La Razón

La izquierda ultra y el Gobierno que le ampara quieren juzgar y condenar a todos los que no piensan como ellos. Y por supuesto absolver de cualquier culpa a los políticos implicados en los crímenes del Frente Popular durante los años de la República. Aquellos no fueron crímenes. Eran acciones necesarias para defenderse preventivamente del fascismo. Éste es el lenguaje que nos ha caído del cielo treinta y cinco años después de que España decidiera mirar al frente y al futuro en vez de a su miserable pasado de tiros y pistolas. Que es lo que quieren rescatar ahora los de la zeja y sus fiscales defensores en una deriva más que peligrosa.

El retorno de los brujos

Ignacio Camacho en ABC

Cada vez que el presidente está en apuros echa mano de las banderas del izquierdismo de barraca. La crisis lo ha dejado sin argumentos y no encuentra el modo de levantar las encuestas, así que ha decidido incendiar los rastrojos del divisionismo para movilizar a unas bases sociales cada vez más frías ante su poder de seducción. El espectro del franquismo, por gastado que esté, funciona siempre como galvanizador de reyertas; simplifica los esquemas y provoca una enorme humareda sociológica. Cuando no hay manera de crear un «marco conceptual» más sofisticado, el zapaterismo dibuja escenarios de brocha gorda.

Los banqueros de la ira

Carlos Herrera en ABC

La ira no es ajena a la historia de ningún pueblo; el español conoce bien alguno de esos pasajes recientes en los que su manejo ha sido profuso y particularmente diestro, en los que han incendiado todas las relaciones transversales de los ciudadanos y en los que las consecuencias han sido, evidentemente, sangrientas. Ahora, en el 2010, la ira está tintando las estrategias de los arqueólogos de fantasmas y espectros hasta el punto de movilizarse en pos de desestructurar el pacto de convivencia sin revanchismos ni rencores que los ciudadanos nos hemos venido dando. Quienes están incendiando la mecha, quienes están echando gasolina a las brasas de un fuego condenado a apagarse, quienes hacen del odio un argumento político, quienes quieren reverdecer enfrentamientos fraticidas, quienes viven en la nostalgia del guerracivilismo, están prestando un pésimo servicio a su país y puede que también a ellos mismos.

La Internacional Antifascista de romería

Fernando Fernández en ABC

Su ejercicio totalitario de agitación y propaganda tiene un pequeño problema: Franco murió hace treinta cinco años y el franquismo, mal que les pese, no tiene expresión política alguna. Como sí la tiene la izquierda totalitaria. La derecha rompió hace muchos años con esa parte de su historia; ése es el gran servicio que Fraga ha prestado a la democracia española. La izquierda, que lo intentó y casi lo consigue con Felipe González y su Bad-Godesberg particular, ha sido secuestrada por una pandilla de irresponsables que añoran los tiempos del Lenin español.

La pareja progresista

Ignacio Ruiz Quintano en ABC

¡Menudo «ticket» electoral se han buscado las fuerzas de progreso! Gómez en la Puerta del Sol para la cosa de la boina, que eso es la Comunidad, y en la Cibeles, para la cosa del adoquín, que eso es el Ayuntamiento, Gabilondo, un tío que disfruta planchando mientras cavila las cosas de la vida. ¿El aborto? «Yo tengo un problema, y es que soy de metafísica y por tanto necesitaría un buen rato para decidir qué es un ser humano». ¿Alguien que vota, quizás? No sabe. Necesita otro buen rato. Necesita que le pasen otro juego de sábanas para que las planche, y quizás luego... Gómez y Gabilondo pertenecen a un partido que en concepto de medida de estímulo económico ha enviado al municipio burgalés de Iglesiarrubia la cantidad de... ¡0,48 euros!