miércoles, 13 de enero de 2010

Indecencia: permitir la libertad de expresión

Marta Pérez-Cameselle en Libertad Digital

La libertad de expresión es un derecho recogido en la Constitución española con el límite en el respeto a los derechos fundamentales, como el derecho a la vida. Pero la concejal socialista aludió a la vulneración de los derechos reproductores de las mujeres. Si se refería al derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, es decir, a abortar, no existe ningún derecho en la Constitución que reconozca a las mujeres poder para matar a sus hijos no nacidos. Lo que dice es que "todos tenemos derecho a la vida" y en concreto, al ser humano no nacido, se le considera un bien jurídicamente protegido.


Pues habrá que seguir diciéndoselo a esta sociedad tan civilizada y tan progresista: El aborto no es un derecho, es un crimen. Sea o no sea delito.

El filósofo contra el político

Gabriel Albiac en ABC

La corrupción, subraya Bueno, no es sólo aquello que el código califica como delito. Ésa es su fracción ínfima. Y no, desde luego, la que mueve más dinero ni más influencias. «La corrupción delictiva, la establecida por el código penal, constituye tan sólo un caso particular (codificado y medido) de la corrupción democrática (o política) general. Hay más corrupción política en el proyecto de ley de plazos del aborto que la que pueda haber en el escándalo de financiación ilegal de un determinado partido político o en la prevaricación de un alto funcionario».

El cambio climático gramatical

Antonio Burgos en ABC

Quizá por la obsesión del cambio que predicen los nuevos curas de misa y olla en las canonjías ecológicas de las que trincan a lo Al Gore, la voz «climatología» ha sustituido completamente a lo meteorológico. Que apenas queda en el nombre del organismo de predicción del tiempo, la Agencia Estatal de Meteorología. Que al paso que vamos será pronto Agencia Estatal de Climatología.