domingo, 31 de enero de 2010

Sobre calendarios

José Jiménez Lozano en La Razón

Durante siglos, estas gentes sencillas han estado observando el cielo y los fenómenos atmosféricos, al margen del discurso racional, y han sacado sus conclusiones, que son el saber que ofrecían los viejos calendarios, en fórmulas del refranero mismo, que podían cumplirse o no, pero esto no tenía más importancia que cuando no aciertan los pronósticos de la meteorología científica. Las variables e imponderables son muchas en este asunto, y se ha llegado a la conclusión de que estamos, en este caso, inmersos en una especie de lógica errática y pensamiento caótico, que luego algunos filósofos han señalado enseguida como la situación real del pensamiento en general. Y no deben de andar muy descaminados.

¡Pues que se condenen...!

César Vidal en La Razón

Mientras se bajan las pensiones y los servicios públicos empeoran, nuestros recursos se van en sostener a los diversos e infinitos gastos de los nacionalismos como las embajadas catalanas en el extranjero o la compra de lanzas jíbaras por un millón de euros, a la ideología de género, al lobby gay, a manifestaciones «artísticas» de ínfimo valor, a la lucha contra el inexistente calentamiento global, a unos sindicatos que sólo se representan a sí mismos, a las organizaciones de la memoria histórica, a los disparates urbanísticos de Tutangallardón, a unos ayuntamientos con servicios sociales suecos y a un largo etcétera absurdo y parasitario, eso sí, cubierto todo ello con las consignas del progreso y de la redención planetaria. Recuperemos la sensatez porque no podemos seguir ese rumbo de redención mundial a menos que deseemos a medio plazo caer en la quiebra. Y en cuanto a todas esas causas… abandonémoslas. Si los herejes se quieren condenar, que se condenen.

Dignidad

Alfonso Ussía en La Razón

Rajoy, que tenía a su lado la lealtad y la brillantez de uno de los más grandes empresarios y economistas de España, despreció su talento, su oratoria y su sabiduría. Rajoy fue el que convenció a Pizarro. Abandonado en un escaño alto del Congreso, sin nada que hacer pudiendo hacer tanto, harto de la estupidez de su partido y sus dirigentes, Pizarro, con toda dignidad, se ha marchado a su casa y ha mandado a Rajoy a tomar por saco.

Concurso de belleza

Ángela Vallvey en La Razón

Un imán se ha apresurado a emitir una fatwa o decreto religioso (los imanes tienden a emitir fatwas con la misma facilidad con que nuestro Gobierno emite Bonos del Tesoro), condenando el concurso de camellos como un acto malvado, contrario a los designios de Alá. Ninguna fatwa se ha difundido, que yo sepa, contra la condena a recibir 90 latigazos, más dos meses de cárcel, para una niña de 13 años por llevar su teléfono móvil al colegio. En la siempre avanzada –nuestra aliada– Arabia, antes harán pasar a un camello por el ojo de una aguja que a una mujer por la dignidad de ser persona.