sábado, 19 de junio de 2010

César Vidal entrevista a Fernando Argenta, músico y presentador de TV (esRadio-LDTV)

Los Catedráticos: lo platónico - 18/06/10 (LDTV)

La otra cara de África (la buena)

La nueva África (Libertad Digital)

La globalización despierta a los leones económicos de África (Fernando Díaz Villanueva en Libertad Digital)

El año pasado, en plena recesión económica, con los Estados Unidos decreciendo un 4% y la Unión Europea un 2,8%, África se permitió el lujo de incrementar el PIB continental un 2%. Son datos para el optimismo, porque el crecimiento económico siempre e inevitablemente se traduce en mejoras de las condiciones de vida para los seres humanos, muy castigados en África por las hambrunas, las guerras civiles y el socialismo en todos sus colores y sabores.

Patentar la idiotez

Antonio José Chinchetru en Libertad Digital

Hay quienes defienden la necesidad de las patentes (que no son otra cosa que monopolios sobre ideas concedidos por los Estados a quienes dicen haberlas tenido en primer lugar) para asegurar la innovación y la creatividad. Su argumento es discutible en la mayor parte de los casos, pero en otros es sencillamente estúpido. Esto es así, sobre todo, en lo referido al software y a internet. En estos supuestos lo que se patenta no es, por lo general, el modo concreto de realizar un proceso o un servicio on line determinado. El monopolio que se obtiene es sobre la idea misma de que ese proceso o servicio puede ser hecho.

El último ejemplo es la patente sobre las redes sociales que le ha sido otorgada a Amazon. El gigante de la venta minorista on line es ahora el "propietario" de la idea de que un servicio de internet permita que las personas se identifiquen unas a otras y se otorguen permisos entre sí para ver información personal de cada uno. En definitiva, las autoridades gubernamentales han transformado a una empresa en dueña de la idea sobre la que están construidas las redes sociales. Se trata de un absurdo absoluto, que permitiría a Amazon presentar demandas contra Facebook y otros servicios similares (como el fracasado Orkut de Google).

La lógica que permite este absurdo es la misma que permitiría patentar el unir por un lado muchas páginas de papel sobre las que hay palabras impresas que cuentan una historia o explican ideas o conocimientos técnicos. Esto es, producir libros. Nadie sería capaz de sostener que esto fomenta la innovación o la creatividad. Al contrario, cualquiera pensaría que supone un freno al desarrollo de la civilización. Sin embargo, en materia de internet o de software quieren hacernos creer que es positivo.

Puestos a patentar, a uno le entran ganas de registrar la idea de que alguien pueda perpetrar estupideces o actuar de manera absurda. Sería la patente de la idiotez. A quien se la concedieran podría forrarse. Para empezar, deberían pagarle aquellos que creen que Amazon tiene derecho al monopolio de la idea de las redes sociales.

Otro sueldo para Pajín

Pablo Molina en Libertad Digital

La entrada de Leire Pajín en el Gobierno de "este país" supondrá esa inyección de optimismo que los ciudadanos necesitamos para sobrellevar los rigores de la recesión económica. Seguiremos pasando dificultades de todo tipo pero nos reiremos un montón, vaya una cosa por la otra.

Con esta decisión Zapatero demostraría de nuevo que no quiere en su Gobierno a nadie más inteligente que él, una medida muy razonable que evita siempre penosas escenas de celos entre los miembros de un Gabinete y quien lo dirige. Sólo falta conocer en qué ministerio va aterrizar finalmente la estadista alicantina, aunque a tenor de sus capacidades tal vez la cartera de educación sería el destino más oportuno.

La asignatura de educación para la sodomía –¿o era para la ciudadanía?– pretende modelar a nuestros niños precisamente para que se conviertan en pajines, adultos tan relativistas en asuntos de ética como absolutistas a la hora de trincar del presupuesto durante toda una vida escalando puestos en la administración o la política. Con Leire como ministra tendrían un ejemplo muy cercano de lo que se espera de ellos en el futuro, ejercicio pedagógico muy notable que evitaría a los profesores de la asignatura la utilización de modelos abstractos.

En Asuntos Exteriores también tendría excelente acomodo una mujer de estado como nuestra Leire, que ya hizo sus pinitos en la capital de Mozambique, Maputo, de nombre tan peliagudo como el apellido de la propia protagonista, desfilando con el traje regional junto a Fernández de la Vega, otra posible damnificada en la presunta remodelación ministerial que planea ZP. Además ha trabajado al lado de Miguel Ángel Moratinos, el Metternich del siglo XXI, y eso imprime el carácter necesario para imponer respeto en todas las chancillerías y gestionar con solvencia nuestros asuntos de ultramar.

El único puesto que le está vedado es el de vicepresidenta económica. No por falta de méritos para ser la segunda de Zapatero, sino porque la materia objeto de su gestión no es el fuerte de nuestra protagonista. El día que afirmó que el principal problema de nuestra economía era que el PIB es masculino, la "piba" perdió cualquier posibilidad de ser ministra del ramo. En todo caso, sabiendo que va a tener cuatro o cinco sueldazos a su disposición, estamos seguros de que si llora lo hará lo justito.

¿Partido palestino?

GEES en Libertad Digital

Es fácil, demasiado fácil, ser antisemita y antiisraelí en España. A diferencia de otros vecinos de nuestro entorno, en España confluyen la izquierda y parte de la derecha en su rechazo al pueblo judío y al Estado de Israel. Cada cual por sus razones.

¿Ha muerto un escritor o un comunista?

Editorial de Libertad Digital

Para la mayoría de medios de comunicación y políticos nacionales parece que uno de los motivos básicos por los que Saramago merece ser recordado y homenajeado es por su "compromiso político y social" con la izquierda. Regresamos, así, a ese maniqueísmo tan del gusto de los socialistas entre "totalitarismo bueno y totalitarismo malo" que tan sabiamente denunció Revel. Parece evidente que la idéntica prosa literaria que hoy lauda la izquierda sería recibida con indiferencia o desprecio si Saramago hubiese sido un "comprometido" defensor de las ideas nacional-socialistas. En cuyo caso, pues, parece claro que lo que valoran los izquierdistas del luso no es su obra, sino la instrumentalización que hicieron de la misma para avanzar su agenda política en muchos casos abiertamente totalitaria.