martes, 23 de junio de 2009

La Tertulia con Tomás y Recarte - 22/06/09

Sedados

Hermann Tertsch en ABC

"Hoy hablamos de Arrigorriaga, de las dignísimas palabras que se han podido escuchar estos días en este país habitualmente sedado. Sedado no por el doctor Montes por supuesto, ni en una de esas muertes tan dignas que se inventan nuestros apologetas de la eutanasia, ni en un aborto de una menor que se nos presenta como un «lifting» o unas tetas mejoradas. Mis reservas son infinitas pero mi emoción por lo vivido estos días también. Los moralmente sedados de los nacionalismos, de la indolencia y la capitulación, han visto que en España pueden pasar cosas que hasta a ellos podría llevar a recuperar la lucidez y la dignidad."

Patxi López y los indiferentes

Tomás Cuesta en ABC

"«Eduardo Puelles -ha pregonado el lendakari con tanta convicción que cualquier duda ofende- era uno de los nuestros». ¿Y quiénes son los suyos, si no le sirve de molestia? O, haciendo tabla rasa de pensares y nacencias, ¿también somos nosotros de los nuestros?"

El odio

Alfonso Ussía en La Razón

"Alfonso Sastre se movió de maravilla en los círculos falangistas y vencedores de la Guerra Civil. A su íntimo amigo y tocayo Alfonso Paso no se le ha perdonado su pertenencia a las llamadas «derechas». A él se le han concedido todas las amnistías por ser amigo, partidario, apoyo constante y refugio de la ETA."

Sedada a tope

César Vidal en La Razón

"Si hay algo que está sedado en toda esta historia no es el dolor de las víctimas, sino la conciencia del PNV. Ésa sí que está sedada, y a base de bien. Como si de ello se hubiera ocupado algún médico de cuyo nombre no quiero acordarme."

Alfonso Sastre

Víctor Llano en Libertad Digital

"Si Carmen Chacón y Alberto Saiz quisieran saber qué hay más allá del sufrimiento ajeno, a quien tendrían que destacar en La Habana es a Alfonso Sastre. No pierde oportunidad de mostrar su admiración por los asesinos en serie."

La derecha no existe

Cristina Losada en Libertad Digital

"Mientras la derecha política no quiere por nada del mundo llevar con orgullo la etiqueta de derechas, su adversario luce con obscena ostentación la insignia de la izquierda. Ese marbete constituye su más preciado capital, pues ha logrado inculcar el miedo a la derecha y en la derecha."