sábado, 31 de julio de 2010

¿Y si hubiese sido Zapatera?

Juan Ramón Rallo en Libertad Digital

Si nos vamos al Gobierno más desastroso de la historia de España, nos topamos con que también ha sido el Ejecutivo más paritario y en el que más responsabilidades económicas han tenido las mujeres. ¿Deberíamos llegar a la conclusión de que a mayor presencia de mujeres en nuestras carteras ministeriales, mayor catástrofe nacional? No creo que nadie digiriera bien semejante razonamiento. El problema de De la Vega, Salgado, Aído o Trinidad Jiménez no es que sean mujeres, sino que son socialistas. Pero esta tara la comparten con Corbacho, Sebastián, Moratinos y, sí, Zapatero. Ni hombres ni mujeres son inmunes al virus de la estupidez.

Tenemos un Gobierno digno de Marx... Brothers. And Sisters.

De la prisión al arma de liberación masiva

Antonio José Chinchetru en Libertad Digital

Han pasado siete largos años de su vida en prisión por ejercer un derecho que debería estar garantizado a cualquier persona con independencia del lugar donde viva: disentir con el Gobierno. Hablamos de los presos políticos cubanos desterrados a España en un intento de lavado de cara por parte del régimen castrista. Ahora, al fin fuera de prisión, deben adaptarse no sólo a un nuevo país. También a un mundo radicalmente distinto al que ellos conocían.

Son muchos los cambios a los que tendrán que hacer frente ellos y su familia. Cada día que pasan en España supone un aprendizaje y el descubrimiento de cosas de las que habían oído hablar pero les estaban vetadas. Para ellos resulta fascinante ver cómo los partidos de la oposición pueden criticar al Gobierno o cómo el jefe del Ejecutivo tiene que rendir cuentas (que lo haga mejor o peor es otra historia) ante el Parlamento. Pero es en el terreno de las tecnologías de la comunicación donde se enfrentan a dispositivos y realidades que para ellos resultan poco menos que de ciencia ficción.

Tras días en España siguen sin poder manejar del todo bien unos teléfonos móviles que les fueron regalados por generosos particulares y activistas de derechos humanos. Aunque hace siete años esos aparatos ya formaban parte de la vida cotidiana de millones de seres humanos en todo el mundo, en Cuba era algo reservado para los altos cargos del régimen. Al resto de personas les estaba prohibida su posesión. Así, estos héroes de la libertad todavía llegan a preguntar a quien esté a su lado cómo contestar a una llamada o qué tecla tienen que pulsar para colgar.

Sin embargo, cuando muestran un mayor asombro y satisfacción en materia de tecnología es al descubrir internet. Habían oído hablar de la red, pero no llegaban a imaginar su significado real y las posibilidades que ofrecen. Hemos podido ver a un hombre, curtido por años de periodismo independiente en Cuba y por una larga e injusta condena política, fascinarse al descubrir que puede ver en el monitor de un ordenador el horario de unos autobuses. Y le hemos visto, a él mismo, sorprenderse cuando le mostramos lo que otras personas escribieron sobre él en diversas web para exigir su libertad.

Menos de un minuto después de separarse de la pantalla, estaba preguntando cómo hacer un blog para contarle al mundo lo que vivió y lo que ocurre en su país. Y, como él, varios de sus compañeros ansían aprender a utilizar la red para seguir luchando desde España por la libertad de Cuba. Casi todos ellos, además, desean tener lo antes posible una cuenta de correo electrónico para comunicarse con personas de todo el mundo.

Han descubierto un arma de liberación masiva cuya magnitud no podían llegar a imaginar. Ahora tienen acceso a fuentes de información de todo tipo y vías de comunicación que antes tenían prohibidas. Y han visto que pueden participar en un debate global en el que contar con libertad la triste realidad de su país y, si lo desean, la trágica experiencia que han vivido. Algo que, como otras tantas cosas, sigue vetado a sus compatriotas por el tiránico capricho de los hermanos Castro.

El mensaje de Toy Story 3

Gabriela Calderón en Libertad Digital

En el mundo con propiedad privada los juguetes tenían libertad de entrar y salir de la casa del dueño. En el mundo sin propiedad no tenían libertad de escapar. Los que se fueron a la guardería sacrificaron libertad a cambio de la seguridad de que nadie los abandonaría. Pronto se vuelve evidente que aquellos que sacrificaron libertad a cambio de seguridad perdieron ambas cosas.

Basta de estímulos

Michael Tanner en Libertad Digital

Como explica John Cochrane de la Universidad de Chicago, "Cada dólar extra de gasto público corresponde a un dólar menos de gasto privado. Los empleos creados con el gasto del estímulo son compensados por los trabajos perdidos por la reducción en el gasto privado. Podemos construir carreteras en vez de fábricas, pero el estímulo fiscal no puede ayudarnos a construir más de ambas. Esta forma de ‘expulsión’ es cuestión de contabilidad".

Harvard, un día cualquiera

Eva Miquel Subías en Libertad Digital

No es fácil contarles a los ciudadanos de Massachusetts la realidad del asunto. Que nada tiene que ver con el maltrato animal porque mantienen tradiciones mucho más crueles y sanguinarias. Que se trata, como acertadamente apuntó Boadella, de dar la puntilla, el coup de grâce a España, de cuya grandeza son partícipes. Que de haberse producido antes de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut habría podido ser diferente con bastante seguridad. Que la tensión entre los políticos catalanes y parte de su denominada sociedad civil con el resto de España es más que evidente y pone de manifiesto una complicada relación que puede virar de manera peligrosa.

¿Por qué los nacionalistas hacen lo que quieren?

Maite Nolla en Libertad Digital

El catalán no es la lengua de los nacionalistas, el catalán es de todos los que lo hablamos, algo que no todos los nacionalistas pueden decir. Y prueba de que no siendo los toros una cuestión de identidad nacional los nacionalistas han querido prohibirlos más por lo español que por lo animal, es que han actuado como hacen con todo lo demás: con el rodillo. Tal y como está la sociedad en Cataluña hoy en día, los nacionalistas ya tienen el terreno ganado por la abstención bestial, el abandono socialista y la automarginación del PP. Así los nacionalistas no tendrían ninguna necesidad ni de prohibir los toros, ni de multar por rotular en castellano, ni de obligar al doblaje de películas; pero lo hacen. Y lo hacen porque pueden y porque les hemos dejado.


¿Sólo los toros?

Pablo Molina en Libertad Digital

Ha resultado interesante leer y escuchar las agudas reflexiones de políticos, intelectuales y medios de comunicación acerca de la última andanada contra la libertad individual lanzada por el tripartito, es decir, por Zapatero, a cuenta de la fiesta de los toros.

Los calificativos han sido todo lo recios que permite el Código Penal, concluyendo prácticamente toda nuestra elite académica, mediática y política en que se trata de una injusticia intolerable que pone en peligro hasta las bases en que se sustenta la ex nación española.

Lo curioso es que toda esta oleada de indignación se haya producido por el hecho de prohibir en Cataluña un espectáculo en claro declive en aquella región al que sólo asiste una fracción marginal de sus habitantes. Se trata del mismo territorio en que la mitad de los ciudadanos no puede educar a sus hijos en su lengua materna, derecho reconocido hasta por la ONU (que ya es ponerse), en que la lengua común de todos los españoles está proscrita en el ámbito público, en que amenazan con multarte si llevas una bandera española en el vehículo con el que trabajas o en el que directamente te multan si no rotulas tu negocio en la lengua vernácula.

La comunidad autónoma que acaba de prohibir los toros es también la que cuenta con una clase dirigente declarada en rebeldía contra el ordenamiento jurídico español a cuenta del nuevo estatuto de autonomía, la misma región que en virtud de esa norma, inconstitucional a todas luces, somete a un vasallaje financiero al resto del país, expolia los recursos comunes a despecho de la solidaridad interterritorial y acaba con la igualdad de todos los españoles consagrada en la constitución.

Es, en fin, el mismo territorio al que un nefasto ex presidente del Gobierno, según el decadente periodista experto en conspiraciones republicanas "el mayor estadista español del siglo XX", y la actual ministra de Defensa han calificado de "nación sin Estado", sin que hasta el momento nadie (salvo esta casa) haya exigido la dimisión de la interfecta o su cese inmediato como ministra del Reino de España.

Todas estas fechorías no sólo han sido consentidas, sino saludadas con aplausos por muchos de los que ahora se declaran ofendidísimos ante el hecho de que José Tomás no pueda cortar sus dos rabos habituales en la Monumental de Barcelona, porque la "España plural" exige este catálogo infame de concesiones para no romper "el consenso". ¿Qué consenso? Desde luego a mí no me han preguntado. Que lo hagan. Que convoquen un referéndum para conocer la opinión de los que tenemos que financiar los caprichos del tripartito aguantando resignados y muy consensuadamente todos sus insultos, entre los cuales la prohibición taurina es tal vez el de menor entidad. Que lo convoquen mañana mismo. Muchos tenemos ya la respuesta preparada.

La casta política se encierra en su mundo

Editorial de Libertad Digital

Por mucho que los socialistas de todos los partidos se empeñen en hacernos creer que una sociedad es más avanzada, próspera y libre cuanto más sometida está a los criterios de la mayoría, lo cierto es que la experiencia demuestra una y otra vez que para lo único que sirve el crecimiento del Estado es para crear una casta política que vive a costa del resto de la ciudadanía y que tiene sus propios intereses y su propia agenda para mantenerse en el poder.